Never Let You Down - Leon & Buddy (Resident Evil Damnation) [FINALIZADO]

Para Siempre... Mío

*Dos horas antes*

No pensé que Buddy se fuera al hospital sin mí. Entiendo su emoción por saber sus resultados pero tampoco tenía que irse sin decirme nada. Me preocupé mucho al ver que ya no estaba a mi lado, hasta que vi una nota suya pidiéndome que lo alcanzara en el camino. Suspiré y me levanté para cambiarme y salir de casa lo antes posible.

Caminando por las calles, noté mucho movimiento de patrullas y algo de tráfico. Me pregunté que era lo que ocurría hasta que alguien me colocó un arma en mi espalda.

—Si haces alguna locura, te mataré aquí mismo. —Era Ada.
—Perfecto. —Susurré. —¿Que quieres? Se suponía que estarías lejos de mi vida...
—Un maldito documento no significa nada para mí, querido. Ahora vienes conmigo.

Quise zafarme, pero ella me suprimía más aquella arma, dejándome sin otra elección.
Caminé junto a ella hasta un callejón sin salida. Recordé que este lugar era el mismo en el hallé a Buddy en malas condiciones.

—No sé que es lo que estás planeando, pero sea lo que sea te pido que te detengas.
—Por favor Leon... Recuerdalo, tu no eres nadie para decirme que debo hacer. —Me respondió formando una maliciosa sonrisa.
—Eres una...
—Cuidaría mis palabras si fuera tú... A menos que quieras ver a tu "amigo" muerto.

Me abalancé contra ella, sosteniéndola del cuello con fuerza. Quería matarla.

—Te prohíbo que lo toques...
—¿Crees....que...puedes acabar conmigo...? Te equívocas....
—¡¿Que quieres de nosotros?! Dejanos en paz.

Ada trataba de liberarse, a lo que la solté bruscamente. Ella sólo se burlaba de mí.

—Creo que la frase debería ser... "Que quieres de mí".
—¿Ahora de que hablas...? —Le miré enfadado.
—Si quieres que tu amado "Alexander" esté a salvo de mi, tienes que darme algo a cambio. Después de eso no volverás a saber de mí. ¿Te agrada el trato?

Algo andaba mal. Me parecía demasiado hermoso el hecho de que debía darle algo a cambio para que nos dejara a Buddy y a mí en paz. Ella no sería capaz de dejar cosas muy sencillas.

—¿Y que es lo que quieres? —Hablé serio. No quería seguir más tiempo en el mismo sitio que ella.
—Una noche. —Me sonrió aún con esa estúpida sonrisa.
—¿Disculpa? Lo siento, no puedo concederte eso.

La mujer hizo una carcajada y se acercó al rubio.

—Pues lo siento, campeón. Deberías saber que hay decisiones difíciles en esta vida. Y estoy segura de que no quieres asistir a un funeral, ¿Cierto?

Ada me tenía atrapado en mis pensamientos. Me dolía aceptarlo pero no veía otra forma.
Buddy debía estar a salvo, él era quien me importaba.

—Entonces... ¿Tenemos un trato? —Me habló al ver que me quedé callado.
—Eres una zorra... —Fijé mi vista hacia abajo. —Trato hecho... —Susurré tan bajo que ni yo mismo pude escucharme.
—¡Muy bien, querido! —Ella me abrazó. Claro que no le respondería, su presencia me daba asco. —Entonces...llegaré en cuanto menos lo esperes. Adiós, cariño...

Con sus escurridizas manos levantó mi rostro para darme un beso al que correspondí forzadamente. De inmediato la separé de mí, ella simplemente rió y salió del callejón.
Me preguntaba como era posible que ella estuviera fuera del hospital. Al menos entendí el escándalo en las calles.

Me quedé parado por no sé cuanto tiempo. Suspiré y miré la hora. ¡Era muy tarde! Buddy seguramente estaría preocupado.
Corrí hasta llegar al hospital, topándome con él en la entrada.

—¡Buddy! —Le abracé fuertemente.
—Creí que jamás llegarías. —Él no parecía muy feliz. —¿Donde estuviste? Me preocupé por ti así que pensé en ir a casa para verte.
—Lo lamento, tuve...un problema. Pero tranquilo, estoy aquí.

Ambos nos dimos un corto beso. Por dentro la culpa me estaba matando. No podía creer lo que había dicho. Pero era por el bien de él, debía estar a salvo.

—¿Te sientes bien? —Me preguntó extrañado.
—Si, muy bien. ¿Te parece si vamos a tomar algo?

Él me sonrió.

—Esta bien.

Esto no me podía estar pasando a mí. Presentía que Ada me podría haber dicho una mentira.
Pero en esta vida existe algo que siempre nos acompaña todo el tiempo, el riesgo...