XXXVII - La Bruja Ha Vuelto

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- Si, realmente así ha sido pero ésta vez es diferente. - dice con un semblante calmado.

- ¿Que ha cambiado? - pregunto.

- Cuando te ví no fue la primera vez que lo hacía - dice dejándome más confundida aún -. Ya te había visto antes.

- ¿A mí? ¿En dónde? No recuerdo tu rostro. - digo frunciendo el ceño.

- Tú no me has visto, yo sí. - se endereza y me da la espalda buscando una caja en específico. Cuando la encuentra busca algo en ella -. La encontré.

Me entrega una fotografía y la tomo, palidezco.

- No.Puede.Ser - digo sintiéndome mareada.

- ¿Estás bien? - pregunta preocupado situándose a mi lado.

Niego con la cabeza.

Estoy aterrada, sumamente espantada. En la foto salgo yo en una de las calles de Colón, tiene unos años de ser tomada. En ese momento presumo que estaba trabajando para Agustín. De sólo pensar en su nombre se me revuelve el estómago.

- Por favor continúa.

- Hemos tenido varios problemas en ciertas ocasiones sin mayores consecuencias. Nuestro trabajo es estrictamente confidencial y aseguramos la discreción en todo momento, pero al verte no me queda duda que las cosas se han salido de control. - explica -. He sido yo quien ha realizado ese montaje. La persona que pidió este trabajo destilaba odio profundo a la chica de la foto, es decir tú. Normalmente no me involucro en la vida de mis clientes pero no te voy a negar que me llamó la atención el profundo odio que tenía hacia ti. La foto la tengo porque a la persona se le cayó de su bolso y no se percató, la recogí y me la quedé. Siento mucho todo esto y lo que te haya causado.

- ¿De quién se trata? - pregunto yendo directo al punto.

- Es una mujer.

Mi mente se nubla, la realidad a la que me apego se me va de las manos y lentamente pierdo fuerzas.

- ¡Por Dios, estás pálida! - dice sosteniéndome.

- Alaric. - pronuncio débilmente.

- ¿Has venido con un tal Alaric? - pregunta. Asiento -. Iré por él, ¿Dónde está?

- Mi celular, tómalo.

Hace lo que le pido y busca en mis contactos el nombre que le he dado. Lo escucho hablar por teléfono y luego cuelga, vuelve a guardar mi teléfono y a los pocos segundos la puerta es tocada.

- ¿Qué ha pasado? - Alaric pregunta alarmado y luego se coloca a mi lado -. Amanda, estoy aquí. No te preocupes.

- Le explicaba mi razón por haber accedido a darle la información, le comenté además que fuí yo personalmente en que se encargó de realizar el montaje y le confesé que era una mujer quien estaba detrás de esto.

- ¿Una mujer? - pregunta Alaric con un tono de confusión.

- Si, no sé su nombre porque no me lo dijo y tampoco está registrado. Sólo pueden identificarla en el monitor en el vídeo de ese día. - dice el hombre.

- ¿Entonces si hay alguien interesado en Eduardo? - pregunta con más confusión mi amigo.

- Puedo asegurarles que la mujer que me pidió hacer éste trabajo, tenía toda la intención en dañar a la mujer de la foto.

- ¿Podemos ver ese vídeo? - pregunta.

- Claro, espérenme unos minutos.

Nos deja solos y yo me permito ese pequeño espacio para llorar.

Eterno © |Completa|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora