BACK TO BEN

BACK TO BEN (13/?)

Está dando vueltas en la cama en un sueño inquieto cuando escucha el timbre de la puerta. Abre los ojos despacio algo desconcertada y consulta la hora en el reloj. La una de la mañana. Sin duda no espera nadie a esas horas.

Se levanta de la cama y va sin muchas ganas hacia el recibidor. Tony está plantado en el rellano con una enorme caja de cartón en el suelo y Benjamin durmiendo en sus brazos.

- ¿Qué haces aquí?- pregunta sorprendida.

- Quería traerte unas cosas.

- ¿A la una de la mañana?

- Y él quería decirte algo pero se ha quedado frito en el coche.

Tony le zarandea con suavidad para despertarle y el niño poco a poco abre los ojitos hasta terminar mirándoles con confusión a ambos. Después, para su sorpresa, se lanza sobre ella para abrazarla y le coge en brazos sin entender muy bien que está ocurriendo.

- ¡Mami! ¡Eres mi mami, eres mi mami, eres mi mami!

Le da un vuelco el corazón al escuchar a su hijo llamarle así. Tanto tiempo pidiéndoselo a Tony y deseándolo que parece mentira que por fin se haya hecho realidad. Busca la mirada de su padre en busca de la confirmación. Este le dedica una pequeña sonrisa y asiente con la cabeza.

- ¿Eres mi mamá para siempre?

- Para siempre, nada podrá cambiar eso.

- ¿Y me quieres?

- Más que a nadie en el mundo, Benjamin.

Los tres entran en el interior del apartamento y dejan al pequeño en el sofá del salón para ayudar con Tony con la caja, intrigada por saber que trae en su interior.

- ¿Qué es?

- Recuerdos de nuestra vida juntos.

Cuando los tres están ya sentados en el sofá el niño se sube sobre sus piernas. Abre la caja, observa su contenido y saca una mantita azulona, hecha de lana y tan suave como un peluche.

- Me gusta- dice Ben.

- Era tuya. Cuando naciste papá te envolvió con ella. Eras el bebé más precioso que había visto nunca.

- ¿Y por qué me dejaste solito?

- No te deje solito, cariño, te deje con papá.

- Pero yo quería a mi mamá.

No es capaz de explicarle al niño por qué se marchó. Ya ni ella misma lo sabe.

- Tenía miedo de no ser una buena mamá.

- Pero…. Tú eres muy buena. Yo te quiero mucho.

Le da un largo beso en la mejilla y siguen descubriendo los secretos que esconde la caja de recuerdos: álbumes de fotos, ropita de bebé, un viejo chupete…

El niño no resiste más tiempo y se queda dormido en sus brazos. Le gustaría parar la vida en ese instante y quedarse así para siempre.

- Gracias- le dice a Tony.

- Era lo justo, para todos.

Una cajita le llama la atención y la coge. Al abrirla siente nostalgia de tiempos mejores. Cuando Tony le entregó ese anillo pensó que jamás terminaría lo suyo.

- Nadie me ha desesperado tanto como tú- confiesa- Pero tampoco me ha hecho tan feliz.

- Ya nunca sabremos qué habría ocurrido con nosotros.

                                            ***

Hacía mucho tiempo, quizás demasiado, que no pasaba una noche realmente a solas con Rachel. Y ahora más que nunca lo necesita.
Aunque ella ha propuesto organizar algo le ha dicho que de eso nada, que se ocupaba solito. Quiere sorprenderla y compensarla pese a que ella no esté al tanto de nada. O eso espera.