Ventiuno

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Desperté sin nada de energía, como de costumbre, por lo que me quedé en cama hasta que decidí levantarme, perdiendo el desayuno al cual no pensé ir de todas formas. Si veía la claridad del día podría decir que son las 11, hoy necesito saber la información que Stalk espero haya encontrado. No puedo quedarme con la idea de salir de aquí, sin conocer el propósito de estas personas para apoyar esta clase de abominación.

Abrí la puerta pensando si debía ir a la habitación de Stalk directamente, o buscarlo tras el entrenamiento. Es un misterio en donde puede estar ese hombre, no me quiero estresar tanto con lo del escape, o la información, o en donde rayos puede estar Stalk...Sam... Uagh, deja de pensar en él, tonta.

Al pasar al lado de un guardia, comencé a pensar en la gente que trabaja en este lugar, ¿Acaso no estamos en pleno siglo XXI como para que siga habiendo gente que disfrute del sufrimiento ajeno? ¿No sentirán un poco de pena? ¿No sufrirán?

A lo lejos, dos guardias llevaban arrastrando a un hombre, su bata de doctor me confundía bastante, podría confundirlo con un internado que quiso pasarse de listo, pero su rostro expresaba dolor, y mucha falta de sueño. Estaba siendo seguido por el director.

-¡No! ¡Devuélvela Vincent!-

-Tobías, Tobías, esto no es más que el resultado de tu "trabajo" – el hombre reía destrozándole el alma a aquel hombre

-¡No es cierto! ¡Ella no era así!- ¿Debería...interferir?

En sus ojos crecía la desesperación, y al verme, se soltó inmediatamente de los guardias. Parecía ser una fuente de esperanza para él. Nerviosa retrocedí sin saber que esperar. Se arrodillo presionando mis piernas y mirándome con un dolor indescriptible me gimió entre llantos.

-Por favor ayúdame, ¡ellos me la quitaron!- confundida hablé

-¿De qué hablas?- los guardias no tardaron en llegar a él

Una descarga eléctrica fue suficiente para derribarlo y ser tomado por los guardias quienes no dudaron en empujarme lejos. Me quejé por la brutalidad y el director pasó a mi lado.

-No lo tomes personal Frisweet-

-¿Qué le hicieron a ese hombre?- pregunté sintiendo lástima por él pobre

-Cuando un perro se porta mal, ¿Lo castigas?- sin decirme más, caminó lejos de mí, iban a las celdas de los locos

Ese director es un completo desquiciado. Pero esa mirada de dolor no la podía sacar de la cabeza, nunca la había visto en un adulto, solo en niños. Suspiré, tal vez deba ayudarle un poco, sonreí pensando lo que haría más tarde.

Pensé que esta caminata me despejaría la cabeza, además de mi actividad escogida, de seguro Bones está enojado conmigo, pero no era mi culpa, he estado yendo a la enfermería por desgastes físicos y por las secuelas del ataque de Leonn. ¿Qué significará esa marca?

Pero los gritos a mi alrededor me desconcentraron. Ni siquiera supe como llegué al pasillo de cristal de nuevo. Tal vez un guardia estaba violando a un chico o chica, no sé, en este lugar todo se vale y me siento mal por no sentir compasión alguna, por acostumbrarme a escuchar gente gritar.

-¡Suéltame!- algo como eso por ejemplo, era la voz de una chica no muy lejos de aquí

No me gusta para nada esa clase de cosas, ya no soy tan débil, además creo que ya es hora de poner en práctica lo que JTK me ha enseñado hasta ahora.

-¡Eres una maldita puta!- chicos, por muy fácil o no que sea la chica, no se le debe llamar así, ja-más

Las voces de los insultos y los gritos de la muchacha, me llevaron a una puerta entreabierta, no quise dudar ni un momento por lo que azoté la puerta al entrar.

FrisweetDonde viven las historias. Descúbrelo ahora