Never Let You Down - Leon & Buddy (Resident Evil Damnation) [FINALIZADO]

Alejate de Él

Me aprisionó contra la pared, entonces pude apreciar mejor esos ojos marrones claros llenos de odio y misterio que vi al principio, pero ahora estos reflejaban lujuria y deseo.

—Así que tú eres Alexander... Jamás pensé que Leon tuviera un amigo tan atractivo como tú.— Intentaba seducir conmigo.
—Suéltame.

Intentaba zafarme, pero era imposible. Era difícil de creer que ella tuviera más fuerza que yo.

—¿Te parece si jugamos un rato? El lugar me importa un poco...— Sus manos iban desabotonando mi camisa lentamente.
—No debería... Yo...
—¿Me tienes miedo? No te culpo, aunque no pienso morderte, cariño...

Ada Wong me tenía sin escapatoria. No sabía qué hacer, todo sucedía tan rápido. Definitivamente esta mujer estaba loca. Me zafé de sus manos y la aparté de mi.

—No debería estar contigo. Se supone que eres la pareja de Leon...

Ella insistente, volvió a colocarse frente a mí con una sonrisa que logró erizarme la piel.

—¿Y desde cuando te importa que él esté conmigo? Creía que eras tú el enamorado.

Buddy se quedó mudo a las palabras pronunciadas por la dama. Ada sabía su mayor secreto, y ella con tener ese secreto en su poder, sería capaz de muchas cosas. La reacción de este hizo reír a la mujer de rojo.

—Tu no... ¡¿Cómo puedes saber eso?!
—Solo lo sé. No creas que no me di cuenta de la manera en que nos veías. Cuando decidí besar a tu "adorado" Leon.— Reía Ada.— Aunque sabes, dicen que es de muy mal respeto codiciar algo que no te pertenece. Así que no me parece justo que tú estés tan cerca de él, a menos que quieras meterte en problemas.

Ada se acercó peligrosamente a Buddy, colocándole su mano en el pecho casi desnudo de él.

—¿Qué es lo que quieres de mí?— Murmuró.
—Que mantengas distancia de Leon, porque deberías saber muy bien que él me pertenece, cariño.

Diciendo esto, la mujer de rojo dio un beso a los labios de Buddy. Este quedó paralizado de pies a cabeza por tal acto. Ella solo disfrutaba de la sensación que producía. Logró introducir su lengua a la boca y empezó a jugar con la lengua de su víctima. Al separarse por la falta de oxígeno, Ada mordió el labio inferior, provocando que ella misma diera un leve gemido de placer mientras que no paraba de nombrar el nombre Alexander debido a su excitación.
Sin embargo, Buddy no compartía ni seguía el beso. No le pareció nada atractivo por parte de ella tal beso sin sentimientos. Solo se reflejaba la humillación que la mujer creaba. Las suaves y perversas manos de Ada rozaron el miembro de Buddy, a través de su pantalón mezclilla que llevaba puesto. Ella comenzó a acariciarle esa parte por encima.

Esto era el colmo de todo.

—Como me diviertes.— Susurró ella en su oído.
—He dicho que me dejes.— La voz de Buddy sonó fría y grave a la vez. Ada solo volvió a reír.
—Que sensible eres cariño. Te queda bien...

De la nada, Ada abrazó fuertemente a Buddy, acariciándole la espalda hipócritamente.

—Es una pena que no haya durado tanto como esperaba...

Entonces Ada apuñaló a este en el estomago con todas sus fuerzas haciendo que él gritara del dolor. Jamás se percató de que tal mujer llevara algo con que herirlo. Sin compasión, ella dejo caerlo al suelo.
Su sangre era demasiada, alcanzó a cubrir casi toda su ropa en ese instante, con mucho cuidado tocó su herida para ver qué tan mal estaba. Era lo peor que había sentido antes.

—Te diré una cosa.— Ada se agachó para verlo mejor.— No quiero que te acerques a Leon, te lo pido de la manera más amable posible o de lo contrario los dos nos veremos en el infierno para arreglar cuentas.

Por último hizo una pequeña cortada en el mismo labio que ella mordió anteriormente con diversión con el filo del cuchillo. Rápidamente comenzó a brotarle la sangre.

¿Qué clase de mujer era esta? ¿Cómo Leon podía estar perdidamente enamorado de ella? Me estaba humillando y aplastando como si fuera cualquier cosa. Como si fuera poco, se atrevió a lamer la sangre que tenía en mis labios descaradamente.

—Sabes muy bien.— Me acarició la mejilla derecha.

Entonces tomó su cuchillo y lo guardó en un bolso negro que llevaba colgado en su hombro.

—Espero que te haya gustado mi regalo, guapo. Ojalá y volvamos a vernos y repetirlo quizás en una noche...— Finalmente desapareció.

Hice mi esfuerzo por levantarme y caminar, pero perdía mucha sangre y me volvía más débil. Mi vista se nubló y volví a caer. Mi herida ardía bastante, volví a tentarlo pero esta vez noté un color extraño en mi sangre. Se estaba tornando negro y sentía que me quemaba alrededor de la herida. Solo pude escuchar a personas gritar y pedir ayuda. En un abrir y cerrar de ojos, pude ver una silueta familiar que me cargó entre sus brazos. No podía verlo claramente, solo podía percibir su aroma, su esencia y calor en mi cuerpo.
Cerré mis ojos no sin antes escuchar una voz que me susurraba entre lo que parecían ser sollozos.

—No me abandones... Estarás bien...