Abecedario SouHaru

U de Universidad

Free! no me pertenece y blabla :v

Casi sin darse cuenta ya habían pasado varios meses desde su ruptura con Haruka, mejor dicho, Nanase, todo por culpa de su estúpido orgullo, sólo porque no quería salir lastimado, y había olvidado que su ex novio sufrió mucho más que él; en estos momentos se encontraba en la Universidad de Tokio "conversando" con Tachibana y el montón de chicas superficiales que insistían en preguntarle acerca del amante del agua.

-Ya les dije: no lo sé.- Les contestó en el tono menos grosero que pudo, ya quería que se alejaran de él, ¿acaso no entendían las indirectas? Aunque, bueno, tener al castaño cerca tampoco era de ayuda, era demasiado amable y bonachón para este mundo, tanto que hasta le hartaba, pero lo soportaba, pensando que si Nanase pudo, él también podría.

-No esperas que nos creamos eso, ¿o sí, Yamazaki-kun?- Volvieron a cuestionarle acerca de eso, ¿cómo podía decirles que se largaran sin que se sintieran tan ofendidas? Como siempre fue todo un galán que buscaba atraer a las chicas, no sabía cómo lograr el efecto contrario, era como si formara parte de él ser así de irresistible, nadie podía negarlo.- Eras demasiado amigo de Nanase-kun, ¿no? ¿O acaso es cierto el rumor?

Eso último lo puso en alerta, ¿de qué maldito rumor hablaban? Nunca había escuchado nada sobre ello, él pensaba que ocultó muy bien sus sentimientos por Haruka y también su noviazgo, así que, ¿de qué rayos hablaba esa zorra parlante? No se le ocurría una manera de preguntarle sin sonar demasiado interesado o inseguro, tal vez hasta era un invento de ella, sí, eso debía ser, ¿o no?

-Oí por ahí que ustedes no eran simples amigos, mejor dicho, eran novios, es cierto, ¿no?- Le sonrió con arrogancia, quería que esa mujer se callara; tenía que responderle, si no, sabría la verdad, y no era que le avergonzara, no era tanto así, simplemente buscaba proteger la reputación de Nanase, o bueno, al menos eso creía.

-Sí, es cierto, pero deja de estar molestando, eres demasiado pesada.- Esa voz no era suya, ¿era la de Tachibana? No, si acaso sería Rin, el castaño no dejaría su rostro amable, al voltearlo a ver pudo darse cuenta de que era mejor no meterse con él o sus amigos, porque cambiaba totalmente y se volvía un poco, tan sólo un poco, intimidante.