Loguetown 1: Zoro x Sanji.

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Hablarle al respecto a Brook fue más duro de lo que pensó. Verse a sí mismo expuesto de esa manera habría sido muy humillante si no fuera Brook a quien le tenía más confianza que a cualquiera. Fue tranquilizador.

→Si Zoro-san decidió seguir adelante buscando otras alternativas amorosas, no hay mucho que puedas hacer, Sanji-san... ←Dijo el músico mientras caminaba con taza en mano hacía su lugar de trabajo en el Baratie.

→ ¡Eso ya lo sé! ¡No tienes que burlarte en mi cara, Brook! Tengo que ser un hombre y aceptar que perdí al ganar esta guerra... Es la victoria más amarga de mi vida... Pero así son las cosas. Lo único que me queda es regresarle los cuchillos de Wano y desearle felicidad junto a Tashigi-chan.

Brook sabía que aunque no tenía oídos, la voz de Sanji sonaba muy apagada, sin ánimos y forzada. Era como si no pudiera contener su llanto a pesar de sonreír sinceramente. El rubio quería creer en sus buenos deseos para con Zoro aunque eso le costara una amarga felicidad propia.

Sanji había querido convencerse de que estaba en lo correcto. Se pasó el día pensando que dejarlos en paz era lo mejor. Tashigi era bonita y una excelente Oficial de Policía, merecía tener a alguien fuerte que la complementara en cada aspecto de su vida. Y quién mejor para eso que uno de los mejores abogados de la isla. Estaban hechos el uno para el otro... Viendo las cosas desde ese punto, había más compatibilidad entre ellos dos que con él. Un hombre y una mujer. Un Abogado y una Detective. Un idiota musculoso y una doncella inocente. Era normal, ¿no? Para la sociedad, para la vida, para la misma naturaleza era normal... El fenómeno era él por pensar que siendo hombre podría hacer feliz a Zoro. Podía cocinar, podía hacer los quehaceres domésticos e incluso podría darle todo el placer que el Marimo le exigiera... pero nunca podría darle una vida plena, nunca habría caricias en público, ni serían parte de una sociedad que los minimizaba y lo peor era que nunca podría darle hijos... Seguro que a Zoro le gustaría tener hijos con Tashigi...

Sus ojos se volvieron a llenar de lágrimas. Al menos quería que Zoro escuchara una última disculpa...

♥ ♥ ♥

A la hora del almuerzo, Tashigi entró al Baratie sola. Fue Nojiko quien la atendió como de costumbre.

→ ¿Puedo tomar tu orden?

→Sí. Me han recomendado la comida de San-chan. Lo que el Chef me mande estará bien.

→Por supuesto. ←Nojiko se alejó sin más alarde.

Dentro de la cocina, Sanji ya estaba acostumbrado a recibir esa clase de pedidos. <<Lo que San-chan me recomiende>> Decían los clientes. Por esa razón, no supo que el platillo de alubias rojas de Arabasta que preparaba era para su rival de amor.

Fue hasta que la chica terminó de comer, que hizo una petición especial.

→ ¿Se te ofrece algo más? ←Preguntó servicialmente, la Capitana.

→Quisiera hablar un momento con Kuroashi-san...

Nojiko asentó extrañada y se retiró a la cocina para entregar el mensaje.

→Te buscan allá afuera... pero no creo que debas salir... ←Susurró.

Sanji tuvo un mal presentimiento. ¿Había cometido un grave error en la comida? ¿Un cabello? ¿Un insecto? ¿Estaba crudo? ¿Quemado? ¡El terror de todo cocinero!

Caminó con tiento hasta el comedor y ahí, Nojiko le enseñó la mesa correspondiente esperando ver la típica reacción del muchacho ante una bella fémina, especialmente con Tashigi, a quien en varias ocasiones ya había asaltado en plan romántico. Sin embargo, ahora sólo con verla, la angustia se asomó en los ojos de Sanji que palideció en un segundo. ¡Eso sí que era peor que su miedo anterior! ¿De qué quería hablar Tashigi con él?