CAPITULO TREINTAIUNO (31)

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SAM

Desde mi encuentro con Steve no había dejado de pensar en ella. Me las había ingeniado para ir a verla cada mañana antes de entrar a la universidad. Me quedaba en el auto observándola. El primer día no pude evitar pegarme a la ventana como un maldito maniático, no la había visto en mucho tiempo y debo admitir que estaba más hermosa de lo que recordaba, su cabello estaba más corto y había subido un par de kilos sin dejar de ser perfecta. Siempre estaba sola, entraba sin saludar a nadie, obviamente ganaba miradas de varios chicos al pasar por su lado pero ella ni se inmutaba, tampoco vi que tuviera amigas, la cuarta mañana vi que un chico se había acercado a hablarle pero ella lo rechazo con cortesía.

El día de hoy había despertado con una sola cosa en mente.

Es su cumpleaños.

Trent me había llamado para decirme que estaría aquí y que esperaba poder verme. Le había dicho a Allison que me dejara libre el día de hoy. Tenía varias ideas sobre muchas cosas que no sabía si tendría el valor para hacerlo al final del día, pero solo en una cosa podía pensar luego de verla durante estos días.

Aun la amaba. Y estaba arto de tenerla lejos de mí.

A la mierda el destino, a la mierda el pasado, a la mierda aquellas mentiras de verano. La quería conmigo y no pasaría esta noche sin ella.

Tome mi teléfono y llame a Trenton. Imaginando que lo despertaría ya que eran las cinco de la mañana.

-¿Hola?- sonaba despierto

-Quiero recuperarla.- solté de repente.

-¡Ya era hora! ¿Qué tienes en mente?

Le conté todo lo que hasta ahora tenía planeado, el ayudo mucho con ideas nuevas, al final terminamos hablando también con Steve. Estaba casi listo el plan solo faltaba el toque final y comenzar con todo, tenia personas para hacer cada cosa pero debía ser en menos de nueve horas. Lo lograríamos.

****

Allison y yo caminábamos en busca de la floristería que Trenton había encontrado por internet, según Allison era la mejor de la cuidad, pasaban anuncios en todos lados, muchos famosos habían mandado a hacer sus ramos de bodas y demás fiestas allí.

De reojo vi a Steve caminando en nuestra dirección, lo habíamos mandado a hacer un par de cosas más para lo que teníamos en mente. Al verme sonrió, pero su sonrisa cayó al ver a Allison a mi lado. Rápidamente llego a mí.

-¿Quién es ella?

-Steve ella es Allison, Allison El es Steve.

Ella le sonrió pero él no dejaba de mirarla con confusión y rabia.

-¿Quieres a Caroline de vuelta teniendo a una chica embarazada? ¡Ni lo sueñes!

Entonces entendí su mirada de odio hacia Allison.

-El bebe no es de Sam imbécil.- le dijo ella.

Steve se quedo sin aire, sus mejillas se tiñeron de rojo mientras la miraba avergonzado.

-Lo siento, en serio lo siento, estoy un poco asustado por todo esto. Pienso que algo saldrá mal en cualquier momento.

-La próxima vez solo pregunta.- dije.

Dos meses después de firmar el contrato con la disquera, Allison llego a mi departamento llorando con una prueba de embarazo en sus manos temblorosas. Su novio de un año la dejo sola luego de ver esa prueba, y mi padre al enterarse la despidió con la patética excusa de que no rendiría igual en el trabajo. Sin el apoyo de sus padres tampoco, le dije que se mudara conmigo, yo me responsabilizaría del bebe y todos sus gastos, ella como siempre con su orgullo de por medio me dijo que se quedaría solo si le daba un trabajo, así que le confié mi guardarropa y parte de mi agenda. Desde ese día había visto su cuerpo cambiar frente a mi cada día, siempre la acompañaba a sus citas y ecografías, también en sus clases de parto. El nombre del niño también me dejo escogerlo. Ares, lo llamaría como el Dios de la guerra porque eso es lo que el seria, un guerrero ganador de todas las batallas impuestas por la vida. La quería como a una hermana pero a su bebe lo amaría como si fuera mi hijo.

MENTIRAS DE VERANODonde viven las historias. Descúbrelo ahora