ESQUIZOFRENIA 33

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... Orihime ...
—Entonces... ¿estás lista? —Pregunto con las manos en los bolsillos, se veía nervioso.
—Sí —Asentí sonriente.
—Bien.
—No pasará nada, eso espero.
—Gracias por consolarme —Dijo sarcástico.
—Lo siento.
—No importa, recuérdame que tenemos que hacer.
—Ir con tu padre y aclarar las cosas.
—Pero es innecesario.
—Un poco, veras yo confió en Lili, pero parece que tú no.
—No, no lo hago —Dijo cruzando los brazos.
—Aunque las pruebas son tan obvias, ¡son idénticos tú y ella!
—Supongo, pero no confió en nada que venga de Damon.
—Tu vienes de él —Le dije burlándome un poco.
—A veces no confió ni en mí mismo —Contestó tomándoselo un poco a pecho.
—Vamos eres un exagerado.
—Tal vez —Dijo sonriendo de lado... Me encantaba cuando sonreía de esa manera... Se veía tan.... ¿Sensual? Podría ser eso.
—Mira, de pura casualidad no es él —Dije señalando a un hombre que acababa de llegar a una esquina contraria de donde nosotros estábamos.
Iba con una camisa negra de manga corta, unos pantalones de mezclilla rotos y unas botas hasta la pantorrilla cafés, con su pelo largo, un poco más bajo de sus hombros, negro y la manos en las bolsas.
—Sí.
—Es más parecido a Grimmjow... ¡SALISTE A TU MAMÁ ULQUIORRA!
—Si y me alegra —Dijo metiendo las manos en la bolsas.
Empezaba a parecer una copia de Damon
—Si ya me imagino —Dije riendo de forma nerviosa.
—Ahí está, has lo que querías hacer.
—Bueno es que es un poco intimidante —Dije poniéndome nerviosa.
Veía al hombre que esta recargado en la pared, con una mano sosteniendo un cigarro, y la otra metida en el bolsillo del pantalón, era muy alto, y tenía el pelo largo muy negro, y creo que sus ojos eran verdes, no alcanzaba a ver bien,

Su rostro era parecido a Ulquiorra, pero físicamente a Grimmjow.
—No me digas que ya te dio miedo —Dijo burlándose de mí.
—No es eso, sino que, ¡PARECE QUE ESTA ESPERANDO A ALGUIEN! —Dije tratando de ganar tiempo, me daba temor acercarme.
—¿Y eso qué? —Pregunto burlándose nuevamente de mí.
—Pues, es mejor esperar a ver a quien espera.
—No, solo venimos a hacerle una pregunta, no a investigar su vida.
—Es que es lógico, que tal y... —Espere a que se me viniera algo a la cabeza —Es un... ¡SICARIO!
—¿Sicario? —Me pregunto levantando una ceja.
—Si, que tal y espera a un narcotraficante, su jefe, y le da órdenes para matar a otro narcotraficante, y así hacerse de todos los cielos, para que se conviertan en los mejores narcotraficantes de la historia, es por eso que nosotros debemos impedirlo —Dije dándome un pequeño golpe en el pecho con la mano abierta, y continúe —Es fácil, tan solo los espiamos y los seguimos para después, alterar su plan y así todo les falle, y cuando los tengamos cara a cara darles en tiro de gracia y arrestarlos —Dije todo esto imaginando la escena.
Me vi vestida de negro como un ninja en el tejado de un dojo, donde se encontraba Damon firmando unos papeles con la mafia rusa:
—Orihime ¿estás lista? —Me llamo Ulquiorra por un walkie-talkie.

—Sí —Le respondí.
—En 1 minuto y 45 segundos te daré la señal y disparas... ¡disparas!
—De acuerdo.
—Ponte en posición —Me acosté en el tejado boca abajo y apunté en el lugar indicado con una metralleta.
Espere el tiempo restante impaciente, si no daba en el blanco moriríamos los dos.
—10 segundos —Fije mi vista en el punto.
Mire una pequeña luz:
Era la señal... y dispare.
—¿A esto es a lo que se refiere Tatsuki con tus ensoñaciones? —Me pregunto Ulquiorra viéndome con una sonrisa de lado... ¿desde cuándo había crecido tanto?
—Ulquiorra, que rápido creciste.
—¿Qué dices? Ja levántate del suelo y me veras de tamaño normal —Mire al suelo y casi lo beso, literal, estaba yo ahí acostada boca abajo y con la botella de mi agua apuntando como si fuera un arma.
—Tú... tú... ¿por qué no me dijiste nada? —Dije levantándome del suelo con la poca vergüenza que me quedaba.
—Trate de hacerlo varias veces, pero decías cosas raras, como: ''te atrapare maldito", '' Ulquiorra, espero tu señal"
—Es que...
—Déjalo así, aun Damon no se ha movido.
—Pues vamos antes de que se valla —Dije sacudiéndome la ropa, no creó que él sea tan malo como pensé.
—¡PAPÁ! —Grito una voz femenina que me pareció familiar.
—¿Qué? —Dije tratando de averiguar de dónde provenía.
—¡LILITH! —Grito Damon tirando su cigarro al piso y apagándolo con la bota.
—Llegué —Dijo Lili trotando hasta él.
—Lo note, pensé que te quedaste dormida y ya no vendrías, estaba a punto de irme.
—Me tarde porque no encontraba que ponerme.
—Tienes un armario lleno de ropa, ¿y no encontrabas que ponerte?
—Es que es ropa ya vieja.
—Te pareces a tu madre.
—¿A cuál de las dos? —Dijo pensativa.
—¡A LAS DOS!
—Vamos es normal.
—No, no lo es.
—Ya vamos.
—Olvídate que te compre algo, mi casa es pequeña y ocupas más de la mitad.
—Es que son cosas indispensables.
—Una alaciadora no lo es, y para colmo no tienes ninguna plancha de ropa.
—Esa es mi plancha.
—Lo que digas.
—Damon —Se adelanto Ulquiorra.
—Hermano, Hime.
—¿Ulquiorra? Vaya nunca pensé que tú me buscarías.
—No lo habría hecho.
—¿Ha no ser que?
—Ella quiere preguntarte algo.
—¿Quién es ella?
—Yo soy...
—No es de tu importancia, solo escúchala —Me interrumpió Ulquiorra.
—Bien, te escucho niña —Dijo cruzando los brazos y sonriendo de lado... Era tan igual a Ulquiorra y tan diferente.
—Solo quería aclarar si Lili y Ulquiorra son hermanos.
—Si que lo son.
—Pensé que me creerías Hime.
—Lo hago, pero Ulquiorra no está convencido.
—No te molestes en hacerlo entender, él es más necio que una mula —Dijo Damon burlándose de Ulquiorra.
—Mira quien habla —Se defendió Ulquiorra.
—Ja, ¿eso es todo?
—Si —Contestó Ulquiorra.
—No entiendo cómo les gusta desperdiciar su tiempo, Lilith, despídete.
—Si, adiós Hime, adiós hermano, nos vemos el lunes.
—Si, adiós —Me despedí.
—Vámonos nosotros también.
—Ahora estas convencido.
—Supongo que sí.
—Que necio.
—Algunas veces.
—Sin embargo, me he dado cuenta de que no confías en Damon, pero a la vez sí.
—¿Que? ¿Por qué dices esa tontería?
—Porque no le creíste a Lili hasta que Damon te lo confirmo.
— No confió en Damon como para estar cerca de él, pero sé que él es sincero, tanto que puede llegar a ser cruel, no miente, no por honor, si no por sarcasmo o humillación, de cualquier manera lo usa, siendo a su favor.
—Que bien lo conoces.
—Es una lástima para mí, pero a la vez una ventaja, podría cuidarme mejor de él.
—Pero él no se ve tan malo.
—Porque no lo conoces, cuando lo hagas... Olvídalo, no lo harás... Nunca, ven te llevo a comer.
—Si tengo hambre — dije cambiando de tema completamente, si él no quería hablarlo, yo no lo obligaría.
—Sigo sorprendido, ¿a quién querías dispararle con la botella? —Se burlo de mí.
—Déjame en paz —Le golpee en el abdomen.
—Auch, ya salvaje.
—Déjame.
—Tsk, salvaje.
—¿Qué dijiste?
—Que eres una salvaje.
—Me las vas a pagar.
—Eso si me atrapas.
—¿Eh? ¡ULQUIORRA! ¡ESPERAME! —Corrí tras de él.
... Ulquiorra ...
—Bien, ¿quieres pizza? —Pregunto tomándome del brazo.
—Si quieres.
—¿Pero tú quieres?
—Si está bien.
—Pues vamos, corre —Me tomo de la mano y empezó a correr.
—Espera, no se van a acabar.
—Pero tengo hambre.
—Pero...
—Nada de peros, vamos —Llegamos a la pizzería y desgraciadamente no había mesas disponibles.
—Tendremos que comer de pie.
—Ves, por eso te dije que corrieras.
—¿Eso qué?
—Hubiéramos alcanzado una mesa.
—Mejor pídela y vamos a otro lugar a comer.
—Si estará bien.
—Bien te espero.
—No, acompáñame.
—Bien.
—Hime, hermano, parece que es obra del destino encontrarnos —Y ahí estaban Damon y Lilith, sentados comiendo felizmente... tranquilo... como si no hubiera hecho nada.
—Lili, que suerte que te encontramos —Dijo sonriente la pelirroja.
—¿Y a mí no? —Pregunto con una lata de refresco en la mano.
—No, y lo sabes —Le respondí.
—Tsk, que mal educado.
—Vamos papá, tú también lo eres.
—Pero yo no lo eduque.
—Es igual a ti.
—Claro que no —Dijimos los dos al unísono.
—Ven como si, vaya Hime, no creí que soportaras tanto a Ulquiorra —Dijo Lilith masajeándose las sienes.
—Bueno pues... —Trató de contestar la pelirroja rascándose la mejilla.
—Nosotros nos vamos —Dije interrumpiéndola, jalándola de la mano.
—Hacen bien —Nos dijo Damon... Tsk... Idiota.
—Pero, la pizza, tengo hambre —Se quejo Orihime.
—Vamos a otro lado.
—Que amargado.
—Vamos a otro lado.
—Bien, ¿oíste? Ese fue mi estómago, moriré pronto.
—Que exagerada.
—Pero si tú.
—Pues ve, aquí te espero.
—No acompáñame.
—No.
—Vamos.
—No.
—Corre.
—Ya te dije... —Me interrumpió al momento, me llevo a rastras hasta que llego a la caja y ordeno, sentí las miradas de Damon y Lilith, tal vez ella no sea una mala persona, pero puede que sea influenciada por él, no lo sé solo tal vez este paranoico.
—Hay que pedir la mitad de una y la otra de otra.
—¿Eh? Si.
—¿Me entendiste?
—Si, que la quieres combinada.
—Si, elige tu una parte yo la otra.

—La que sea está bien.
—Pediré hawaiana y pepperoni.
—¿No lleva casi lo mismo?
—No, yo quiero pepperoni.
—Pues Pídela.
—¿Seguro? Ya no habrá marcha atrás.
—Quería una mexicana pero bueno.
—Mexicana y hawaiana.
—¿No querías pepperoni?
—Pero se me antoja más la hawaiana.
—Está bien.
—¿La quieres así? —Dijo señalando un letrero.
—Si, está bien.
—¡Mira! —Dijo señalando con su dedo.
—¿Que?
—Está en promoción.
—¿Solo eso? —Le dije arqueando una ceja.
—Es que estas muy serio... más de lo normal.
—Aja.
—Ves como si, me ignoras —Dijo con dramatismo.
—Claro que no.
—Si, ¿de qué color es mi blusa?
—¿Color? Azul rey —Dije evitando mirarla.
—Eso porque te acabas de fijar.
—¿Pero eso que tiene que ver con todo esto?
—Es que me ignoras.
—No lo hago.
—Claro que sí.
—Sabes, eres muy rezongona.
—Un poco.
—Y lo admites —Dije con el intento de una sonrisa.
Estaba nervioso por Damon.
—Si.
—Ya decía que no podías ser tan buena.
—Soy buena e inocente —Dijo cruzando los brazos.
—A si, el lunes no lo demostraste —Dije tratando de tranquilizarme y distraerme.
—¿Que? No, déjame —Me golpeo y se puso roja muy roja.
—¿Que tiene?
—No hables de eso aquí.
—¿Qué tiene de malo?
—Déjame, ya vámonos, ya está, muchas gracias —Dijo tomando la pizza.
—Vuelvan pronto —Nos dijo la cajera.
—Si.
—Pero querías estar aquí, mira ya hay una mesa desocupada.
—No, hace mucho calor.
—Yo siento la temperatura normal, ¿no será que tú eres la acalorada?
—No.
—Entonces ¿por qué estás roja?
—Ya, vamos a comer.
—Yo solo decía.
—Pues no digas.
—Está bien.
—Sigo pensando que hace calor.
—Yo te lo quito —Le dije riéndome.
—Cállate, ese calor no.
—Yo decía que te compraba un helado, mal pensada.
—Si como no —Dijo algo molesta.
Me reí en bajo para no provocarla.
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Tan tan, se acabó el capítulo de hoy, quería avisarles que estoy pensando hacer otra historia, pero no estoy muy segura, es de vampiros, díganme si les gustaría leerla para empezarla, y si, últimamente tengo muchas historias en mente ( Dos Ulquihime ( Ulquihime por siempre en mi corazón, digan lo que digan TTnTT) la de vampiros, una de ninjas, y la de narraciones, y empiezo a pensar una pero no sé cómo organizarla)que puede cuestión empiece a publicar, Pero no estoy segura.
Bueno De siempre, comenten, voten y recomienden, me ayudan mucho. bueno adiós se cuida.

Este capítulo fue editado el 25/04/2020

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