Liam y Zayn se fueron poco después, y yo decidí irme a dormir, a pesar de que eran las seis de la tarde y no recordaba la última vez que había comido. Estuve dando varias vueltas en la cama, pero me dormí más rápido de lo que pensaba. Seguramente era la cantidad de cosas que habían pasado durante el día. Mucha información, muchas cosas que procesar.
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Al despertarme, aún era de madrugada. No había amanecido, pero, al levantarme y asomarme por la ventana, podía verse el cielo gris pálido, lo cual quería decirse que no faltaba mucho para que el sol de asomara. Eran las cuatro y diecisiete de la mañana. Pasé mi mano derecha por mi desordenado cabello y bajé las escaleras, hasta la cocina. Sentía un vacío en el estómago, por el hambre. Agarré una manzana y le di un mordisco mientras preparaba unas panquecas.
Después de desayunar, escuché mi celular sonar, y corrí hasta la sala, para buscarlo y contestar sin siquiera ver el número.
—¿Aló?
—Buenos días, ¿el señor Styles?— La voz se me hacía conocida, pero no la reconocía del todo.
—Él habla.
—¡Oh! Hola Harry, es Jack.— Sonreí, anticipando el motivo de su llamada.
—¡Jack! ¡Hola! ¿Cómo estás?
—Muy bien, ¿y tú?
—Normal.— Dije frío, ya que no me encontraba en situación para decir "bien".
—Te llamaba para decirte que tienes el trabajo.— Una amplia sonrisa se dibujó en mi rostro.
—¿En serio? ¡Muchísimas gracias!— Jack rió levemente.
—No lo agradezcas, Harry. Te lo mereces. Tu horario será de lunes a viernes, de una de la tarde a seis. Comienzas este martes, pero por favor ven el lunes a la oficina para que puedas firmar el contrato y hablar sobre los pagos y los beneficios.— Estaba tan emocionado que me tomé unos segundos para procesar la información.
—C-claro, ¿el lunes a qué hora?
—A las dos estaría bien.
—Perfecto, a esa hora estaré allá, y gracias, de nuevo.
—De nada, Harry. Repito, te lo mereces. Mucha suerte, nos vemos el lunes.
—Vale, pasa buena tarde.
—Lo mismo digo.— Tranqué el teléfono y sonreí ampliamente. ¡Tenía el trabajo! Tal vez no era el mejor trabajo del universo, ni tampoco el que me proporcionara el mejor salario, pero al menos no seguiría gastando mis ahorros.
Al fin haces algo bien, me reprochó mi conciencia, pero decidí ignorarla. Estaba de excelente humor, la sonrisa no se iba de mi rostro. En mi ataque de euforia, salí de la casa para ir al buzón. Lo abrí mientras tarareaba una canción que yo mismo había inventado, y descubrí varias facturas de luz, agua y gas. Cogí los sobres y le heché una última mirada al cajón metálico, y mi corazón dio un salto al ver que había un sobre blanco ahí, obviamente de Louis.
No sabía si sonreír o preocuparme, pero opté por no cambiar mi estado de ánimo. Agarré aquél sobre también y volví al interior de mi casa. Me senté en el sillón de la casa y rompí el sobre de Louis, e inmediatamente empecé a leer, sin plantearme el montón de riesgos que corría.
"Querido Harry;
Hola. Espero que estés bien. Se que digo esto en todas las cartas, pero de verdad me preocupa mucho tu estado psicológico mientras leas esto. Pero no estoy aquí para reprocharte ni advertirte nada, así que aquí va mi siguiente razón.
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cartas para harry ; stylinson
Hayran Kurgu"dice que, a pesar de que ya no piensa en el suicidio, la muerte es lo mejor que le podría pasar"