RUDE | kendall f. schmidt |

Capitulo 71. | "El Baile." Parte 1.

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Capítulo 71. | "El Baile." Parte 1.

Entro corriendo al hospital sin saber exactamente a donde ir.

Camino hacía la recepción para preguntar su estado. Los paramédicos habían llevado la camilla tan rápido que no me dio tiempo de seguirlos.

«Por favor Dios, que se encuentre bien.» Pienso desesperada.

| 44 horas antes. |

—Buenos Días, preciosa—me saluda Kendall en el momento en el que ve que abro mis ojos y me remuevo en la cama. Besa mi frente y yo sonrío.

Me encanta que me diga así.

—Buenos días —digo aún un poco adormilada—. ¿Hace cuánto qué estás despierto?—pregunto y apoyo mi barbilla en su pecho. Él acaricia mi espalda cariñosamente.

—Hace 10 minutos, no quise despertarte—sonríe y me encantó verlo con su faceta mañanera. Su cabello revuelto de una manera sexy y poder despertar a su lado.

—Me encantas—confieso y le doy un beso en su abdomen para luego levantarme con las sabanas alrededor de mí y caminar hacía el baño y darme una ducha. Él ríe sensualmente y antes de que cierre la puerta del baño habla:

—Y tú a mí, mi amor.

Entro al baño sin poder quitar la sonrisa de mi rostro, dejó caer la sabana y me meto a la regadera para comenzar con la ducha.

Cuando termino la ducha salgo del baño con una toalla enrollada en mi torso, recojo mi ropa que se encuentra donde la deje anoche y me la pongo.

Después de cepillarme el cabello con el peine que encontré en el baño, bajo en busca de Kendall.

—Buenos días señorita—saluda una voz de mujer y me sobresalto.

Por favor que no sea su mamá, esta sería una pésima primera impresión.

Volteo un poco asustada, pero me encuentro con una chica de limpieza que me sonríe.

—Buenos días, soy Blake—saludo amablemente—. De casualidad ¿sabes si la señora de la casa de encuentra?—pregunto.

—No señorita Blake, ella y el señor Schmidt salieron desde el Martes. Regresan mañana—yo suspiro aliviada.

—Gracias. Oh, y no me digas "señorita" Blake, dime sólo Blake, parece que te refieres a mí como a una señora—digo y río.

—Claro Blake, ¿Otra cosa que se le ofrezca?

—Oh sí, ¿de casualidad no sabes dónde está Kendall?

—Su novio se encuentra en la cocina.

—Gracias—agradezco y voy camino a la que supongo es la cocina, y acierto.

Veo a Kendall de espaldas a mí, lleva unos pantalones, pero sigue sin una playera.

Me acerco detrás de él y pasó mis brazos por su torso y le doy un beso en la mejilla.