MENTIRAS DE VERANO

CAPITULO TRES (3)

Habían pasado unos días desde que todos estábamos en el pueblo, y el verano se sentía como siempre, acogedor y familiar. Por lo general veíamos películas hasta muy tarde o jugábamos algún juego extraño que Connor conocía. La noche de hoy estábamos solo hablando de todo y nada, contando nuestros mejores chistes y riéndonos como enfermos mentales mientras los vecinos nos daban esa mirada irritada que siempre estaba en sus ojos cuando nosotros llegábamos, un dia los escuche preguntándole a tía Margaret porque seguía recibiéndonos, siendo nosotros tan ruidosos y fastidiosos, ella solo los miro enojada y les dijo ”-El amor nos hace pacientes, y nadie ama a estos chicos más que yo-“ luego de eso no volvieron a hablarse como antes.

-Llevamos casi una semana aquí y no hemos ido a nadar a el lago o a alguna piscina.- Dijo Lucy, recostándose en el hombro de Steve.

-Es cierto, deberíamos ir a el lago de siempre.- opino Connor.

-Podrías invitar a tus primos, Trenton.- Esta vez fue Jamie quien hablo.

Desde mi lugar pude ver como Trenton apretaba la mandíbula levemente ante la mención de sus primos.

-Oye es cierto, yo aun no los conozco.- Dijo Steve.

Desde que habían llegado solo habíamos visto a Sam y a Logan una vez, Trenton no los había querido traer de nuevo, en vez de eso pasaba la mañana con ellos y la tarde y noche con nosotros antes de irse a casa de su madre a dormir.

-Podríamos ir mañana.- Dije mirándolo.

-No lo sé.- Me devolvió la mirada rogándome con ella que me retractara.

-Oh por favor, será divertido.- Asegure.

El me miro unos segundos antes de suspirar y asentir con la cabeza.

-De acuerdo. Estaré aquí a las ocho con ellos.

Lucy chillo emocionada y se fue escaleras arriba diciendo que iba a preparar todo para mañana temprano no tener que apresurarse.

-Todos deberíamos hacer lo mismo.- Me levante y camine hacia las escaleras. Mire por encima de mi hombro y vi que los chicos seguían jugando póker tranquilamente en la mesa ignorando mi comentario anterior.

Connor, levanto la vista.

-Somos hombres. Nosotros no necesitamos alistarnos desde la noche, con un short de baño y una camisa tenemos.- Dijo mirándome obvio, mientras los otros dos asentían repetidamente como los muñecos cabezones que tienen los autos.

Rodé los ojos y seguí mi camino subiendo las escaleras y gritando un “Buenas noches” en el proceso.

Como fieles y verdaderos miembros de la familia Black que somos, eran las 8:15 y en casa de tía Margaret todo era un caos, nadie estaba listo y todos corríamos por toda la casa buscando lo necesario para un día en el lago, como era de esperarse nuestra tía se había despertado temprano y nos había empacado el almuerzo para no tener que caminar de vuelta a casa a medio día y así poder estar todo el día fuera.

-Eso es una maldita manía familiar.- Alego Connor con enojo al no encontrar tu toalla de baño.

-Cuida tu vocabulario jovencito.- Lo regaño tía Margaret al mismo tiempo que le daba un golpe en la cabeza bastante fuerte.

Connor no dijo nada, solo se limito a sobarse la cabeza y mirar sus pies.

-Está en el gen Black llegar tarde a todos lados.- Dijo Lucy mientras comía una tostada y peinaba su cabello al mismo tiempo.- Ni siquiera Trenton a llegado.

Y en efecto era cierto, era común en nuestra familia ser impuntual, yo no era la excepción sin embargo, me las arreglaba día a día para no llegar tarde al trabajo con mi plan de seis alarmas cada cinco minutos para así lograr despertarme a una buena hora y poder hacer todo antes de irme a trabajar. Pero claro, al estar en verano, dejaba que todo volviera a la normalidad conmigo misma, me permitía llegar tarde, olvidarme de mis obligaciones y preocupaciones y como no, sentirme como una adolecente de nuevo olvidando por completo el hecho de ser una adulta con un trabajo que cuidar y cuentas que pagar.