Boda

184 22 28
                                    

Mirándose una vez más al espejo, verificaba que su peinado y traje lucieran bien. El día tan esperado para Leon, finalmente había llegado, el pensar que él nunca se miró en esta situación como siempre imaginaba. Por un lados e sentía feliz por formar la familia que siempre quizo tener al lado de la mujer que tanto amaba, y por otro lado recordaba las palabras de Buddy que quedaron grabados a fuego en su mente. Por más que hacía el esfuerzo de olvidarlo y odiarlo, no era capaz de ello.

Quizás debió ser el enojo que irradio de Buddy el que le hizo hablar de esa manera, pero recordó un poco ese día en el hospital cuando besó a su amigo sin ningún motivo, y sobre todo cuando este mismo le explicaría la verdad de su tristeza, solo que al final Buddy no concluyó gracias a la llamada de Ada a Leon. Así que no existía ninguna otra excusa, Buddy estaba completamente enamorado de él, pero ¿Qué había de él?
Desde su confesión por error, él y Leon evadían sus miradas al encontrarse. Buddy se sentía destrozado por dentro, Leon solo lo miraba con cierto desprecio, aunque en su interior seguía conservando ese afecto y cariño hacia él y ese secreto de aquel beso que le hizo experimentar una sensación extraña y agradable a la vez.

Buddy regresó a su casa a vivir su vida normal, o eso trataba de aparentar. El rubio deseaba verlo y de alguna manera resolver esos errores entre ellos.

Entonces un puño le dio un pequeño golpe en el brazo, haciéndolo reaccionar de inmediato, volteó su vista hacia la persona que lo llamaba.

—Oye, ¿Leon estás bien? Llevas una eternidad mirándote al espejo. Es hora de irnos o llegaremos tarde. —Chris Redfield acompañaba a Leon para arreglarse y estar listo, lo cual este se sentía agradecido, pero aún con nervios.

Leon se levantó y miró q Chris asintiendo para bajar al auto que los esperaba.

—Nunca vi tanta felicidad en tu cara. Parece que irás a un funeral. —Rió Chris.
—Cierra la boca. Ya estoy listo. Vamos.

Así que los dos hombres salieron de la casa para ir a dicho lugar. Leon y Ada habían logrado invitar a todos sus amigos, conocidos e incluso familiares para esa fecha, y los detalles fueron organizados sin ningún problema. Antes de entrar al auto blanco, Leon miró con detenimiento la casa de Buddy, él suspiró y entró de una vez.
Dentro de sí, inundaba la tristeza por no volver a Buddy de la misma manera, amarlo a él, ¿Estaba bien?
Llegando a la iglesia, el rubio pudo apreciar mejor a todos sus amigos que eran cercanos y cercanas a él, este dio una sonrisa.

—Bueno galán, el público espera. —Sonrió Chris mientras daba una palmada en la espalda a su compañero.

Bajé del auto junto con Chris y pude reconocer mejor a los invitados. Levanté mi rostro y caminé hasta el altar para esperar la llegada de Ada, a lo que los invitados siguieron mi paso para entrar.
Sudaba por los nervios, la emoción corría por mis venas y mi corazón no paraba de latir tan rápido. Tomaba la confianza y el valor con solo regresar a ver a todos los presentes que estaban sentados apreciando el momento en que Ada llegaría. Hacía mucho que esperaba este momento, pero algo en mí me pedía a gritos parar todo esto. No me importó y traté de olvidar aquello hasta verla a ella en la entrada, atrayendo la atención de los demás.

Ada lucia con un increíble vestido de novia blanco con unos diminutos detalles de rojo en la cintura y pecho. Ella llevaba una radiante sonrisa en sus labios, Leon la tomó delicadamente de la mano al recibirle.

—Queridos hermanos, hoy nos encontramos aquí reunidos para unir a esta pareja en santo matrimonio... —Se pudo escuchar resonando esas palabras en el lugar.

Mientras se hacía la ceremonia, Leon inevitablemente no podía dejar de pensar inconscientemente en su amigo, esa voz le seguía insistiendo en abandonar su plan de casarse, pero él siguió ignorando.
No sintió el pasar de los minutos hasta...

—Leon S. Kennedy, ¿Tomas por esposa a Ada Wong y prometes serle fiel en la prosperidad y en la adversidad, en la salud y en la enfermedad, y así, amarla y respetarla todos los días de su vida? —Esta era la frase que daría un enorme giro en la vida de Leon. No sabía que responder, pero...
—Si, acepto. —Contestó seguro, mirando felizmente a Ada.
—Y usted Ada Wong, ¿Tomas por esposo a Leon S. Kennedy y prometes serle fiel en la prosperidad y en la adversidad, en la salud y en la enfermedad, y así amarlo y respetarlo todos los días de su vida?
—Acepto. —En ningún momento, Ada jamás dudó de su decisión. Estaba más que alegre.

Por un momento, Leon sintió una sensación que sintió esa misma vez al besar a Buddy, pero esta vez en lugar de ser cálida, era una sensación fría, de pena y dolor. Volteó un poco para ver, pero este al instante desapareció. Movió un poco su cabeza y regresó a ver a Ada de nuevo.

—Lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre. Puede besar a la novia.

Seguido de esto, Leon se acercó más a Ada para darle un beso. Todos gritaron de la felicidad y salieron de la iglesia, acompañando a la pareja recién casada.
Leon y Ada se dirigieron al mismo auto blanco para subir e ir a una pequeña fiesta que Chris junto con su hermana Claire habían organizado. En el camino, Ada no dejaba de acariciar a Leon y darle pequeños besos en el cuello.
Ya empezaba a caer la tarde, los invitados comían y bebían. Leon solo miraba tranquilo a los demás disfrutar de la fiesta. Sonrió un poco y probó del vino que aún tenía en su copa.

—Me imagino que debes sentirte feliz después de esperar tanto tiempo por esto. —Se acercó Claire a platicar un poco con él.
—Oh...hola Claire. Tienes razón. Es lo que siempre quise. —Sonrió. —Agradezco que tú y Chris se hayan dado la oportunidad de hacer esta fiesta, pero no era necesario.
—Dile eso a mi hermano. Desde que le mencionaste que te casarías, estuvo de un lado al otro diciendo que iría a apoyarte. Normalmente él odia este tipo de fiestas pero, es un milagro que haya actuado así.
—Si... Solo míralo.

Chris era el que disfrutaba más de la fiesta. Incluso pidió permiso a Leon bailar unas cuantas piezas con su pareja (sospechoso...). Estaba más activo que nunca.
Leon rió un poco junto con Claire hasta que este suspiró.

—Ada y yo tenemos que irnos. Fue divertido estar aquí. Te agradecemos el detalle.
—Sabes que no hay problema, ojalá les vaya bien en su viaje.

Leon asintió, levantándose de la mesa y dirigirse hacia Ada. Antes de tomarla por la cintura, él la notó sonrojada y un poco sonriente.

—Ada. Es hora de irnos. —Esta dio un pequeño salto del susto.
—Oh...claro. Estoy un poco exhausta. Y...¿A dónde piensas llevarme? —Le susurró esta en el oído.
—Es una sorpresa. Es mejor ir ahora, antes de que se haga de noche.

Los dos se despidieron de los invitados y subieron al auto. Ambos se dirigieron a un hotel que Leon ya había reservado (con Trivago, ok no) para pasar esa semana en su luna de miel. Llegando a la habitación, Ada besó apasionada a Leon mientras que el rubio la cargaba hasta llegar a la cama acostándola delicadamente, haciendo así los dos cayeran en esa pasión.
------------
Eran ya las altas horas de la madrugada, una silueta paseaba tambaleante por las calles, en su mano llevaba una botella de alcohol y unos ojos cristalinos se veían a simple vista. La gente que caminaba por ahí solo lo miraban extraño y sin importancia.
Abrió con trabajo la puerta de su casa y caminó hasta la cocina, dando un trago más a la botella. Sentado en la mesa tomó aquella invitación que la dama de rojo le dio descaradamente días atrás, pidiendo su asistencia para el evento. Él sólo quedó callado.
Una lágrima más brotó de él, cayendo justo en las letras que formaban el nombre de Leon. Con un grito que envolvió toda la casa se atrevió a romper la invitación en dos para después ponerse a llorar amargamente.
Como alguna vez lo imaginó,  finalmente lo había perdido todo.

Never Let You Down - Leon & Buddy (Resident Evil Damnation) [FINALIZADO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora