BACK TO BEN

BACK TO BEN (15/?)

Ha recogido al niño en la guardería y ha vuelto de regreso a la embajada. Le tiene preparara una pequeña sorpresa al pequeño. Lleva tiempo preguntando por ella, por su familia y por cómo es Israel.

Enciende el ordenador y comprueba que la web cam funcione correctamente. Su padre estará en unos momentos al otro lado de la pantalla si es que no decide que su trabajo es más importante que su familia, otra vez.

- ¿Qué vamos a hacer, mami?- pregunta Benjamin.

- Tengo una sorpresa para ti.

- ¿Qué es, qué es?- quiere saber el niño emocionado.

- Vamos a hablar con mi padre. Está un poco lejos, en Israel pero por aquí nos va a saludar- le explica señalando la cámara.

- ¿Tú papá? ¿Y es mi abuelito?

No está muy convencida de que a Tony le vaya hacer mucha gracia que califique a Eli de abuelito pero al fin y al cabo es lo que es.
Pasada media hora empieza a darse cuenta de que su plan era una auténtica utopía, que su padre no va a hacer su aparición. Benjamin debe notar su decepción porque se sienta en sus rodillas y le da un cariñoso abrazo que consigue sacarle una sonrisa.

- ¿Estás triste, mami?

- Un poquito, pero ya verás cómo se me pasa pronto. A veces una persona pone triste a otra.

- ¿Cómo tú a mi papá?

Sorprendida mira al pequeño sin saber muy bien de dónde ha sacado esa idea. Sabe que Tony no ha mencionado nada delante de él, es demasiado cuidadoso.

- Sé que os habéis enfadado conmigo- continua diciendo con tristeza.

- ¿Por qué dices eso, cariño?

- Porque ya no queréis estar juntos. Es por mí.

- Cielo, quiero que sepas una cosa. Nada es culpa tuya. Eres lo mejor que nos ha ocurrido a los dos.

No parece muy convencido pero la abraza y tras la promesa de un buen paseo seguido de un helado de su sabor preferido cambia la pena por una sonrisa.

                                         ***

Toca el timbre de la puerta sintiéndose tremendamente incómodo. Benjamin se queda a pasar el fin de semana con Ziva y ha quedado en que le llevaba al niño. Desde que le pidió que mantuvieran las distancias cada encuentro con ella le resulta embarazoso. Pero está de acuerdo con ella, es lo mejor para los tres. Aunque desde entonces nota al crío algo tristón.

- Ha llegado su alteza- dice cuando abre la puerta.

Le entrega a Ziva la bolsa de viaje del niño, cuajada de ranitas verdes y azules, y da un beso a su hijo.

- Quédate con nosotros, papi, por favor. Podemos ver una peli- suplica el niño.

Mira a Ziva que parece igual de incómoda y confusa que él. No quiere presionarla para quedarse pero tampoco quiere dejar al pequeño con esa tristeza en el cuerpo.

- Por supuesto, entra. Pero me toca escoger- dice por fin Ziva.

- ¿Estás segura?

Ella asiente con la cabeza y la siguen hasta el interior del apartamento. Tras mandar un mensaje a Rachel para informarle de los cambios sigue a Ziva hasta la cocina quien termina de servir sendos platos de pasta para los tres.

- Lo siento, no le he dicho nada.

- Lo sé, lleva días raro. Se siente culpable por la situación. Cree que por su culpa nosotros no estamos juntos.