❤️ Postre 29 ❤️

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Las horas pasaron en Loguetown y la noche llegó rápidamente. El reloj de la plaza central anunciaba las nueve con cuarenta minutos. Y Sanji estaba en su departamento al límite de sus fuerzas. Sabía perfectamente que el sudor de su cuerpo y el escalofrío que recorría su espalda, era a causa de ese temperamento demoníaco de Zoro, pero... ¿Por qué le permitía hacer esas cosas? En otros tiempos, no habría dudado ante la primera palabra de burla de ese hombre miserable que ahora lo hacía suspirar con tan sólo pensar en él... ¡Cuándo lo viera! ¡Cuándo estuviera frente a frente con él, lo haría pagar tanto dolor! Su respiración se cortó. Tenía que seguir esperando a su llegada.

Se recostó bocabajo sobre el sofá tratando de conciliar el sueño, pero los recuerdos que ese mueble guardaba celosamente, se hicieron presentes para el rubio. Zoro... Zoro... Zoro...

→ ¡Ah! ¡Maldito Marimo! ←Exclamó con rabia.

Soltó un suspiro y volvió a esperar.

Faltaban cinco minutos para las diez de la noche cuando escuchó que la puerta del 333 se cerraba ligeramente. Con sobresalto se levantó de su improvisado lecho y fue al encuentro de su amante.

<< Unos minutos más... unos pasos más... unos segundos más... >> Pensó golpeando la puerta con desesperación.

→ ¡Ábreme, Marimo! ←Exigió con el semblante desencajado.

Desde la puerta 331, Chopper lo veía con miedo cuando trataba de esconderse tímidamente.

<< Sanji y Zoro se pelearán otra vez... >> Pensaba con angustia.

→ ¡Marimo! ¡Te digo que salgas ya! ¡Maldita sea! ←Gritó Sanji sin dejar de golpear la vieja madera que lo separaba de su salvación.

→Vas a molestar a los vecinos... ←Dijo el peliverde con desenfado.

→Tú... ¡Cómo te atreves a hacerme esperar tanto! ←Dijo el rubio empujandolo hacia el interior.

En el pasillo, Chopper temblaba de miedo con sólo imaginar el desastre que esos dos podían causar estando tan furiosos. ¡Tenía que hacer algo! ¡Era el deber de todo buen vecino, hacer algo!

→Le diré a Nami... Ella sabrá qué hacer... ←Susurró yendo hacia las escaleras.

Pero la chica ya iba tarde a su trabajo nocturno, así que no pudo atender a su inquilino como se debía.

→ ¡No me importa lo que esos dos idiotas hagan! ¡Si rompen algo de mi edificio, lo pagarán caro! ←Advirtió el bajar las escaleras a toda velocidad.

→Pero... Nami... ¿Qué haré si se matan...? ←Musitó con espanto→. ¡Ah! ¡Tengo que llamar a un Doctor! ¡Alguien, llame a un Doctor! ¡Un Doctor! ←Gritó dando vueltas en el pasillo desenfrenadamente, hasta que cayó en cuenta de lo obvio→. Es cierto... yo soy Doctor... Bueno, no importa... si se lastiman, yo los atenderé... ←Sonrió más tranquilo y entró a su departamento.

Tras la puerta 333, las cosas eran completamente diferentes a como Chopper las estaba imaginando.

→Zoro... no tan duro, estoy muy sensible... ←Reclamó Sanji sobre las sábanas de la cama de su vecino.

→Te dije que este es un castigo, así que deja de quejarte. ←Ordenó el peliverde sin detener el bombeo de su mano al miembro del rubio.

→ ¡Pero me estás lastimando! ←Exclamó el Cocinero con gesto cristalino.

→Entonces es suficiente. Levántate y vete. ←Dijo Zoro con voz fría alejándose del otro, quien lo abrazó para detenerlo.

→No dije que no quisiera hacerlo, sólo te pedí que tuvieras más cuidado... ←Le susurró recostándolo de nuevo sobre la cama→. Termina de castigarme, Marimo...

Loguetown 1: Zoro x Sanji.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora