❤️ Postre 18 ❤️

4.3K 544 110
                                    

❤️❤️❤️

En cuanto Sanji entró al Baratie, se dirigió a Brook con solemnidad. El músico afinaba el piano y ya se había percatado de su presencia por eso no le causó un gran impacto que le hablara.

→Tienes razón... ←Musitó recargando las caderas en el piano y exhalando el humo del cigarrillo entre sus dedos→. Siento algo por el Marimo...

→Me alegra que lo hayas aceptado, Sanji-san. Ahora todo será más sencillo para ti... ←Comentó sin dejar de tocar El Sake de Binks pausadamente.

Por primera vez en mucho tiempo, Sanji pudo disfrutar del sonido tranquilo de la música. Había descubierto un aspecto de sí mismo que lo confundía y lo avergonzaba pero que le gustaba y le resultaba tan contradictorio a la vez. Se sintió ansioso por saber en qué manera iba a cambiar en el futuro.

→ ¿Y ahora qué vas a hacer? ←Preguntó Brook al dirigirse juntos a una de las mesas. Le sirvió una taza de café al rubio.

→ ¿A qué te refieres? ¿Qué es lo que tengo que hacer?

→No tiene caso que hayas aceptado tus sentimientos por Zoro-san, si no vas a hacer algo al respecto. ←Anunció después de darle un sorbo a su bebida.

Sanji miró los reflejos danzarines en la taza frente a él. ¿Qué trataba de decirle ese esqueleto misterioso? Tuvo la intención de volver a preguntar pero su amigo se le adelantó.

→Debes seguir siendo sincero contigo mismo y decidir qué es lo que quieres para ti... Yohohoho... ←Comentó en tono apacible.

Sanji lo asimiló.

→ ¡¿Quieres que me declare?! ←Se exaltó llamando la atención de los demás.

→Si eso quieres... ¿Puedes estar conforme sólo con verlo a la distancia? ¡Yohohoho...!

→ ¡ESO ES IMPOSIBLE! ←Gritó y luego susurró→. Eso es imposible... El Marimo me odia... Después de lo que le hice, no quiere saber nada de mí...

→Así que sí hay una historia entre ustedes dos... Bien, te escucho... ¡Aunque no tengo oídos! ¡Yohohoho...!

Sanji bebió un poco de café y comenzó a recordar todo. En cuestión de segundos ya le estaba contando a Brook cuándo se conocieron... Fue un viernes 13, cuando visitó Kokoyashi por primera vez para conocer el departamento que arrendaría. Estaba tan impactado por la belleza de Nami que Zoro prácticamente tuvo que aventarlo a un lado del pasillo para poder pasar. No fue una buena primera impresión y Sanji adjudicó esa mala relación al hecho de tratarse de un día de malos augurios. Mala suerte. La misma que se agudizó por las constantes fiestas nocturnas en el departamento 333 y las desastrosas condiciones en las que encontraba el pasillo por las mañanas... Hasta el día que Nojiko le habló del cliente que siempre pedía su comida con especial entusiasmo. ¡Cómo se emocionaba cuando le cocinaba a su cliente predilecto! Y luego, cuando creyó que se trataba de una mujer... Y ese cálido sentimiento cuando se enteró de que esa persona podía entender sus sentimientos mejor que nadie... Y el momento más feliz de su vida cuando recibió los cuchillos de Wano de parte suya... Esa terrible desilusión al saber que se trataba de Zoro... de todas las personas de la ciudad, ¿por qué Zoro? La humillación que sintió unos días después... Y la venganza que planeó en su contra... Ese estúpido intento de seducción y la culpa tras su victoria... ¿Cómo pretendía Brook que después de eso, le hablara de sus sentimientos?

El esqueleto escuchó cada palabra sin interrumpirlo. Descubriendo la difícil situación en la que se encontraba su amigo. Y cuando éste terminó, él tenía algo que decir.

→Cavaste tu propia tumba, Sanji-san... Yohohoho... ←Volvió a tomar un sorbo de café.

→Por eso no puedo declararme, ¿entiendes? Mi orgullo me lo impide...

Loguetown 1: Zoro x Sanji.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora