Capitulo Treinta (30)

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Ocho meses habían pasado desde esa noche en la que le dije adiós en contra de su voluntad. No negare el hecho de que llore como una condenada niña el primer mes. No entre en depresión ni deje de comer por algo así, pero mi corazón se sentía resentido con la ausencia de esa chico cuya sonrisa me había encantado desde el primer día.

Poco a poco fui acomodando todos los sentimientos que le pertenecían que eran la mayoría, desde el amor hasta el mismo enfado, al final decidí dejar de torturarme a mi misma con lo que pudo haber pasado y me quede con lo que paso, me quede con esos buenos recuerdos, así al verlo en la televisión, revistas o escucharlo en la radio se me haría más sencillo, vería al chico que me hizo feliz en su momento y del cual ahora podía verlo y escucharlo sin hacerlo realmente.

Luego de aplicar por simple curiosidad a una beca para la medicina, pero sin esperar realmente una respuesta positiva me lleve una enorme sorpresa al ver esa carta de aceptación que tenía mi nombre en negrilla al principio del mensaje junto con la frase "felicidades, ha sido aceptada..." me emocione tanto que me desmaye haciéndole pasar un enorme susto a mi madre y a Steve esa tarde.

Puedo decir que estaba casi igual de feliz al momento de recibir mi carta como el día que lo vi en televisión por primera vez. Sin importar como había terminado todo, me volví loca en mi departamento al escucharlo cantar en un programa de entrevistas. Se veía diferente, su cabello estaba más largo y tenía una perforación en el labio. Nunca se le había visto con ninguna chica en lo que llevaba de carrera y tampoco había tenido ningún escándalo.

Las chicas en mi clase hablaban de él cada segundo, es por eso que no entable amistad con ninguna. No era nada cómodo escuchar como lo deseaban de formas en las que yo lo había tenido solo para mí tiempo atrás. Solo me hacían querer devolver el tiempo y disfrutar un poco mas esos momentos, hacerlos un poco más largos o haberle dicho lo que siempre quise decirle pero nunca tuve el valor.

Lo amaba.

Por un momento pensé que al pasar el tiempo todo pasaría, que lo olvidaría así como he olvidado todo aquello que me había hecho daño en su momento, pero estaba realmente equivocada en muchos aspectos.

Sam nunca me hizo daño, todo lo que nos paso solo fue algo en lo que ni él ni yo teníamos opción, y sin importar que, el trato de dejarlo todo por mí. Quiso estar conmigo aun sabiendo todo lo que perdería.

Fui yo quien le hizo daño, fui yo quien destrozo todo lo bueno que él quería darme. Fui yo quien se encargo de alejarlo de mí.

Luego de un par de semanas lo llame. Y recibí justo que él recibió de mí... El rechazo.

Al principio nos sentimos ganadoras y nuestro orgullo crece mucho más. Pero cuando ellos nos devuelven exactamente lo mismo, nos duele, y ahí es cuando nos damos cuenta del error y de lo malditas que pudimos llegar a ser. Luego de dos intentos mas, la contestadora me dio el mensaje más humillante y frio que nunca había recibido en mi vida "Su número ha sido bloqueado". Sin más, después de eso centre toda mi atención a mi carrera universitaria y a mi trabajo, no quería mas amor a mi alrededor solo quería hundirme en libros y ahogarme en conocimiento.

***

A lo lejos me quede viendo el mismo auto negro que los últimos seis días parquea justo frente a la universidad a la que asisto, sin recoger ni dejar a nadie, solo se queda ahí hasta que todos salimos y luego se va. Se sentía como si la persona detrás de ese vidrio polarizado me estuviera mirando a mí. Era algo incomodo y enfermizo pensar que ese auto estaría aquí por mí, pero no podía dejar pasar la sensación de ser observada. Se lo dije a Steve pero el solo me dijo que tal vez era alguien espiando a su ex o un padre vigilando a su hija, comencé a pensar como él y luego de eso deje de preocuparme tanto.

Comencé a caminar a la biblioteca principal de la cuidad que no estaba tan lejos de la universidad. Tarareaba una canción mientras caminaba, recordé lo que me decía mi madre de no ponerme los dos audífonos cuando caminaba sola, pues no sabias exactamente quién estaba detrás de ti y lo mejor era tener los oídos atentos a cualquier movimiento brusco a nuestras espaldas. Deje un oído libre de la música y seguir caminando, escuche unos pasos detrás de mí, voltee y vi a una chica de mi edad hablando por teléfono.

Cuando termine toda mi investigación caminaba de nuevo a casa había guardado mi teléfono al salir, llegando a la esquina de mi departamento sentí a alguien tomarme de la cintura y levantarme fuertemente. Al principio me asuste y ahogue un grito pero luego reconocí inmediatamente ese tono de piel característico de mi familia. Me dejaron en el suelo y voltee para encontrarme con la cara bronceada de Trenton.

-¡Oh Dios mío!- grite al tiempo que saltaba y enredaba mis piernas en su cintura-. ¿Qué haces aquí?

-También me da mucho gusto verte.

No nos veíamos desde el verano.

-No puedo creerlo, estas en clases ¿Cómo es que te escapaste para venir?

-No podía perderme la gran fecha.

Me baje y lo mire confundida.

-¿Gran fecha?

El me miro incrédulo.

-No me digas que olvidaste que tu propio cumpleaños es mañana.

Reacomode mis ideas y deje a un lado todos los trabajos que tenía pendiente y las reuniones del trabajo. Haciendo cálculos y viendo mentalmente el mes en el que estábamos, era cierto, mi cumpleaños era mañana y yo no tenía ni la más mínima idea.

-Bueno, he tenido muchas cosas en la mente, cumplir un año más de vida no me pareció tan importante.

-¡¿Cómo puedes decir eso?!- sus ojos se abrieron-. Nuestros cumpleaños siempre han sido lo más importante en nuestras vidas.

Era cierto, el cumpleaños de Trenton era un día después del mío así que siempre nos reuníamos y lo celebrábamos como fuera, nunca pasamos nuestros cumpleaños sin la compañía del otro.

-Está bien, tienes razón, lo siento, es solo que he tenido muchas cosas por hacer. La universidad va a matarme y eso que solo estoy en el primer semestre.

-¡Debería golpearte! Para esto no hay excusa.

Lo abrace.

-Me da mucho gusto verte.

-A mi igual, ahora ven, que se me está congelando el trasero aquí afuera.

Comenzó a caminar pero yo no me moví, sin poderlo evitar pregunte:

-¿Cómo está el?

Había dejado de preguntar por él desde hace mucho pero tener a Trenton a mi lado me hizo imposible no hacerlo.

El me miro y lo odie tanto en ese momento. Solo había lastima en sus ojos.

-Triunfando.

Su mirada me decía que estaba exactamente bien sin mí.

-¿Es feliz?

-Nunca lo he escuchado triste.

Aun dolía y es que amarlo se sentía como el fuego, no te acercas demasiado a sus llamas porque temes quedarte, pero cuando se ausenta te hace falta su calor.

-¿Ha preguntado por mi?

Trent no dejo de mirarme, y esa lastima en sus ojos nunca se fue.

-Ni una sola vez.

Mi pecho ardía en lamentos, mi corazón latía despacio, como si le costara trabajar. Sin embargo, no llore, mis ojos se mantuvieron tranquilos, aunque internamente quisiera hacerlo eso no solucionaría nada, mis lagrimas no lo llamarían mágicamente.

Ya no me amaba y lo que más me dolía era que solo lo había escuchado decirlo una vez.




Les tengo noticias chicas y chicos...

Falta solo un capitulo para que acabe esta novela y el epilogo claro esta.

Muchas gracias por todo lo que hicieron y han echo por mi, esta experiencia ha sido maravillosa gracias a ustedes :)

MENTIRAS DE VERANODonde viven las historias. Descúbrelo ahora