BACK TO BEN

BACK TO BEN (20/27)

Toca el timbre rezando para que Rachel no sea quien abra la puerta. Solo desea recoger al niño y largarse lo más pronto de allí. Cuando Tony le ha pedido que pasara a recogerle ha sentido la tentación de negarse pero tiene unas ganas locas de verle.

Desde el interior de la casa escucha el llanto del pequeño acercándose y cuando Tony abre tiene a Benjamin en brazos llorando desconsolado. Le acaricia la espalda con suavidad para calmarle y este levanta la cabecita del hombro de su padre para mirarla con tristeza.

- ¿Qué te pasa, cielo?

- Mami, te quiero mucho, tú no me dejes- dice abalanzándose sobre ella.

Le coge en brazos mientras intenta calmarle y averiguar que ocurre. Sigue a Tony hasta la cocina y este le sirve un vaso de leche que parece animar al pequeño.

- ¿Por qué piensas que te voy a dejar?

- Rachel se ha ido- explica gimoteando Ben- Y papi dice que no va a volver.

Busca a Tony con la mirada y este le confirma que es cierto, se le nota a la legua que algo ha ocurrido.

- No te voy a dejar nunca más, Benjamin. Te lo prometo.

- ¿De verdad?- pregunta receloso.

- Por supuesto, cariño. Daría mi vida por ti y haré lo que sea porque jamás nos separemos.

El pequeño parece calmarse poco a poco y le abraza con fuerza hasta que consigue que deje de llorar. Le da un besito en la frente y este responde con otro beso para ella en la mejilla mientras sonríe.

- Eres la mejor mamá del mundo.

- ¿Puedes hacer una cosa por mí? Quiero que me hagas un dibujo muy bonito, y después le podemos poner un cuadro, ¿vale?

El niño corre hacia el salón encantado con la idea del dibujo y por fin se queda a solas con Tony. Sigue sentado en la silla sin hablar ni tener muchas ganas de hacerlo. Le coge de la mano y le acaricia el brazo.

- ¿Estás bien?

- No es nada- responde con fingida indiferencia, pero le conoce demasiado bien.

- Tony, has estado junto a ella más años que conmigo, sí que es algo.

- Era lo que debía hacer, no podía estar queriendo a dos personas a la vez. He tenido que contarle la verdad, que nos acostamos y que estás embarazada.

- Intuyo que no se lo ha tomado nada bien.

- ¿Sabes? Creo que lo que más le ha dolido es que vayas a tener un bebé, es lo que ella más deseaba y no he podido dárselo.

No ha pasado por la experiencia de no poder tener hijos. Todo lo contrario. Benjamin llego de rebote y bendita casualidad que nació. Y parece ser que este pequeñín que viene en camino ha llegado de la misma forma inesperada que su hermano. Pero en el fondo comprende a Rachel y por ello se siente peor.

- No estaba en tu mano, Tony. Deja de culparte por todo.

Sigue pendiendo de un hilo algo que no se atreve a preguntar, no quiere presionarle más todavía y empeorar las cosas pero es hora de enfrentarse a ello.

- ¿Qué pasa con nosotros?

- Necesito tiempo, Ziva. Sé que no tenemos mucho pero son demasiadas cosas que pensar. Sigo manteniendo mi promesa, me haré cargo del niño pero necesito alejarme un tiempo de ti para conseguir perdonarte. ¿Podrás hacerlo?
Ahora más que nunca le necesita cerca, siempre se ha vuelto mimosa en los embarazos y no iba a ser menos ahora pero comprende su petición y hará lo posible por cumplirlo.