ESQUIZOFRENIA 47

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... Dereck ...
—Hermano, ¿otra vez te metiste en una pelea? —Le pregunte a mi hermano mayor, yo tenía 8 años, pero ya sabía muchas cosas crueles, ya sea sobre golpear o drogarse, todo gracias a mi hermano que me lo inculcaba, aunque yo hacía todo lo posible para no seguir sus pasos, mis padres nunca estaban en la casa como para cuidarnos, así que poco se daban cuenta de que su hijo mayor estaba en malos pasos, junto con los hijos de los vecinos, Damon y Draco.
—Es que el inútil de Roger de la calle siguiente se quiso meter conmigo, se lo merecía, pero el muy cobarde llamo a su grupo, y me dieron en la madre —Me dijo limpiándose la sangre del labio con un pañuelo.
—Ya no deberías hacer eso hermano solo te causas lesiones y es por eso por lo que ya no rindes en la escuela como antes —Le dije para tratar de convencerlo, aunque sabía que al final era un esfuerzo inútil.
—No es eso Dereck, ya no rindo en la escuela no por falta de fuerza, si no por falta de ganas, me di cuenta de que es tonto todo eso, ¿de qué sirve? Al final en el trabajo que conseguiré no tendré nada que ver de lo que explicaron los estúpidos maestros, deberías dejarlo Dereck —Me recomendó ''sabiamente''
—No Raúl, yo sí quiero seguir estudiando, porque quiero un buen trabajo, y siguiendo tus pasos no lo lograre —Le dije, mi sueño era ser un militar, por eso en la escuela siempre tenía excelentes calificaciones.
—¿ES QUE ME CREES INÚTIL? ¡SOY MAS AUTO EFICIENTE QUE TU! ¡Y SIN EMBARGO CREES QUE SOY ESTÚPIDO! ¡MIERDA! ¡¿DE QUE TE SIRVE LA MALDITA ESCUELA?! ¡SI SOLO TIENES AIRE EN LA CABEZA! —Me grito con furia, respire con tranquilidad, sabía lo que pasaba... estaba drogado.
Ya no era algo increíble, siempre lo estaba, ya estaba acostumbrado.
—Lo que tu digas hermano, pero al final te darás cuenta de que yo tenía razón, y será muy tarde para ti —Le dije sentándome tranquilamente, cuando estaba en ese estado, era imposible dialogar con el sin terminar peleando tanto verbal como físicamente.
—¡Ja! Prepárate porque cuando yo me muera... ¡Tu seguirás a Damon! —Me dijo ignorándome, él siempre decía que gracias a Damon él era lo que era, según sus palabras ''auto suficiente, responsable, popular, respetado...'' cuando el solamente era un irresponsable, cobarde, y temido erróneamente.
—Ni en tus sueños, ¡Damon es un idiota! —En eso me dio un puñetazo abriéndome el labio... al final, es lo que pienso de Damon, y lo que es.
Aunque Raúl no lo quisiera ver de esa manera.
—¡No vuelvas a hablar así de él! ¡Gracias a él, he logrado conseguir todo lo que te he regalado! —Dinero, camisas, teléfonos, zapatos... todo, absolutamente todo robado.
—¡En ese caso no quiero nada! ¡No si viene de parte de él! —Y aunque me costara admitirlo, nada de la parte de él, ya no.
—¡Ojalá te muerdas la lengua! ¡Mal agradecido! ¡Cuando te falte todo lo que te doy! iras rogando a los pies de Damon a que te tenga una pizca de misericordia! ¡Pero no! ¡Yo mismo me encargare de que él no te de nada! ¡Largo de aquí estúpido!
—¡No necesito nada de él ni nada tuyo! Te demostraré que soy lo suficiente independiente como para necesitarte —Dije corriendo a mi habitación, al final estaba enojado, pero tenía que hacer mi tarea, como ya dije, mi sueño era convertirme en un militar.... y lo lograría, con o sin el apoyo de Raúl.
—¡Ja! ¡Suerte con eso basura! —Me grito y aun lo pude escuchar.
Me dolía el gran cambio que tuvo mi hermano, antes era bueno, tierno, todo lo contrario de ahora, era honrado, pero gracias a Damon y Draco se ha hecho un maleante, extraño los tiempos en que jugábamos y podía contar con el sin que me ofendiera, pero eso acabo...
Y ya no volverán esos bellos tiempos.
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—Dereck, ¿Y dónde está tú hermano Raúl? —Me pregunto mamá cuando llego del trabajo.
—No lo sé —Dije concentrado en mi tarea de ciencias naturales.
—¿Sabes a qué hora se fue? —insistió, cuando baje por algo de tomar, el ya no estaba.
—No.
—Esta bien, preparare la cena, estoy segura de que cuando llegue tendrá mucha hambre.
—Ya lo creo, seguro esta con Damon y con Draco —Era lo más probable.
—¡Que bueno! Me alegra que por fin haya podido estar con alguien de su edad, me extrañaba que siempre estuviera con niños más jóvenes.
—Él ya no es un niño —Dije, más como para hacerla recapacitar que para recordarle, ¿pero recapacitar en qué?
—Cierto, ya tiene 18 años, seguro que comió algo fuera de casa —Dijo sonriente.
—O puede que haga cosas que no debe.
—¿Qué dices? Tu hermano siempre ha sido muy correcto, sabe bien que no debe hacer nada malo.
—Pero esta con Damon.
—Damon también es un chico demasiado correcto, juraría que sus padres deben de estar orgullosos con el hijo que tienen, es tan perfecto, pero claro no más que mis hijos —Dijo esto y me sacudió la cabeza.
—Mamá, Damon no es una buena persona.
—Claro que lo es, lo dices porque no has querido entablar amistad con él, pero cuando lo hagas sabrás que es muy tranquilo, es un amor, la otra vez me ayudo a cargar unas bolsas del super mercado, cuando no estaba tu papá, ¿lo recuerdas?
—Lo hizo porque estaba en sus 5 sentidos.
—5 sentidos, si como no, él es un gran chico, Dereck conócelo y después júzgalo.
—Yo lo conozco mamá —Le dije pero ella no me escucho, fue a la cocina a hacer la cena, como siempre... ignorando lo que tenía que decirles de Damon, para todo el vecindario él era un santo, un héroe, pero poco sabían de la verdad, la única que me apoyaba era mi mejor amiga Saori.
La conocía desde que era un pequeño bebe, su madre era la mejor amiga de mi padre y eso hacía que tuviéramos contacto seguido.
Saori al principio también pensaba que Damon era un santo, pero poco tiempo después lo encontró drogándose y golpeando a un chico de otro bando, estaba yo con ella, y desde entonces se convenció de que era peligroso estar cerca de él. hasta cuando mis padres no estaban y Raúl metía a Damon a la casa era cuestión de una llamada y ella venía a sacarme y dejaba que me quedara en su casa.
Hubo varias ocasiones en que cuando Saori me recogía Damon trataba de toquetearla, pero ella es una chica fuerte y sabe defenderse, nunca se ha dejado de él ni de Raúl.
—Dereck, tu hermano no ha llegado, ve a buscarlo a casa de Damon, tal vez este ahí —Dijo mi mamá desde la cocina tiempo después.
—No gracias —Dije volviendo a concentrar mi vista al cuaderno.
—¿Por qué no?
—Porque no quiero ir.
—Tu nunca quieres nada.
—Nada referente a Damon.
—Y sigues con lo mismo, ya te dije que Damon es un buen chico, ¿cuál es tu problema con él? ¡Ya se! Tienes envidia de él, ¿Cierto?
—¿Envidia? ¡No! Nunca, el sería la última persona a la que me querría parecer.
—No lo digo por parecerte a él, sino porque él ha ganado la atención de tu hermano, estas triste porque Raúl ya no está contigo como antes, pero tienes que entender que Raúl ya no es un niño, y tiene que buscar a personas de su edad, no puedes tenerlo para siempre a tu lado.
—Eso lo se mamá es solo que... —Sonó el timbre sin dejar de que terminará de hablar, es como si el destino no quisiera que el mundo se enterara de la verdadera naturaleza de Damon.
—Ve a abrir la puerta, debe ser tu hermano que se olvidó de las llaves.
—Si —Fui a la puerta con pocas ganas, ya estaba harto de ver a mi hermano drogado y perdido, siempre entrando a la casa y yéndose a su cuarto antes de que mamá se enterara de su estado. Pero esta vez la imagen era completamente diferente...
—Dereck, ¿dónde está Raquel? —Dijo Damon preguntando por mi mamá.
Damon trataba de cargar a un moribundo Raúl.
—¿En la cocina? —Pregunte medio shockeado, ¿qué le había pasado a mi hermano?
—¡Llámala! ¡Rápido! —Dijo entrando a la casa a duras penas con Raúl encima.
—S.... si —Corrí a la cocina por mi mamá
—¿Que tiene Raúl? —Pregunto apagando la estufa y caminando hacia el refrigerador.
—Es... ¡Está herido! ¡Damon lo trajo! —Dije reaccionando de una buena vez.
—¿Herido? ¡Raúl! —Corrió a la sala azotando la puerta del refrigerador, haciendo que diera un respingo.
—¡Raquel! —Dijo Damon cuando la vio en la cocina.
—¡Dios! ¡Raúl! ¡Mi amor! ¡Damon! ¿Qué ha pasado? ¿Por qué esta así mi hijo? ¡Resiste! ¡Dereck! ¡Llama a una ambulancia! ¡Rápido!
—S... si... —Conteste con todo mi cuerpo temblando, tome el teléfono y marque, estaba nervioso y sentía un nudo en la garganta y mi boca estaba seca.
—Lo... lo asaltaron, venia caminando por el parque, y vi un bulto tratando de moverse, me acerque y... y vi que era Raúl, le pregunte que había pasado, y dijo que lo asaltaron, y como él no llevaba nada, lo apuñalaron, trate de traerlo consciente, porque lo estaba, pero la pérdida de sangre lo ha desorientado —¡Mentira! Estaba casi seguro de que Damon lo convenció para meterse en otra pelea.
—¡Oh, Dios! ¡Damon! ¡Muchas gracias! ¡Gracias por traerlo! Eres una gran persona, ¿qué fuera de Raúl sin ti? ¡Por dios! ¡Ahora estaría inconsciente en la calle, gracias! ¡Gracias! ¡Me alegra que estés con nosotros! —Dijo abrazando a Damon, él era un poco más bajo que mi mamá, pero aun así se acoplo al abrazo, él le correspondió, dando una sonrisa de cinismo y rodando los ojos, claro que ella no lo vio.
—La ambulancia viene en camino... —Dije molesto por la gran mentira de Damon, y por la inocencia de mi mamá.
—No es nada Raquel, Raúl es mi mejor amigo, no podía dejarlo, no tendría el valor de hacerlo —Dijo con falsa inocencia al separarse de mamá.
—Resiste cariño, por favor... —Dijo mi mamá después de un rato, sentándose en el sofá y recargando la cabeza de Raúl en sus piernas, dándole suaves masajes en el cabello.
Raúl por lo menos estaba tranquilo, apenas hace unos minutos se desmayó, la sangre brotaba a menos cantidad, su ojo derecho empezaba a ponerse morado y de su ojo izquierdo caía una mancha de sangre seca en forma de lágrimas, tenía los labios partidos y el labio inferior estaba roto, tenía raspones en los brazos y en la espalda —me di cuenta porque llevaba una camiseta de tirantes— pero aun así, después de todo estaba tranquilo, en su respiración se notaba, parecía que tan solo estuviera durmiendo, y que pronto despertaría para después irme a despertar, sacudiéndome el pelo y diciendo que el desayuno está listo, después empujarme para que se me quitara el sueño, o haciéndome una travesura para el mismo fin, platicar en la mesa de como expuso ese tema de historia, o tal vez de filosofía, después llevarme a la escuela y decirme que no me metiera en problemas y que pasaría por mi más tarde...
¡Cierto! Él ya no es ese hermano, ahora solo despertaría, desayunaría y se iría a algún parque o callejón a robar y drogarse... ni si quiera me daría unos buenos días o me llevaría a la escuela, mucho menos me recogería... extraño a mi hermano.
—Gracias a Dios... —Suspiro mi mamá y no supe porque, hasta que escuché la sirena de la ambulancia a unas cuantas casas, y se acercaba a una gran velocidad.
—¿Quieres que vaya a abrir? —Pregunto Damon.
—Si, por favor querido.
—¡Buenas noches! ¿Quién es el herido? —Pregunto el enfermero, que tardó en llegar a la puerta de la casa escasos segundo después de que Damon abriera la puerta.
—Un chico de 18 años, está en la sala.
—Oh pobre chico... señora con permiso... —Pregunto entrando con precaución.
—Adelante, pero llévenlo pronto, está muy herido —El enfermero asintió y en segundos pusieron a Raúl en una camilla y lo subieron a la ambulancia.
—Solo puede ir un familiar —Dijo otro enfermero bajando de la ambulancia.
—Iré yo, soy su madre, Damon, por favor cuida de Dereck, mi esposo no llegará hasta la madrugada, por favor, lo dejo en tus manos, cariño, obedece a Damon, por favor y no peleen.
—Pero, yo... no quiero, déjame quedarme con Saori, por favor.
—No, ya es noche y es peligroso, Saori debe estar en casa haciendo su tarea, u ocupada en algo.
—Por favor, déjame llamarle y decirle que venga por mí.
—Llámala, pero si está ocupada, te quedaras aquí y esperaras a tu padre.
—Si...
—A sí que... ¿te quedaras conmigo, Dereck?
—No, iré con Saori.
—Oh si, esa hermosura, ¿te gusta? Pues déjame decirte que ella es mía, además, no tienes edad para estar con ella.
—No me gusta, y ella no te pertenece, es muy valiosa para ti.
—Si, puede ser, pero tarde o temprano será mía.
—¿Que le paso en verdad a mi hermano?
—Se peleo con un idiota, y él se terminó dejando ganar, no entiendo cómo es que pudo perder, termine ayudándolo, pero será la última vez.
—¿Y por qué nos mentiste a mamá y a mí?
—Me lo pidió Raúl, así que no me afecta en nada.
—Sabia que lo que dijiste era mentira, pero bueno, tendré que acostumbrarme a las mentiras teniéndote cerca.
—Claro —Tome el teléfono dispuesto a llamar a Saori, ella no dudaría en venir por mí a casa, y llevarme con ella, no, ella no me gustaba, la quería y si, la amaba, pero solo como amiga, es más, como hermana, siempre me ayudaba en todo, y me apoyaba, también me cuidaba, como cuando tenía cuatro años y me caí de un árbol, ni mamá, papá, ni Raúl estaban y ella me llevo al doctor, claro, después de improvisar y curarme un raspón en la rodilla.
—¿Hola? —Contesto después del tercer toque.
—Hola Saori, soy yo Dereck.
—¿Esta Damon en tu casa? —Pregunto automáticamente, solo le llamaba por tres motivos:
1 —Damon estaba en mi casa.
2 —Tenía dudas en mi tarea.
3 —Necesitaba un consejo.
Y regularmente llamaba por la primera opción.
—Si, está aquí... —Susurré para que solo ella me escuchara, pero, no lo hizo y me hizo que hablara más fuerte, al final, querer que Damon no me escuchara no funciono, porque lo hizo y solo bufo divertido.
—iré inmediatamente, tranquilo, todo estará bien.
—Si... —Susurré y ella colgó al instante, ya venía en camino.
—¿Y qué? ¿La hermosa vendrá?
—No es asunto tuyo.
—Claro que lo es, por si no lo recuerdas, tengo que cuidarte.
—Como si en verdad supieras cuidara a alguien.
—El caso es no dejarte morir, lo demás me vale.
—Claro, viniendo de ti, ¿qué puedo esperar? —Sonó el timbre, era Saori, al final había ventaja en que ella viviera apenas unas casas después de la mía.
—La princesita ha llegado, le abriré, tu ve por tus cosas.
—Dereck, abre la puerta —Dijo, ni de chiste la dejaría sola con él.
—Bienvenida hermosa, ¿cómo has estado? Por lo que veo muy bien, has crecido mucho —Le dijo Damon recibiéndola y mirándola muy pervertida.
—¿Hum? Y yo te veo igual de idiota.
—JAJAJAJA que amable eres, ¿vienes por el pequeño engendró? Le dije que fuera por sus cosas, pero me ignoro, pídeselo tu.
—Dereck ve por tus cosas —Me dijo Saori, ella era muy linda, tenía los ojos verdes y el pelo a media espalda y negro, y su piel era muy pálida, pero no tanto como la de Damon, con razón Damon se fijó en ella.
—Pero Saori, ¿tu estarás bien?
—¡Claro! ¿Quién crees que soy? Ve corre.
—Ten cuidado —Subí a mi habitación y revise mi horario, metí a una mochila todos los cuadernos que necesitaba, mis colores y libros, también lleve un suéter y mi pijama, por si mi mamá o mi papá no llegaban a casa hoy.

Esquizofrenia ~ulquihime~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora