Capítulo O5. | "Lobby."

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{ En multimedia: el auto de Kendall.}

Capítulo O5. | "Lobby."

Blake Jones.
| Lunes. 3:45 de la tarde. |


Después de estar un rato en el auto de Kendall explicándole por donde tenía que ir para llegar a mi edificio llegamos. Me di cuenta de algo, el muy estúpido giraba en otras calles apropósito solo para molestarme.

Igualito a Kathleen.

Ya que estacionó el auto, me bajé del auto sumamente rápido, quería terminar con esto de una buena vez. Estaba caminando muy rápido -casi estaba corriendo- creo que Kendall se había quedado perdido por ahí. Voltee para ver si me seguía. Tenía razón, el se había quedado atrás.

Volví hacia el lobby y lo vi ahí caminando hacia la recepción. Había una muchacha ahí, de pelo café largo. Levanto la vista hacia Kendall con una mueca y luego la cambio rápidamente por una sonrisa. Está bien, Kendall estaba guapo, pero no era para tanto. ¿Qué hará ese chico? Me acerque un poco para poder escuchar que hablaban.

—Si, ¿en qué puedo ayudarle?—dijo ella y sonrió coquetamente. La perra estaba coqueteando con él. Esperen ¿Qué dije? No, olviden que le dije perra.

—Hola—sonrió el devolviéndole el gesto. Tenía que ser una broma, el estaba coqueteando con ella cuando el tenia novia—. Si, busco el apartamento de....—llegue en ese momento y le agarre la mano. Aunque no me agradara Kathleen no dejaría que él coqueteara con otra tipa.

—Ven, ya no necesitas ayuda de...—leí su gafete—....Sophie—dije apretando la mandíbula. Kendall me dio un beso en la mejilla. Wow, ¿Qué pasaba?

—Tranquila—dijo para que Sophie lo escuchara—. Bien, gracias de todos modos.—dijo el cortésmente.

—Hey, se te olvido algo—dijo la castaña.

—¿Ah si? ¿Qué cosa?—preguntó Kendall confundido.

—Mi número de celular—sonrió coqueta mientras le entregaba un papelito. ¡P-E-R-R-A! Kendall agarró el papel y le sonrió de vuelta.

—Ven vámonos amor a mi apartamento—dije para hacerlo mas creíble e hice una cara de victoria a la castaña. Jale a Kendall de la mano y lo lleve hacia la entrada del pasillo hacia el ascensor para poder hablar con él y "Sophie" no me escuchara. Lo solté y me cruce de brazos—. ¿Es enserio?—dije irónica.

—¿Qué cosa?—dijo el fingiendo inocencia.

-—Estabas coqueteando con la recepcionista y tienes novia. Hombre tenias que ser—rodé mis ojos.

—¿Celosa?—dijo él divertido.

—En tus sueños Schmidt—reí sarcásticamente y rodé los ojos—. La chica te come con sus ojos, ahora—dije viéndola.

—Pues tenemos que hacer algo ¿no es así?

—¿De qué hablas?—dije confundida.

—Alguien le hizo creer que somos novios—rió.

—Lo hice por una razón, no es porque quiera eh—me justifique.

—¿Ah si? ¿Cuál?—dijo el interesado.

—Puede que no me caiga de lo mejor Kathleen, pero es tu novia y no deberías de estarle coqueteando a esa zorra de ahí—lo ultimo lo dije apretando la mandíbula, la veía, quería desnudarlo solo con la mirada—. Ahora veo porque están juntos, son el uno para el otro—dije volviendo mi mirada hacia él—. ¿Por qué siguen juntos, si los dos coquetean con otras personas?—pregunté.

—¿De qué hablas? Yo solo estaba siendo amable—rodé los ojos, si "amable"—. Y deja de estar inventando cosas de Kathleen que no son ciertas—dijo él un tanto molesto.

—Si claro eras "amable"-hice comillas con mis dedos y rodé los ojos de nuevo—. Y no invento nada, ella igual lo hace. Oops creí que lo sabías—dije obvia y sin un poco de arrepentimiento al decírselo.

—No, no es verdad. Solo estas mintiendo—dijo el negativo.

—¿Por qué te mentiría eh? No ganaría nada haciéndolo—dije, era la verdad—. Me he hartado iré con esa castaña y voy a arrancarle sus estúpidas extensiones y le romperé toda esa cara— dije cambiando de tema, debido a que vi que se ponía triste e incomodo. Él sabía que yo no ganaba nada mintiéndole.

Empecé a caminar hacia la recepción pero Kendall me jalo hacia él. Me agarro de la cintura y me pego a su cuerpo. Alce mi cara a ver esos hermosos ojos verdes. Tenía que admitirlo, sus ojos eran la perdición.

—Tranquila chica—dijo él en susurro—¿Recuerdas? Según ella somos novios, así que no tienes que hacer eso.

—Créeme si Kathleen estuviera aquí, haría algo peor que yo.

—Pero nosotros podemos hacer algo mejor, que hará que ella quiera ser tú—dijo egocéntricamente.

—¿Cómo que...—no termine de decir la oración ya que él había juntado nuestros labios. Una corriente eléctrica me recorrió por completo. Era la primera vez que lo besaba. El beso era lento pero era exquisito. Pase mis brazos alrededor de su cuello y empecé a jugar con su cabello. Tenia que admitirlo, besaba como un Dios.

Se escucho una tos falsa que nos hizo separarnos. Nuestros pechos subían y bajaban con rapidez intentando recuperar el aliento. Lo vi, estaba un poco despeinado y sus labios estaban rojos e hinchados, se veía sexy. Mataría a quien había hecho separarnos.

Adivinen quien fue la de la tos falsa. Sí, la estúpida Sophie.

—Obstruyen el paso al elevador.—dijo molesta.

—Perdone—fingí una sonrisa—. Perra envidiosa—dije por lo bajo. Kendall rió. Mierda, me había escuchado.

Empezamos a caminar adentro del pasillo hacia el elevador. Kendall estaba alado mío caminando. Aprovecharía el momento. ¿Por qué no? besaba rico, tenía que aprovechar la oportunidad.

Lo voltee y lo empuje hacia la pared. Y junte nuestros labios de nuevo. Paso sus brazos a mi cintura y yo los míos alrededor de su cuello. Nos separamos por la falta de aire. No me había dado cuenta que habíamos intercambiado lugares. Ahora era yo la acorralada a la pared.

—Te gustó el beso eh—dijo él—. A mí también me gusto Jones—guiño el ojo y se quito para que volviéramos a caminar.

RUDE  | kendall f. schmidt |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora