Capítulo 69. | "Jason sigo-sin-saber-quién-es."

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Capítulo 69 | "Jason sigo-sin-saber-quién-es."

La hora de la fiesta de Jason llego.

No crean que se me ha olvidado la mentira que me han dicho los tres chicos. He intentado llamar a los tres para reclamarles por qué diablos me han mentido, pero ninguno contesta el celular.

—¡Es hora de que nos empecemos a arreglar!—dice Michelle emocionada mientras entra a mi cuarto. Metete a bañar, yo escogeré tu ropa—me dice y yo le hago caso—Recuerda depilarte completamente bien—dice antes de que cierre la puerta del baño, remarcando "completamente".

Raro.

Me quito mi ropa y abro la lluvia artificial dejando que se temple. Me baño y me depilo muy bien completamente haciéndole caso a Michelle. Algo está planeando, ya que por algo me lo está diciendo. Termino mi baño y me enrollo una toalla en el torso y otra en el cabello y así salgo por algo de ropa interior.

Me sorprendo al encontrar encima de mi cama, un vestido ya listo, junto con la ropa interior a un lado.

Era un conjunto de ropa interior de encaje y blanco.

¿Qué diablos tramas Michelle?

Pero no puedo preguntarle ya que se a ido a su habitación.

Después de casi una hora de arreglarme, ponerme perfume, maquillaje y revisar que todo esté perfecto, estoy lista.

Michelle me ha elegido una falda blanca que va en la cintura y un top rosa bordado, junto con unos tacones blancos.

Me planche mi cabello y me puse un poco de aceite en él para que éste brilloso y manejable.

—Estoy lista, baby—dice ella entrando a mi habitación y me observa de pies a cabeza al igual que yo a ella.

Lleva un vestido azul aguamarina por encima de sus rodillas, de escote de corazón y unos tacones nude. Su cabello al contrario del mío, le hizo ondas que la hacen quedar muy bonita.

—Es hora de irnos, andando—me avisa—. ¿Estás llevando todo lo que necesitas en tu bolsa? ¿Nada se te olvida?—yo niego—. Perfecto, andando.

Ya que estamos en el estacionamiento, subimos al auto y ella comienza a manejar. No sé en realidad donde vive ese tal Jason, así que no sé exactamente hacia dónde estamos yendo.

Estoy tan sumida en la canciónes que ni me doy cuenta cuando el auto paró hasta que Michelle habla

—Hemos llegado—avisa y yo miro por la ventana.

Esta debe ser la casa equivocada, no es porque no sea hermosa, porque lo es.

Tiene un enorme jardín al frente y la casa es grande, 2 pisos, blanca y elegante. Al igual que la casa de Kathleen tiene un camino de piedras para llegar a la escalinata que te lleva a la puerta de entrada de un blanco brillante.

En este lugar no se puede estar celebrando una fiesta, está todo muy callado.

Ya que hemos parado por la escalinata me volteó hacia Michelle confundida.

—Creo que te has equivocado de dirección, no creo que aquí haya una fiesta—bromeo. Ella ríe.

—No, pero tú parada es aquí—yo la miro confundida.

RUDE  | kendall f. schmidt |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora