ESQUIZOFRENIA 19

184 18 0
                                    

... Ulquiorra ...
—¡AH! ¡BAJENME DE AQUÍ! ¡AYUDAME ULQUIORRA! ¡AAH! —Me gritaba esa voz, que estaba aterrada, yo igual lo estaba, pero me controlaba, la pelirroja solo podía ver como se aferraba en mi brazo, y apretaba los ojos, y cada bajada que se sentía las dos gritaban a más no poder.
—¡AH! ¡ME QUIERO BAJAR! —Grito la pelirroja.
—¡APOYO A HIME!
—Ya cállate pareces niña.
—¡TE CALLAS... TÚ TAMBIÉN ESTÁS ASUSTADO!
—Pero yo me controlo... waaaa... esto no puede ser —Dije porque nos dejaron de cabeza en el juego... a una altura muy razonable... sentía que me salía del asiento... y solo pude agarrarme fuerte de los barrotes

—¡Ya bájenme! —Grito la pelirroja agarrándose con una mano de los barrotes y con la otra de mi brazo... que por cierto... me estaba enterrando las uñas.
—¡AAH! —Gritamos los tres por que el maldito juego de mierda ahora iba de reversa y sentí que moría.
Cuando se detuvo y pudimos bajar, ni la pelirroja ni yo nos esperamos a que nos quitaran los seguros, los quitamos como pudimos y salimos corriendo de aquel juego infernal.
—¡¿ICHIGO... POR QUE DEJASTE QUE ME SUBIERA?! —Grito Rukia con las lágrimas saliéndose de sus ojos.
—Porque tú me jalaste a lo loco, y fue tuya la idea —Se defendió el cabeza de zanahoria.
—ICHIGO IDIOTA.
—¿Que me reclamas enana?
—Repite lo dicho.
—Enana.
—Ya no me hables.
—Ya no te hablo.
—Ya cállense por favor —Dijo el chico pelirrojo... Renji... creo que ese era su nombre —Que bueno que no desayune nada.
—Te entiendo hermano —Dijo Uryu aun pálido y Sado solo asintió.
—Lo bueno que yo no subí a ningún juego, ni loca lo hago —Declaro la amiga de la pelirroja... Rangiku... ella tenía todas nuestras cosas.
—Pero de que se quejan... si fue lo más genial del mundo —Dijo Tatsuki feliz... parece que ella si lo soporto.
—Eso solo tú lo dices Tatsuki... Ulquiorra y yo casi morimos —Dijo la pelirroja.

—¿En serio te dio miedo Ulquiorra? —Dijo burlándose Tatsuki.
—Eso no te incumbencia —Dije a la defensiva.
—Ah ya se puso de mal humor, vamos a la casa de terror —Dijo Tatsuki corriendo.
—¡No! —Grito esa voz... otra vez.
—Vamos, y ahora si te subes Rangiku —Dijo la pelirroja tomándola del brazo y también a mí.
—¡No! Hime no me hagas esto.
—Ya cállate, eres un cobarde.
—''Una cobarde'' por favor, ingrato.
—Eres una cobarde y chillona.
—Cállate mierda.
—Cállame.
—Ven vamos Ulquiorra —Me jalo la pelirroja.
Subimos al dichoso juego, que por cierto se me hizo aburrido, primero el carro en el que subimos, empezó el recorrido, y al principio salió una cabeza ensangrentada, después un cuerpo con una cortada abierta desde el hombro izquierdo... hasta la cadera derecha... y eso si me altero bastante... me hizo recordar aquella noche...
—Ulquiorra ¿estás bien? —Me pregunto aquella voz.
—Aja.
—Eso espero.
—Si —Salimos cuando termino el juego y la pelirroja termino aterrada, se veía pálida, de hecho, todos quedaron así, menos yo... bueno solo un poco nervioso, pero nada grave a comparación de los demás. Paso la tarde y subimos a los carritos chocones y casi vomito lo que comí de tantas veces que me golpeé en el estómago. Después fuimos a unas tazas que giraban mucho y baje muy mareado, apenas podía moverme. Después fuimos a comer algo y para el final, subimos a la rueda de la fortuna, y se veía un ambiente muy romántico... y por su puesto yo subí solo con la pelirroja.
—Mira... Ulquiorra se ve muy bonito el atardecer —Dijo señalando el horizonte, con su peluche de gato en el brazo.
—Si... mucho.
—¿Qué tal te la pasaste esta tarde?

—Pues, no estuvo tan mal... me divertí bastante.
—Me alegra mucho Ulquiorra.
—Orihime... ¿puedo hacerte una pregunta?
—Claro dime —Contesto un poco sonrojada.
—¿Qué es lo que más te gusta de mí?
—Mmm... no lo sé... puede ser tu forma de ser... aunque eres muy frío... pero me gusta —Me acerque a ella a besarla y en verdad se veía hermosa, parecía toda una escena de amor, con la luz en su rostro y su pelo más brillante, se veía hermosa y tenía un agradable aroma, un poco dulce y aunque a mí no me gustaban los dulces, lo disfrutaba en ella, y cuando nos separamos la vi sonrojada y cada vez me ilusionaba más de ella.
Bajamos del juego y fuimos al cine, vimos una película de terror y después llegamos a casa de Sado.

Este capítulo fue editado el 23/04/2020

Esquizofrenia ~ulquihime~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora