Loguetown 1: Zoro x Sanji.

♥️ Postre 2 ♥️

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En la cocina del restaurante, todas las mañanas había un espectáculo difícil de perderse. Los empleados sabían que valía la pena llegar temprano sólo para presenciarlo y también para contribuir a éste.

→ ¡Siempre es lo mismo contigo, Mocoso! ¡Eres el último en llegar y el primero en irte! ¡¿Cuántas veces van este mes?! ←Gritaba el viejo de canas rubias y bigote trenzado sin empacho mientras los cocineros y las meseras disimulaban sus risas ante un Sanji ruborizado.

→ ¡Ya te dije que yo no tengo la culpa, Viejo! ¡Es ese vago que siempre está buscando pelea conmigo! ←Exclamó el muchacho desesperado.

→ ¡Esas son excusas estúpidas! ¡Por lo menos piensa en algo más ingenioso! ¡Y el trabajo es el trabajo! ¡No puedes ser irresponsable también en eso, Mocoso! ←Le gritó Zeff golpeándolo en la cabeza con su larga cofia. Luego le dio la espalda haciendo un último anuncio→. Ya elegí al nuevo Jefe de Cocineros. Desde hoy le respondes a Jessica...

→ ¡Qué! ¡Tú sabes que ese puesto es para mí, Viejo Decrépito! ←Reclamó Sanji apretando los puños con rabia y frustración.

→Todavía eres un novato... ←Dijo el dueño del restaurante viéndolo con desprecio por el rabillo del ojo antes de abandonar la cocina. Y hasta entonces, todos se sintieron libres para carcajearse plenamente.

→Ese maldito Marimo... por su culpa... ←Gruñó entre dientes sin percatarse de que a su espalda había una mujer rubia.

→Sanji-san... ¿tienes algún problema con estar a mis órdenes? ←Preguntó con voz melosa y llorosa.

El muchacho enseguida volteó con una enorme sonrisa en el rostro y los brazos abiertos para estrujarla con emoción.

→ ¡Claro que no, Jessica-san! ¡Será un placer cumplir con sus deseos, Madame!

Ella recibió al rubio hábilmente con un sartén en el rostro transformando por completo su semblante y su voz.

→ ¡Entonces empieza a trabajar ya! ¡Tenemos que servir el desayuno a las nueve de la mañana y por tu culpa ya perdimos mucho tiempo! ←Exclamó con autoridad dirigiéndose a los demás←. ¡Ustedes también trabajen, manada de flojos! ¡El espectáculo se acabó!

Y a la orden de la nueva jefa, las actividades en el Baratie Restaurant se reiniciaron...

♥ ♥ ♥

Al norte de la ciudad, un hombre de barba delineada yacía en la acera esperando pacientemente. Luego de un rato, al otro extremo de la avenida logró distinguir un destello verdoso que se iluminó con la luz del sol. El hombre reprimió su impulso por caminar mientras sus labios dibujaban una pronunciada molestia.

Un minuto después, Zoro llegó corriendo desesperadamente, se detuvo frente al edificio y susurró unas palabras antes de caer al suelo.

→ Al fin... estoy aquí...

→Roronoa... ←Dijo el hombre con la penetrante y fría mirada de sus ojos dorados clavados en el moreno→. Te dije que salieras dos horas antes de tu casa para que llegaras a tiempo.

→No es mi culpa. ←Se excusó el otro mirándolo desde abajo→. Alguien cambió el nombre de las calles... Y ya te dije que no necesito llegar tan temprano a la oficina, Taka no Me...

→No me llames así... ←Caminó hacia el interior del edificio en cuya portada se levantaban imponentes las letras grabadas en metal.

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