-¡Alto!- gritó Leonn al llegar a lo más profundo del bosque que se hallaba fuera de ese infierno
Corrimos hasta que los guardias nos perdieron, lo más probable es que haya cámaras por quizás cada árbol de todo el lugar; miré a los chicos deprimida, pero en Noel veía frustración, enojo, había guardado silencio quedándose con solo sus pensamientos, se sentó en suelo, mirándolo tratando de no sentirse culpable, me acerqué rodeándolo lentamente con mis brazos.
-No fue tu culpa- dije lentamente
No lloró, nunca lo hace en frente de nadie, lo moví entre mis brazos para al menos no sé, animarlo un poco. JTK no estaba cansado, se veía más fresco que una lechuga, nos miraba fríamente para después mirar la institución.
-Voy a sacarlo de allí- dijo comenzando a caminar
-Déjanos ayudarte- se levantó rápidamente Leonn mirándolo
-Esto no es algo de niños- se enojaba lentamente sin dejar de caminar
-¡No somos niños!- grité avanzando hacia el frente
Rápidamente se acercó a mí de forma intimidante haciéndome retroceder hasta que me detuve, impidiendo a estos sentimientos de miedo apoderarse de mi mente.
-¡Cuida tus palabras mocosa! Pude entrenarte, pero aún no sirves para nada- señaló las heridas de mi cuerpo –¡Si pudieran darme un dólar por las veces que pudiste haber muerto, tendría una mansión ahora!-
-No le hables así a Frisweet- dijo Leonn colocándose frente a mí
-Si le hablo así, es porque pudo hacer más, pero su miedo de mierda no le deja hacer nada- guardamos un momento de silencio -No tengo tiempo para esto, sacare a su amigo de una maldita vez- gruñó siguiendo su camino
-Queremos ayudar-
-¡Ya hicieron suficiente mocosos inútiles! Ahora aléjense si no quieren ser rostizados por las bombas- ¡¿Qué?!
Ambos lo miramos con duda y temor, él sonrió más de lo que sus mejillas debían escurriendo sangre, sentí el cuerpo de Leonn tensarse al darse cuenta de lo que esa sonrisa quería decir, posteriormente me figuré la idea rápidamente.
-¡¿Volarla en pedazos?!- pregunté exaltada
Afirmó mientras continuaba caminando con tranquilidad que para este punto ya estábamos a mitad de camino.
-Quédense atrás- sentenció
Leonn y yo nos miramos guardándonos las ganas de ir, JTK comenzó a correr rápidamente haciéndome entender el por qué no era fácil de atrapar, su velocidad inhumana hacia mi mandíbula caer con sorpresa.
-¿Crees que estén bien?-
-Yo- iba a decir algo hasta que recordé que Aarón, Doriana, Yazmin e incluso Melina debían de estar fuera, tal vez, bueno, eso espero -No lo sé- respondí con cierto temor
Cuando nos dimos cuenta JTK ya no estaba, deducimos que ya había entrado sin embargo nos molestaba el no poder ayudar. Me sentía débil por haber logrado tan poco en todo este tiempo que fui entrenada por quizás uno de los hombres más locos de esta tierra.
Suspirando saqué la foto de mi abuelo transportando mi mente a aquellos días en los que todo era diversión, no fue hasta que Leonn me preguntó quién era el hombre de la foto que logré despertar de mi pequeño viaje.
-Mi abuelo- respondí nostálgica
-¿Cómo era?- sonreí con un poco de tristeza
-Era el único de mi misma sangre que me amaba tal y como soy- suspiraba con una respiración algo entre-cortada por los recuerdos