Loguetown 1: Zoro x Sanji.

♥️ Postre 14 ♥️

♥️♥️♥️

Ya era cerca de media noche cuando la chica encontró a su amigo en una banca del mirador de la colina. Estaba cabizbajo viendo a un punto vacío.

→Llevo casi una hora buscándote. Te dije que nos veríamos en el centro... No tienes idea de cómo es la ciudad a esta hora para una chica como yo...

→Este lugar es mejor... ←Dijo en voz baja.

Perona ya sabía que algo muy malo le había pasado, y a su manera buscó darle algo de ánimo.

→Es mejor que aceptes que te perdiste, Kumashi... ←Refunfuñó.

Pero Zoro no contestó. No tenía ganas ni para dar pie a una pelea con la secretaria. Ella se situó a un lado cubriéndole con la sombrilla de encaje blanco que en la oscuridad parecía fluorescente. Se acomodó el vestido de volantes y soltó un suspiro.

→ ¿Lo que me contaste por el denden mushi es verdad? ¿Él realmente quería lastimarte así? ¿Por qué se lo permitiste? ¡Te dije que tenías que ser más fuerte!

→Yo... quiero olvidarme de todo... Voy a terminar con ésto y olvidar que ese tipo existe. ←Confirmó fríamente.

→ ¿Estás seguro? Aún faltan dos meses para que te puedas mudar...

El abogado estiró los brazos y se recargó en el respaldo de la banca.

→Ese cocinero inició una guerra y la terminó haciéndome sentir miserable... Lo hizo sin saber quién es el Demonio Verde, y por eso... ←Apretó la mandíbula y su voz se engrosó→. No dejaré que nadie se vuelva a burlar de mí... ¿Cuándo has visto que una bestia se quede tranquila después de ser golpeada?

→No tienes que castigar al resto del mundo por su culpa. Sé que ahora estás enojado y esa no fue la mejor forma de hacer las cosas de parte suya, pero dime... ¿Lo odias?

Zoro entreabrió los ojos por la sorpresa. Durante un largo tiempo había pensado en lo ocurrido y en ningún momento reparó en ese punto. ¿Qué era lo que sentía por Sanji? ¿Aún podía admitir que lo quería? Con todo lo que estaba pasado para aceptar esa nueva parte de sí mismo y tener que afrontar tan pronto una resolución tan desalentadora, era muy desgastante. Y para más, también era consciente de que ya había pasado muchas crisis emocionales por culpa de ese hombre. Una más y Mikhawk dejaría de ser su aliado y francamente tenerlo como enemigo sería el peor de los errores. Pero Sanji... Sintió un dolor en el corazón, un dolor frío y agudo.

Cuando era niño, su padre le explicó que ese era el sentimiento de la pérdida. Es lo que siente una persona cuando sabe que nunca más volverá a estar con alguien que se ha ido, que las miradas y el simple hecho de estar juntos en un mismo espacio jamás volverán a repetirse. Que ese alguien simplemente desapareció de tu vida. En esa ocasión, hablaba de la muerte de su mamá... Eso significaba que... ¿había perdido a Sanji también? ¿Tenía que aceptarlo y sólo seguir adelante?

Miró el cielo nocturno tan apacible, tan inquebrantable. Algunas nubes opacaban momentáneamente el brillo de las estrellas y luego se alejaban para continuar un camino incierto... Sin rumbo ni dirección. ¿Sanji era la nube o la estrella? ¿Cuál de los dos quería ser él? Sonrió.

→ ¿Lo odias? ←Volvió a preguntar Perona.

→No. ←Dijo sin reservas→. Estoy enojado... ¡Argh! ¡Muy enojado! Pero no creo olvidarme de él tan fácilmente... Y ya sabía lo que planeaba, así que no es como que me sorprenda...

→Es bueno que lo reconozcas y saber que no perdiste el sentido común con todo esto... ¡Horo, horo, horo...!

Zoro se levantó con las manos en la cintura. El brillo de la luna delineó la figura de su cuerpo al tiempo que encendía su penetrante mirada.