Submission & Domination

Capítulo 6 : Poco

<Anastasia>

Marshall como siempre es poco caballeroso cuando no están los demás. Me deja tirada sobre la acera del frente de mi edificio, dice que por ser solo una puta de compania me merezco que me deje parada. Contengo las ganas de llorar y entro para acostarme y olvidar otro exhausto día de trabajo, dejo las cosas en la barra de la cocina apenas entro.

Me saco todo encima por el camino y entro desnuda al baño para sumergirme en agua tibia. Le pedí por mensaje a Andy que lo dejara preparado y que se vaya  a su casa para dar terminado su día. 

Sumerjo mi cuerpo por completo hasta el fondo sin entender al rumbo que esta yendo mi vida. No quiero esta vida pero si la quiero, no me entiendo ni a mi misma. Ya se ! mañana saldré de compras eso me hará olvidar los días de mierda que estoy teniendo. Hay días que los cliente se comportan como quiero pero hay otros que no, y eso me jode mucho porque no pido mas que respeto, se que pagan por un servicio pero soy una mujer que pide ser respetada en lo mínimo, pero no !!! los hombres que salgo son todos machistas. 

"La mujer debe estar callada, la mujer debe ser educada con todos, la mujer debe ser hermosa frente los ojos de los demás, la mujer debe derrochar sensualidad como también saber mostrar sus partes sin insinuarse a nadie, la mujer debe saber entregarse al hombre que tiene de lado, la mujer debe saber seducir a su hombre, la mujer debe saber como responder a las caricias de su hombre, la mujer es de un solo hombre por la noche que pague, la mujer que es dama de compania tiene que saber moverse entre la multitud y complacer con sus ingenios, la mujer debe ser femenina ante todo, la mujer la mujer la mujer ... " 

Salgo casi ahogando, respiro agitada sin poder parar de inhalar y exhalar aire. Esas frases me atormentan desde que empece este maldito trabajo, son muchas de las cosas que se le pasan diciendo por mi edad, piensan que no tengo la menor idea de lo que hay que hacer para ser una Dama de compania. 

Me seco despacio y me meto a la cama, otra noche solitaria. Miro a la ventana hasta caerme dormida...

Escucho la maldita alarma de mi despertador, me giro y lo apago sin poder abrir los ojos. Maldigo por dentro, si no fuera que es el señor Rick Crowell, le tengo respeto porque nunca abusa de mi, al contrario me trata como su hija aunque no lo sea. Solo quiere compania joven, dice que no soporta ver a su mujer arrugada y vieja, la odia como sus hijos mayores. Es lógico como todos los hacen, solo me usa para pasearse conmigo del brazo y yo encantada. Tiene 68 años y es empresario de unas cadenas de country por las afueras de la ciudad. Tiene 4 hijos, 3 hombres y una mujer, los tres primeros de 40, 35 y 33 años, la mujer es de 27. 

Cada vez que me miran lo hacen con odio por tener que hacer pasar mal rato a la madre. Se que es una calamidad ver a tu esposo de una mujer mas joven paseando, pero yo lo lamento porque es mi trabajo y lo cumpliré por la maldita paga. No están separados ni nada, hasta viven juntos pero duermen en camas separadas, nadie sabe eso excepto yo. 

El me cuenta secretos de sus hijos como de su esposa, piensa mucho en ellos pero no se atreve a acercarse a ellos porque el rechazo que siente es descomunal según el. Ha cometido muchos errores especialmente con sus hijos, obligando a estudiar carreras que no querían seguir y hacer que contraigan matrimonio con gente que le convenía para su negocio. 

Estoy lista, me miro en el espejo el vestido crema que elegí hoy a juego con mis tacones. Agarro mi bolso y salgo para verme con Andy como todas las mañanas. Hoy me acompañará, en diferencia a los demás idiotas que tengo por clientes, el señor Crowell no le molesta mi guardia. Hoy tendremos que ir a unos de sus countrys para una fiesta de fin de semana. Tengo que sonreír del brazo de el y comer cosas ricas, aunque las miradas acusadoras me ataquen mirando a mi persona, lo haré...