Una Oportunidad

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*3 Años Después*

—¡Leon, apresurate! ¡Llegaremos tarde!
—Enseguida voy.

Unas semanas antes, Claire me pidió que la acompañara a la boda de Chris, eso me parecía una broma pero no fue hasta que un día él nos presentó a su nueva pareja. Una mujer llamada Jill Valentine.

Claire se veía muy entusiasmada, así que no pude negarme y acepté.

—No puedo creerlo. Nunca pensé que llegaría este día. —Claire se oía emocionada.
—Sinceramente tampoco creí que accediera a casarse... Ni mucho menos organizar una fiesta a la hora que acostumbro dormir.
—Bueno, es mejor llegar para recibirlos. —La pelirroja sonrío.

La mujer llevaba un elegante y llamativo vestido color gris plateado, con un escote redondo con tiritas sobre los hombros, una delgada y otra más gruesa. El cuello era como un collar que caía hacia un lado, con una suave caída y en la cintura se podía apreciar cristales Swarovski a su alrededor. Además de un peinado recogido con trenzas estilo griego.

—¿Y qué opinas? —Preguntó Claire al girar su vista hacia su compañero.
—¿No crees que es demasiado? —Habló el rubio mientras la contemplaba.
—Es la ocasión más especial para nosotros, Leon. Para mí es suficiente.
—Si tú lo dices. En fin, Chris te espera. —Leon caminó hasta una silla y sentarse. —Prefiero quedarme aquí y esperar hasta la fiesta.
—Vamos Leon... Nos prometiste a Chris y a mí que nos acompañarías. Además ya estás arreglado. Solo debemos irnos.

Este suspiró y se levantó de mala gana.

—No tardaremos, ¿Verdad?
—Serán unas...cuantas horas en la iglesia y después iremos iremos a registro civil y...
—Es demasiado. Me quedaré aquí. —Concluyó Leon.

Claire le miró molesta. Él mismo prometió que la acompañaría, así que era trabajo de Leon cumplir con su palabra.

—¡Te dije que no! ¡Suéltame!
—No me diste opción. ¡Ahora sube! Seguro ya debieron empezar la ceremonia. —Claire llevaba jalando a Leon de la mano, conduciéndolo hasta el interior de la camioneta con algunos detalles de adornos.

Mientras Claire conducía, Leon miraba las calles y restaurantes por donde pasaban. A pesar de que habían pasado unos cuantos años, para Leon todo seguía igual. Nada había cambiado, a excepción de una sola cosa. Buddy.
Tanto tiempo sin verlo, sin estar a su lado, sin haberle podido explicar lo sucedido. Los primeros días fueron los peores, pues la mayor parte de su día era tomar bebidas alcohólicas casi a diario. Odiaba salir de casa.
Sin embargo, Claire estuvo ahí para apoyarle y subirle el ánimo, porque para él ya nada tenía sentido y lo único en qué pensaba era en su culpabilidad.

El odio hacia aquella mujer que alguna vez amó, fue creciendo de poco en poco. Por lo visto cumplió con su parte del trato, nunca la volvió a ver ni mucho menos oír de ella.
Ese era el único lado positivo de esto. Seguía preguntándose en cómo estaría Buddy, ¿Seguirá pensando en él? Imposible.
Entonces la voz de su compañera lo trajo devuelta a la Tierra.

—¡Hey Leon! Hemos llegado. Y justo a tiempo. ¡Vamos!

Ambos bajaron de la camioneta y se acercaron a los demás invitados. Chris se acercó para saludarlos.

—Creí que no llegarían nunca. Jill llegará en unos minutos más así que ya es hora de de entrar.

Junto con los demás invitados, Leon y Claire se aproximaron para entrar al interior de la Iglesia. Chris se colocó en el altar para esperar a su futura esposa. Y en cuanto menos se esperaba, Jill apareció. Todos miraban atentos a excepción de Leon quien estaba perdido en su mundo.
Solo deseaba que el evento terminara para poder irse. Se sentía cansado después de no dormir en varias ocasiones.
Después de la boda, la noche se reflejaba en el cielo y los demás invitados disfrutaban de la fiesta que Claire logró organizar en su casa en honor a la feliz pareja de Chris junto con Jill, puesto que había suficiente espacio en el patio. Era exageradamente enorme.

Never Let You Down - Leon & Buddy (Resident Evil Damnation) [FINALIZADO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora