BACK TO BEN (10/?)

496 17 0
                                    

La pila de expedientes para revisar es interminable. Tras registrar el hotel del oficial del Mossad desaparecido se toparon con varias cajas llenas hasta arriba de expedientes. En alguno de ellos esperan encontrar alguna pista pero son las tres de la madrugada y siguen sin localizar nada.

Ha mandado al resto a descansar a casa pero Ziva ha decidido quedarse con él. No sabe si prefiere que se marche o tenerla cerca. Cada vez siente sentimientos más fuertes cuando está a su lado, a camino entre el odio y algo que no consigue ni quiere descifrar por el bien de todos.

- ¿Café?- pregunta Ziva ofreciéndole uno de los vasos que ha ido a buscar.

Acepta con una sonrisa de agradecimiento y regresa de nuevo a la carpeta marrón que tiene sobre el escritorio.

- ¿Algún avance?

- Nada, fuese lo que fuese que buscasen esos dos aquí no está.

- Puede que el oficial Yadin se lo llevará consigo cuando desapareció.

Cierra el expediente y se recuesta sobre el respaldo de la silla notando que el dolor en la pierna comienza a aumentar. Toma un sorbo de café con la esperanza de que la cafeína haga su efecto pronto y después busca en el cajón un analgésico bajo la mirada de Ziva. Solo espera que no haga ninguna observación.

- Hacíamos un buen equipo- dice Tony pensando en alto.

- ¿Profesional o personal?

- Se nos daba bien investigar. Y como pareja creía que estábamos bien. Discutíamos menos casados que separados.

- Es cierto- concuerda ella.

Comparten una sonrisa cómplice y después retira la mirada. Todavía se siente responsable por su marcha. No puede dejar de preguntarse qué hubiese ocurrido si no hubiese hecho ciertas cosas.

- Lo siento mucho, Ziva.

- ¿Por qué?- inquiere ella realmente sorprendida.

- Por pedirte que te casaras conmigo, no tenía que haberte presionado. Fue culpa mía que te marcharas. Acababas de salir de una relación difícil, estabas confusa y yo solo cometí un error.

Ella se levanta de la silla donde está sentada y va hasta su escritorio, sentándose en el borde. Cuando siente el tacto de su mano sobre su cara miles de sensaciones empiezan a revolotear por su interior.

- No fue culpa tuya, Tony. Me casé contigo porque quise. No hiciste nada mal, todo lo contrario. Ni en un millón de años habría encontrado a alguien como tú.

- ¿Tan insoportablemente pesado?- indaga él.

- Es cierto que me sacabas de mis cajones muchas veces…

- Casillas- la corrige por instinto.

- Como sea. Pero también eras atento y cariñoso. Eras un buen marido. Tú no fuiste el problema.

El destello de algo brillante en su cuello llama su atención. Al fijarse se sorprende con lo que encuentra. La alianza de casada. Se pasó días buscando una de su talla hasta que por fin dieron con una adecuada para sus finos deditos.

- ¿Cuál fue el problema entonces, Ziva?- pregunta con seriedad.

- Ya te lo dije en la carta-responde ella con nerviosismo.

Sigue con la vista clavada en el colgante mientras intenta pensar con claridad. Está a punto de agarrarse a un clavo ardiendo pero las puertas de la esperanza ya están abiertas, no tiene forma de volver hacia atrás.

- Quiero que me lo digas a la cara. Mírame a los ojos y dime que no me querías. Que no me quieres.

Ziva desvía con rapidez la mirada mientras en su cabeza fluyen miles de ideas a la vez. Algo no va bien. Todos esos años creyó lo que decía la carta, creyó que era cierto que no le quería. Pero el anillo le ha dejado fuera de juego.

BACK TO BENDonde viven las historias. Descúbrelo ahora