¡Mierda no me puedo mover!
Mi cuerpo se sentía aprisionado, el simple hecho de obtener aire era cosa de suerte, algo no estaba bien, mi cuerpo se sentía totalmente impaciente, el sudor frío bajaba por un lado de mi frente, sintiendo un hormigueo en la garganta, traté de gritar, pero fue en vano. Comencé a luchar desesperándome poco a poco, no, no y ¡no! Lo único que podía hacer era mirar al techo, ¡Carajo!
-Uh, la pequeña no se puede mover- esa voz, esa maldita voz sólo podía pertenecer a un lunático, uno llamado JTK -Esto es gracioso ¿Sabes?- sentí su peso sobre mi abdomen. Su mirada siniestra me ponía a temblar, aún no estaba acostumbrada a mirar a alguien sin párpados, mucho menos con una sonrisa gigante sobre las mejillas -Me recuerdas a mi hace muchos años- ¿Cuántos años tiene este cabrón? su sonrisa se ensanchó más soltando una risa divertida pasando su cuchillo por una de mis mejillas, esto no es nada cómodo
Dios mío ya mejor mátame, en vez de darme un final a mi tormento temporal, se bajó de la cama, mientras que yo a pesar que no podía moverme, escuchaba como caminaba por toda mi habitación.
-Has aguantado- hizo una pausa haciendo un sonido de debatir -Alrededor de cuatro días sin ingerir azúcar- ¡¿qué?! ¿Tal vez no he comido en los últimos días por que la comida es una abominación? No sé, que me lo explique el señor sonrisitas.
Creo que deben saber que jamás he sido una chica que cuidaba mucho de su persona, no se cocinar, maquillarme o esa clase de cosas, jamás me interesaron, es más, ni siquiera sé qué día es mi periodo, esperen...eso me empieza a preocupar.
-Te lo explicare de una forma simple, aunque no soporto hablar como imbécil- ¿Tengo opción?
Escuché como dejó de caminar estruendosamente, algo había llamado su atención, aunque yo no había logrado captar nada, escuché un sonido de esfuerzo así como algo parecido a una especie de golpe. Con mucho trabajo gire mis ojos viendo como entraba JTK por el ducto de ventilación.
-Oh no Ratoncito ¡¡no vas a escapar!!- ¿Que pasa allá arriba?
Escuché una maldición, seguida del sonido de algo siendo arrastrado y seguido de un fuerte golpe en el suelo.
-Creo que tienes visitas- sentí un cuerpo ser lanzado sin cuidado sobre mi abdomen haciéndome volver a perder el control de mi respiración
-Auch- Un cabello obscuro se mostró en mi campo de visión, haciéndome deducir que Stalk me vino a ver.
Vi cómo se tallaba la cabeza debido al impacto, sus ojos estaban cerrados sin expresión alguna como de costumbre.
-Es lindo que te preocupes por ella, pero no le haré nada, tengo órdenes- ¿Ordenes? Hace unos minutos me pasaste tu cuchillo por la mejilla, digo, por si se te olvidó esa parte, a todo esto ¿De quién son las ordenes? Agh, maldigo que no pueda hablar
-¿Y el cuchillo para qué?- ¿Acaso Stalk no siente miedo? ¿Cómo le hace? Necesito ese truco cuanto antes, urgentemente -¿Fri?- Stalk o Sam, o como sea me miró esperando a que dijera algo, pero por más que intenté, no podía emitir sonido alguno haciéndome parecer una especie de muñeca sin vida -En la cafetería había un bote con paletas así que yo- lentamente escuchaba como sacaba algo de su bolsillo
-Yo que tú me alejaría, Romeo- la voz de JTK junto con una risa algo juguetona, fue lo último que escuche antes de perder todos mis sentidos cuando vi la paleta
No sentí absolutamente nada, todo pasó en cámara lenta. Mi cuerpo parecía no tener control, en los ojos de Stalk vi la sorpresa crecer más y más, antes de caer al piso algo sujetó mi cuerpo fuertemente, me sentía diferente, esta no era yo.