007 hospital

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Cuando intenté abrir mis ojos, descubrí que los párpados me pesaban. Luego de algunos molestosos intentos, pude ver. Me sorprendí al percatarme de que no estaba en mi casa. Paredes blancas, cama incómoda, frío... Estaba en una clínica.

Un momento, ¿qué? Miré hacia mi cuerpo, estaba acostado sobre una camilla y tenía una fina bata verde-agua puesta. Una fina aguja sujeta por vendajes estaba adherida a el dorso de mi mano. Y me asusté, me asusté mucho. Mi corazón latía muy rápido y no podía pensar con claridad. De repente, una enfermera entró por la puerta y se sorprendió al verme despierto.

—¡Oh! ¡Styles!— Se acercó a mi camilla y chequeó algo del suero al cual estaba conectado.

—¿Qué me pasó?— Pregunté.

—¿Se lo explico yo o un doctor?

No me esperaba esa pregunta, pero dije:

—T-tú.

La enfermera se paró al lado derecho de mi camilla y me miró a los ojos. Suspiró sonoramente antes de explicarme.

—Verá, su amigo Liam fue a verlo a su casa. Llamó al timbre varias veces y, al ver que nadie respondía, hizo uso de las llaves que poseía. Una vez estuvo adentro, él pudo verle desmayado en el suelo. Estaba pálido y su pulso era muy débil. Llamó inmediatamente a una ambulancia. Resulta que tenía un serio cuadro de desnutrición. Harry, ¿cuándo fue la última vez que comiste algo?

Mi cerebro se esforzó en ubicar la última ocasión en la que me había alimentado, pero no pude. Sacudí mi cabeza, en señal de que no recordaba.

—Oh... Tranquilo, ya te estamos alimentando por vía intravenosa.

— Pero...— No sabía que decir, pero estaba consciente de que tenía que comentar algo. —¿Desde cuándo estoy aquí?

—Tres días, y habías estado inconsciente.

¿Tres días? ¡La carta de Louis ya debería haber llegado! Me sorprendió mi reacción. Teniendo tantas cosas por las cuales preocuparme, como mi propio estado de salud física o mental, y pensaba en las cartas.

—¿Y Liam?— Le pregunté a la enfermera. Si alguien podía buscar en mi buzón la carta para que yo la leyera, ese era Liam. Y debía aprovecharlo.

—Él está en la sala de espera. ¿Le digo que venga?

—Sí, por favor.

La enfermera salió de mi habitación. Minutos más tarde, Liam entró por la puerta. Se le veía preocupado y angustiado. Me sentí culpable.

—¡Harry!— Exclamó, emocionado. Rápidamente se ubicó al lado de mi camilla y me abrazó fuerte. Yo intenté mover mis brazos para corresponder el gesto de cariño, pero un dolor agudo en mia hombros me avisó que no podía. Liam se percató y me soltó de su agarre. Rió nervioso.

—L-lo siento. Es que, cuando te vi desmayado en el suelo... pensé lo peor, me asusté demasiado, no tienes idea.

—Es mi culpa Liam, soy un pésimo amigo. Desde la muerte de Louis me comporto como un niño mimado, y no quería comer, ni salir, ni bañarme...

—Es normal Harry, estás deprimido.

—¿Niall y Zayn saben de esto?

—Me encargué de avisarles apenas los doctores te atendieron. ¿Les digo que vengan a visitarte?

—Por favor. Me encantaría hablar con ellos.

—De acuerdo. —Del bolsillo trasero de su pantalón, sacó su celular. Lo desbloqueó y marcó un número telefónico. Se llevó el aparato a la oreja derecha y esperó.

—¿Niall?— Pasaron unos segundos, en los que me imaginé que Niall hablaba. —Mira... Harry despertó. Dice que quiere verlos, ¿estás con Zayn?— De nuevo silencio.—Perfecto, dile que venga. Aquí los esperamos.

Cortó la llamada y me miró.

—Estarán aquí en quince minutos.

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Quince minutos después, Niall y Zayn entraron a la habitación, tal y como lo habían prometido. Sonrieron aliviados al verme despierto, pero no corrieron a abrazarme como Liam. Desde mi incómoda ubicación, en la camilla, pude ver que el labio inferior de Niall estaba hinchado y tenía una cicatriz. Aparté la mirada, por que no pude resistir el sentimiento de culpa que me carcomía. Aún cuando ya le había explicado todo, y él, supuestamente, me había comprendido y perdonado, todavía tenía esa pequeña mancha negra que quedaba en tu consciencia tras haber hecho algo malo.

No veía a Zayn desde hacía ya varios días, pero la única diferencia que pude notar en su aspecto físico era que tanto su barba como su cabello estaban despeinados y algo sucios. Tal vez no se había cortado el pelo ni afeitado desde que.

—Y... ya estás mejor, por lo que veo.—Dijo el moreno. Yo me limité a asentir con la cabeza.

—De ahora en adelante tendremos que cuidarte como un niño pequeño que ingiera sus tres comidas al día.— Comentó Niall, y no supe si lo decía sólo para bromear o porque quería burlarse de mi extraño y delicado estado emocional.

Me imagino que la segunda opción fue la acertada, dado a que inmediatamente después de decir eso, Liam le dedicó una mirada asesina al rubio. Niall bajó la cabeza, aparentemente avergonzado, pero no dijo nada.

—Harry... —Dijo Liam, de repente. Lo miré a los ojos, insitándole a que siguiera.

—Yo... ayer fui a tu casa.

Un rayo de esperanza iluminó mi mundo entero. Tal vez había decidido chequear mi buzón, vio la carta y me la trajo. Mis manos amezaron con temblar de la emoción que me brindaba la idea de que quizás leyera la carta ahora.

En lugar de eso, Liam me dio mi celular. Sentí como mi mundo se venía abajo. Tal vez estoy exagerando, pero ¿qué me puede importar un estúpido celular? Fulminé con la mirada a Liam, pero no lo notó.

Tomé mi móvil en las manos y lo encendí. ¿Había estado apagado durante las casi tres semanas que me distanciaban de la muerte de Louis? Wow. Los mensajes y las notificaciones de las llamadas perdidas de mis contactos comenzaron a llegar rápidamente. En total, treinta y cuatro llamadas sin contestar y quince mensajes sin leer.

Suspiré. Abrí la bandeja de entrada y comencé a ver los nombres de quienes me habían enviado mensajes. Varios miembros de la familia de Louis, algunos amigos lejanos... Y un número privado.

Intrigado, abrí el mensaje. Lo que leí, me dejó helado, en todos los sentidos. Sentí como mi cuerpo entero temblaba, mi tensión se bajaba, se me dificultaba respirar.

De: Número Privado.

"Espero que te estén gustando las cartas."

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Final de capítulo estresante, I know. Quiero pedir TODAS LAS DISCULPAS DEL MUNDO por no haber actualizado en más de una semana. Tenía un bloqueo de los mil demonios, aquellas lectoras/lectores que también escriban me entenderán. Las palabras no me salían, no sabía que escribir. Para compensarlos, he pensado en hacer un maratón. Comenten que les parece la idea, sería un maratón corto, de unos tres capítulos. Espero que les haya gustado el capítulo, voten y comenten :)

cartas para harry ; stylinsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora