-Vamos Caroline, no tenemos toda la noche.
Connor me miraba igual que todos en la mesa. Estábamos en un restaurante y yo aun no sabía que escoger, todos ya habían dado sus pedidos menos yo, habían muchas cosas deliciosas en la carta que no podía quedarme con una cuando ya pensaba en otra.
-Déjala en paz.- Sam paso su brazo por el respaldo de mi silla mientras miraba de mala manera a mi primo- ¿Qué te parece la hamburguesa especial? Suena bien y fue lo que pedí yo.
-No lo sé.
Escuche un suspiro exagerado, mire al frente encontrándome con Liz la novia de Steve que lastimosamente había venido con nosotros. Me miraba de forma aburrida mientras se recargaba en el hombro de mi primo.
-¿Tienes algún problema?- pregunte levantando una ceja.
Ella se enderezo y me miro.
-Sí, tengo hambre y aun no se han ido a preparar lo que pedí porque tú no eres capaz de decidir sola.- Miro a Sam.
Le había prometido a Steve que me controlaría toda la noche que su novia estuviera con nosotros, pero me estaba cansando su actitud conmigo, desde que salimos de casa no ha dejado de mirarme realmente mal. Imagino que mi primo en su momento de rabia conmigo le conto nuestras peleas. Pero lo que realmente me molestaba era su forma de mirar a Sam, lo miraba discretamente cada minuto, mi tonto primo no se daba cuenta obviamente pero yo si y Sam también, me lo pregunto sutilmente cuando entramos al restaurante “Esa chica me está mirando ¿o es imaginación mía?
Iba a responderle cuando sentí una leve caricia en mi espalda, Sam se acerco a mi oreja.
-Tranquila, no dejes que te provoque.- Susurro, su aliento me daba cosquillas y eso junto a su caricia me relajo.- Les tomo mucho a ti y a Steve arreglar las cosas, no permitas que ella lo arruine de nuevo.
Beso mi mejilla y se alejo de mí sin quitar su mano de mi espalda. Mire a los demás pero todos estaban a la espera de mi orden, nadie parecía haberse enterado de las palabras de Sam. Solo Liz parecía disgustada por el acercamiento de mi novio, sin mencionar que él la estaba mirando con dureza obviamente disgustado por su comentario.
Mire al mesero que esperaba pacientemente mi orden.
-Una hamburguesa especial por favor.- me avergoncé por hacerlo esperar tanto- Disculpe la tardanza.
El señor me miro de vuelta luego de anotar en su libreta y me sonrió.
-No te preocupes linda, han tardado más.
El mesero se fue y nos quedamos en silencio.
-Bueno, al final la niñita necesito la ayuda de alguien más para ordenar ¿Qué edad tienes? ¿Ocho?
Liz hablo rompiendo el silencio. Iba a levantarme dispuesta a darle un golpe pero Sam alcanzo a predecir lo que estaba por hacer ya que me abrazo mas fuerte contra su cuerpo impidiendo moverme pero sin hacerlo notar.
Me mordí la lengua para impedir que las groserías que tenía en mente salieras de mi boca. Mire a Steve en busca de ayuda, el me miro con pena en sus ojos, sus mejillas estaban rojas. Quería intervenir pero no sabía cómo sin parecer estar de mi lado.
-Steve, deberías controlar a tu novia.
Trenton hablo con voz grave mirando directamente a mi primo quien solo suspiro incómodamente.
-¡Vaya! No puedes defenderte sola por lo que veo, si debes tener ocho.
-Cállate ya perra, no me hagas ir hasta donde estas y darte un golpe.
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MENTIRAS DE VERANO
Teen FictionPor lo general el verano es un tiempo de vacaciones placenteras, juegos interminables bajo el sol y en algunas ocasiones amores que solo duran esos días de descanso y al terminar cada quien se va por su lado con un recuerdo en común y experiencias h...