CAPITULO ONCE (11)

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Dos días habían pasado desde mi última salida con Sam, donde descubrí varios secretos suyos pero no supe mas de él desde ahí, solo me había enviado un par de mensajes donde me decía que no se sentía bien. Por otro lado en esos días las cosas con Jamie habían mejorado un poco, ella prometió contarme todo prontamente cuando se sintiera un poco mejor, Trenton había llegado a casa con muchos golpes en la, cara cuando el preguntamos que había pasado solo respondió que eran productos de una pelea en un bar, me extraño ya que el no suele ir a bares pero finalmente lo deje así.

-Tía Margaret dice que bajes a almorzar.- Hablo Steve desde la puerta. Lo mire y cuando estaba a punto de irse hable.

-Espera.- El se giro y me miro aburrido- Esto debe parar Steve, todo el tiempo que llevo aquí hemos estado peleados. Vamos eso nunca nos había pasado en toda nuestra vida.

-Caroline el tema de mi novia es delicado para mí.

-Oh por favor, nos conocemos de toda la vida, tenemos la sangre familiar corriendo por nuestras venas ¿y una chica va a arruinar todo eso?

-Estoy enamorado de ella, ya no es una simple chica.- Soltó de repente haciendo que me quedara sin aire un momento.

-¿Qué?- Lo mire buscando algo en el que me dijera que no al amaba pero al decirlo había sonado tan real- No puedes estar hablando enserio.

-Lo que escuchaste, la amo y para mi ella siempre será primero.

-¿Esa maldita chica te la lavado el cerebro a punta de cuantas poses? Estás loco si crees que ella te ama de igual forma.

Sus mejillas comenzaban a tornarse rojas de la rabia.

-¡Ella me ama  y me comprende aun mas que tú!

-Pues claro que lo hace, no puedes comprar el amor fraternal con el amor de pareja, pero te lo aseguro esa chica no tiene ni un poco por ti.

-Cuando pase el tiempo te demostrare que ella es mucho mejor de lo que tu creíste.

-Cuando pase el tiempo me darás la razón sobre ella idiota.

Se giro y cerro al puerta de un portazo, solo negué con la cabeza y baje a almorzar.

-¿A dónde iras?- Pregunto Jamie al ver me salir de casa.

-Iré a ver a Sam, me dijo hace dos días que estaba enfermo pero no he vuelto a saber más de él y me preocupa.

-¿Puedo ir contigo? Luego podríamos caminar, y… hablar.- Dijo mirándose los pies.

Eso me había sonado extraño así que cambie de opinión.

-¿Y si mejor vamos tu y yo a caminar? Iré con Sam mas tarde.

-Bien.

Comenzamos a caminar y de reojo la vi frotar sus manos repetidamente contra su pantalón.

Habíamos estado en silencio mucho tiempo y me estaba poniendo de los nervios, cada vez veía a Jamie mas inquieta que antes pero me controle a mi misma para dejar que fuera ella quien hablara de primero no iba a presionarla por las que quisiera, así estuvimos hasta que llegamos a un pequeño parque bastante alejado de casa, fue ahí donde caí en cuenta lo mucho que habíamos caminado, ese parque quedaba a una media hora de casa. Nos sentamos en el pasto alejadas de unas madres que cuidaban a sus hijos desde las bancas mientras los pequeños  jugaban.

-Quisiera contarte todo pero no se por donde comenzar.

-El principio del problema siempre es una buena alternativa para iniciar.

MENTIRAS DE VERANODonde viven las historias. Descúbrelo ahora