Una Sorpresa Inesperada

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Así pasaron los meses rápidamente para Buddy, para él fue difícil olvidar a Leon y adaptarse al sitio en el que vivía. A lo largo de ese tiempo, Buddy se había encontrado con un viejo amigo de la infancia, lo llamaba por el sobrenombre de JD, quién siempre apoyó y ayudó a Buddy mucho antes de conocer a Leon. Tanto JD como Buddy disfrutaron de ese encuentro, pues siempre se tenían algo que contar.

Hace unos tres meses me volví a encontrar con mi buen amigo JD. Sentí una gran nostalgia y alivio con sólo volver a verlo, pues recordaba mi niñez al lado de él y todo lo que hacíamos. Ya no me sentiría solo de ahora en adelante. JD no vivía tan lejos, así que cada día que podía, se daba la oportunidad de visitarme. Al platicar, JD siempre me sonreía y se volvía cariñoso conmigo. Era muy agradable. Hasta que un día...

Una mañana, alguien vino y tocó la puerta. Bajé y decidí abrirla.

—¡Buddy! —JD me dio un abrazo al verme.

Sonreí y correspondí su abrazo.

—Creí que no vendrías. —Le dije mientras que con mi puño le daba un suave golpe en su brazo.

—¿Y fallarte en no darte de mi compañía? Eso nunca. En realidad, hay algo que quisiera confesarte.

Asentí y pedí que entrara, ambos nos sentamos en un sillón.

—Dime, ¿Qué ocurre?

—Quizás te asustes... Es cierto que hemos sido amigos durante nuestra infancia, y nos hemos vuelto a encontrar después de todo lo que ha pasado. Y he llegado a la conclusión de que estar juntos en tan sólo tres meses me hizo despertar algo...

No entendía a lo que iba. Estaba confundido.

—¿Y que fue eso lo que despertó en ti? —Pregunté.

—Esto...

JD se abalanzó hacía mí, dándome un beso en mis labios, así cayendo los dos acostados al sillón. Me sonrojé y miré a JD cómo sostenía mi rostro, así que poco a poco e inevitablemente me dejé llevar. Acostado en el sillón y mi amigo de toda la infancia dándome un beso era lo más extraño que había vivido, pero sin lugar a dudas, me hipnotizaba sus cálidos besos. Él me miró y con una sonrisa me dijo algo que me hizo dudar muchas cosas con respecto a mí y sobre todo...el amor que alguna vez esperé de Leon. Una difícil decisión.

—Buddy, me gustas... Eres el amor de mi vida... ¿Aceptarías ser mi pareja?

—¿Q-Que? —Su pregunta fue una extraña punzada que me aturdió al instante, más aún que aquel beso.

—Cuando volví a verte, sentí el deseo de que esta vez no permitiría que te alejaras de mí. No de nuevo.

Sus palabras paralizaron mi corazón, ¿Ha estado enamorado de mi todo este tiempo? No tenía palabras que decir, tenía un nudo en la garganta. No sabía que pasaba dentro de mí. Gritos internos tal vez...

—Yo... —No quería admitirlo, pero JD también me comenzaba a gustar. Era dulce, comprensivo...y llevábamos mucho en conocernos. Entendí que realmente lo amaba a pesar de los pocos meses en que nos volvimos a encontrar.

Suspiré y no dije ni una palabra, más que sólo decidí devolverle el beso.

Pero esta vez fue incluso más apasionado, que JD sólo se recargó más en mi cuerpo mientras seguíamos besándonos. Sus suaves manos escurridizas entraron por debajo de mi camisa, acariciando mi cuerpo lentamente y sintiendo un extraño toque eléctrico en cada caricia.

Quizás era porque no me sentía acostumbrado por esas caricias, ya que siempre esperaba y quería algún día sentir las manos de mi dulce Leon en mí. Aun así, no negaba que me gustaban. Conocía bien a JD, y si lo provocabas de cualquier manera, éste te atacaría de esa misma manera que menos deseabas por pedir. En mi caso, intentaba no liberar ningún orgasmo. Se daría cuenta de que me gustaba todo lo que hacía, y era muy obvio para mí. Pero este bajó discretamente a mi cuello para empezar a darme pequeños mordiscos suaves en él y a su vez su respiración tan cerca de mí también me volvía loco.

Esto me puso nervioso y solté un pequeño gemido que llegó a los oídos de él.

—Después de todo...te gusta todo lo que hago... ¿Verdad? —Me dijo en tono lleno de lujuria.

Sólo le sonreí y le di un beso casi cerca de los labios.

—Como no tienes idea. —Respondí.

Él y yo sonreímos y nos acomodamos mejor en el sillón. Tomamos la decisión de pasar la noche juntos, ya que no quería que JD se fuera a casa.

Al cerrar mis ojos JD me abrazó para susurrarme al oído.

—Duerme bien, amor. —Dándome al final un beso en el cuello.

También lo abracé y miré una vez más al techo pensando de nuevo en Leon, pero ya no de la misma manera que solía hacerlo. Perdí mi interés por completo.

"Adiós para siempre Leon."

Never Let You Down - Leon & Buddy (Resident Evil Damnation) [FINALIZADO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora