Never Let You Down - Leon & Buddy (Resident Evil Damnation) [FINALIZADO]

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Buddy dejó caer el celular por el pánico. El miedo se apoderó de él, tomando su frente trató de tranquilizarse y decirse a sí mismo que nada malo pasaría. Escuchó a Leon llamarlo desde la puerta. Se incorporó y bajó de la habitación.

—¿Por qué tardaste tanto, Ale?
—P-Por nada. Es solo que...no encontraba el cargador. —Sonreí un poco para aparentar, pero estaba tan nervioso que cualquiera podría darse cuenta.
—¿Estás seguro? Te veo muy tenso... ¿Seguro que está todo en orden?
—Leon, no pasa nada.

Leon no comprendió lo que pasaba con su amigo. Los dos volvieron a la casa para desayunar.

Ninguno de ellos hablaba en el momento, Leon no sabía que decirle, el otro ni siquiera probaba el desayuno. Su apetito desapareció de él en cuanto escuchó a aquella mujer, de repente su estómago se revolvió y corrió directamente al baño para devolver fuera. Leon le siguió preocupado.

Al entrar, Buddy cerró la puerta y se inclinó a la taza para deshacerse de ese horrible malestar.

—¡¿Qué es lo que tienes?! ¡Buddy contéstame!

De su boca no paraba de escupir sangre de un tono más oscuro de lo normal. Esto debía ser un mal sueño, por un momento su vista se hacía borrosa y un dolor de cabeza comenzaba a aparecer.

Hizo el esfuerzo por levantarse y tirar de la cadena para no dejar evidencia de lo que logró devolver con cierta dificultad. Leon no debía saber de esto, ni él mismo entendía que le pasaba. Se lavó el rostro y la boca, entonces miró más de cerca esa sangre que lucía "descompuesta" ¿Por qué le pasaba esto? Suspiró y miró la puerta del baño con miedo.

Por otro lado, Leon tocaba varias veces la puerta del baño desesperado, pensó en un momento de derrumbar la puerta, pero Buddy finalmente abrió.

—¡Buddy!, ¿Qué te ocurre? —Leon se oía preocupado, pero el otro se veía muerto por dentro.

—No es nada. Ya te lo dije. —Dijo esta vez con un tono frío y con un poco de dificultad al hablar, lo que dejó a Leon más inquieto.

Él ya estaba cansado de tantas mentiras. Buddy ocultaba demasiadas cosas que posiblemente le estarían afectando por no decirlas, esta vez exigiría una explicación y la verdad de lo ocurrido. Basta de misterios.

—Sé que mientes. Desde que volvimos a vernos, no has dejado de actuar extraño. En el hospital llorabas sin darme ninguna razón. Te veo muy asustado, lleno de nervios. Decido preguntarte y tu respuesta es "nada", ¡No me dices la verdad! Es cierto que tampoco he hablado sobre mi desde el día en que te fuiste, pero lo que me interesa en este momento eres tú, así que dime, ¡¿Qué es lo que te ocurre?!

Buddy ignoró sus palabras y siguió su paso, pero Leon lo jaló del brazo con fuerza para toparse de nuevo frente a frente.

—¡Te hice una maldita pregunta! —Gritó Leon.
—¡Maldición, Leon! ¡¿No te parece obvio!? —Buddy cayó en un arranque de furia. —¡Todo este tiempo he expresado todo esto frente a ti, antes de venir a esta maldita ciudad! ¡Y ni siquiera te has dado cuenta!

Gritando, un dolor en su abdomen comenzaba a formarse, pero intentó no hacer caso a ello.

—Todos los días en las que salíamos a cualquier parte, cuando me despedí de ti ese día y volví a encontrarme contigo... Siempre te he visto de esta forma... Quiero que te des cuenta...pero... ¡Es imposible!

El rubio no entendió lo que su amigo trataba de explicar, mucho menos gritando de esa manera a todo pulmón.

—¿De qué demonios hablas? —Dijo este con el ceño fruncido.
—¡Hablo de lo que siempre he sentido por ti, imbécil! ¡Te amo, Leon!

Estas palabras crearon un agujero en la mente de Leon. Se quedó completamente pasmado por la última frase.

Al darse cuenta de ello, no podía corregir nada. Lo que dijo estaba más que claro. Buddy se arrepintió y liberó unas cuantas lágrimas, no tuvo más alternativa que salir huyendo del lugar dejando algunas de sus cosas ahí. El rubio trató de detenerlo, pero él fue más rápido que perdió su rastro.

Intentaba crear otra explicación para aquello sucedido, no podía gustarle a su amigo. O tal vez sí.

Tratar de imaginar que Buddy jamás dijo eso, que tal vez sería otra cosa, pero no era así...

Sintió un fuerte latir de su corazón al oír ese "te amo" por venir de Buddy. Tenía que ir a buscarlo, pero una voz lo sacó de su trance.

—¡Leon, amor! —Ada abrazó a Leon, este igual correspondió.
—A-Ada... ¿Qué haces aquí?
—Vine a ver como amaneciste hoy, después de la cena que tuvimos anoche...—Ada se acercaba seductora a su pareja.

Como él no hacía ninguna expresión, ella le dio un corto beso en los labios

—¿Puedo pasar? —El rubio asintió y le dejó pasar al interior de la casa.

Ada sabía la razón por la que Leon estaba así, ya que antes de llegar, pudo apreciar como Buddy salía despavorido de la casa y llorando.

Ella no pudo contenerse por tal escena que dio una leve risa. Por otro lado, Leon reproducía esas palabras de Buddy.

—"¡Te amo, Leon!"