MENTIRAS DE VERANO

CAPITULO QUINCE (15)

Todo se volvió silencioso tras el grito de Sam. Lo mire y sentí el alma abandonar mi cuerpo por un momento.

-¿Qué?

El había dejado de retorcerse entre los brazos de Trent y ahora me miraba con ojos llenos de determinación.

-Lo que oíste. Quiero todo de ti y todo contigo, quiero estar contigo en cada momento de tu vida sea bueno o malo, quiero pasar contigo los obstáculos que nos ponga la vida, quiero estar contigo el tiempo que el destino quiera ya sea un mes o una vida entera, sé que es demasiado pronto para pensar en toda una vida pero mierda Caroline te quiero  a ti en ella.

Lo mire sin parpadear ni una sola vez, temía que al hacerlo el desapareciera junto con esas palabras que me estaba diciendo.

-¿Qué hay de tu futuro? No puedes arruinarlo por mí.

-¿Mi futuro?- Se rio un poco- Tuve que tener una charla con mi abuela y un par de golpes para darme cuenta que mi futuro estaría incompleto sin ti en el.

No respondí, no sabía que decir, en estos días había tenido tanta rabia acumulada que pensé en mil cosas horribles que le diría cuando lo viera de nuevo, quería decirle que era un imbécil por haberme dicho esas cosas hace unos días pero luego viene aquí se pelea con mi primo y al final dice que quiere todo conmigo, arruino todos mis discursos obscenos.

-Por favor Caroline, ven conmigo, déjame decirte todo lo que siento, pero no aquí.

Sus ojos me suplicaban en silencio que dijera que si, yo por mi parte no sabía qué hacer, aun tenía dudas sobre lo que estaba diciéndome, temía que fuera solo una farsa para tenerme entre sus brazos de nuevo y que al terminar el verano fuera historia. Mire por encima de mi hombro y vi a tía Margaret de pie con una mochila en sus manos, me hizo señas para que me acercara a ella y así lo hice.

-Empaque un par de cosas para ustedes, incluido un pequeño kit de primeros auxilios.

La mire sin entender. Ella quería que fuera con él pero ¿Por qué? Lo había visto pelear con su nieto. 

-Es un buen chico y creo que deberías escucharlo, después de todo lo que dijo creo que si siente muchas cosas por ti.

Tome la mochila bese su mejilla y baje las escaleras llegando al lado de Sam, recogí su casco en el camino y se lo tendí.

-Vamos a hablar.

El me sonrío y se encamino a hacia la moto, no tomo el casco así que subí detrás de él y se lo volví a tender.

-Póntelo tú, prefiero tu seguridad que la mía, y no traje el otro casco.

Encendió el motor y avanzo, mire a mi familia, ninguno se opuso a que fuera con él ni tampoco hicieron ningún comentario, todos nos miraban sorprendidos, no sé si a mí por irme con él o a el por haber dicho aquellas cosas.

Condujo varios minutos por la carretera tomo la ruta del busque y nos internamos en el hasta llegar a los arboles juntos que daban a la pradera. Nunca había venido aquí al atardecer ni mucho menos de noche y ya faltaba poco para que la luna saliera.

Baje de la moto y el hizo lo mismo, en silencio separo los arboles un poco para que yo pasara, llego a mi lado y me quede maravillada ante la escena, el sol casi se había ocultado por completo dejando ver una mezcla de colores en la pradera, las flores habían tomado un color azul por la casi oscuridad haciéndolas ver realmente hermosas.

Sam tomo mi mano y caminamos unos metros más adentro hasta detenernos a la mitad.

-Caroline yo…