Loguetown 1: Zoro x Sanji.

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Por las calles de Loguetown, Zoro caminaba a paso rápido, prácticamente arrastrando a Tashigi tras él. Cruzaron por varias cuadras hasta que la chica pudo soltarse del Abogado.

→ ¡Espera Roronoa! ←Le ordenó con decisión→. ¿Qué fue lo que pasó ahí? ¿Cuál es tu problema con Kuroashi?

→No es nada, él está loco... ←Masculló con recelo.

Pero también quería saber por qué Sanji se había comportado de esa manera. ¿En qué le afectaba que estuviera con Tashigi? A menos que... No. Sanji aún no era consciente de sus sentimientos. Pero... Una parte de él quería confiar en la sensatéz de Sanji, tal vez si le daba una oportunidad... ¿Y todo lo que le dijo en Kokoyashi? ¡Acaso no se burló de él lo suficiente!

Tashigi le habló con voz suave y muy apenada.

→Discúlpame, Roronoa. Yo sabía que no querías ir al Baratie pero insistí. Debí ser más flexible contigo...

→Olvídalo. ←Dijo Zoro contundente→. Vamos a otro lugar, tengo que continuar con mi trabajo.

La Detective sintió una extraña confianza de parte del muchacho. Lo conocía desde hace varios meses y sabía que era un Abogado confiable pero ahora, ese sentimiento no lo provocaba el Abogado, sino el Hombre... Se sentía reconfortada y protegida junto a alguien así. Se sonrojó.

→Por cierto... ←Continuó Zoro mientras caminaban más tranquilos→. Puedes llamarme por mi nombre... ←Desvió la mirada hacia las colinas para evitar que la chica descubriera su timidez→. Hace un rato me llamaste Zoro...

→ ¡Qué! ←Gritó ella avergonzada, tirando sus gafas al suelo. Estaba tan nerviosa que trataba de disculparse mientras tanteaba el piso→. ¿Yo hice eso? ¡Debí confundirme! Sí.. sí... eso fue lo que pasó... ←Soltó una risa temblorosa.

Zoro recogió el armazón rojo y se lo entregó en las manos.

→Eso ya no importa... ←Murmuró.

Cuando Tashigi pudo verlo mejor, ya era inevitable; Zoro le gustaba... ¡Le gustaba mucho! ¿El Abogado podía decir lo mismo de ella?

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Brook encontró a Sanji deambulando por las calles más oscuras del Distrito Jaya. A lo lejos vio que entraba a un bar homónimo del Alcalde; Gold Roger. Cuando entró también, vio que el rubio estaba en la barra con un tarro de cerveza en la mano. En serio quería emborracharse, porque de sobra sabía que Sanji sólo bebía vino, jamás otra cosa, y menos algo que le resultara tan poco elegante.

El anciano, dueño del lugar, vio al esqueleto y sin ninguna reacción miró un cráneo que lo acompañaba a su mesa. Brook saludó con un gesto (inclinando el sombrero de copa) que el otro correspondió levantando un vaso de licor, y luego fue directo a Sanji.

→Escucharé todo lo que tengas que decir, Sanji-san... Yohohoho... ←Dijo en voz baja y austera.

→Quiero estar solo... ←Contestó el cocinero con recelo,

→No. Ya te di suficiente tiempo y pareces estar peor que antes. ¿Qué pasa con ese hombre de cabello verde? Te miró como si entre ustedes hubiera una historia difícil para él...

Sanji dejó caer el tarro sobre la barra derramando una gotas del líquido.

→ ¡No tengo nada que ver con ese Maldito Marimo! ←Exclamó con rabia.

→Está bien Sanji-san, comprendo que no te sientes cómodo en este momento. Sólo quiero que sepas una cosa; mientras sigas con esa actitud, será difícil arreglar lo que está mal... ←Se levantó para despedirse→. Somos amigos y me preocupas... Sabes que puedes confiar en mí, ¿verdad? Yohohoho...