Maratón 1/3
Cuando desperté, pensaba que eran las siete de la mañana, a juzgar por la luz. Luego vi el reloj de la cocina y me percaté de que eran las once de la mañana. Niall pasaría a recojerme a las doce. maldije internamente y, aún medio dormido, fui a bañarme. Fue bastante extraño, dado a que tenía ambos manos vendadas, y tuve que ponerme una bolsa plástica en cada una, para evitar que las vendas se dañaran. Me veía muy gracioso en el espejo del baño, desnudo y con las dos bolsas. Parecía un robot o algo parecido. Sonreí levemente frente a mi reflejo y me metí en la ducha. El agua fría despejó mis sentidos rápidamente. El agua caía sobre el plástico que cubría mis manos y causaba un ruido muy molesto. Salí lo más pronto que pude y me vestí con lo primero que encontré en el armario. Pensaba en lo que me había dicho mi amigo. Tal vez era cierto, las cartas de Louis me hacían daño, pero no podía dejarlas.
Era como cuando estás escuchando una canción que te hace llorar-y estás llorando-, pero por alguna razón, no cambias ni quitas la canción. Como si te gustara sufrir.
Bueno, lo mismo me pasa con las cartas de Louis. Sé que me lastiman, que me hacen recordarlo y amarlo aún más, pero no paro de leerlas. Sé que si las dejo en el buzón sin abrir, un sentimiento de culpa de perseguirá, y sentiré que lo estoy traicionando. Y no puedo permitirme eso.
Cogí mi billetera y el papel en el cual había anotado las direcciones de los diferentes sitios de trabajo. Mis manos seguían vendadas, cosa que me dificultaba algunos movimientos, pero no muchos. A las doce y diecisiete minutos, tocaron el timbre, y fui a abrir. Niall estaba vestido con unos jeans y una camisa a cuadros rojos y azules. Tenía unos lentes de solos súper oscuros que tapaban sus ojos.
-Hola, Harry. Buenos días, o tardes, como quieras verlo.- Él rió y yo intenté reír con él, pero mis intentos fueron mediocres. En lugar de una risa, pareció un gemido ahogado de algún animal en su último momento de vida.
-Igual, Niall.-Nos dimos un abrazo.
-¿Vamos?- Asentí con la cabeza.- Pero primero comemos algo, porque yo no he almorzado y estoy muriendo de hambre.
-Perfecto, yo tampoco he almorzado.- Aunque estaba mirando al suelo, pude sentir que Niall sonreía. Su camioneta estaba en frente de mi casa. Nos montamos.
-¿Hamburguesas o pizza?- Preguntó mientras se acomodaba en el asiento del piloto. No tenía ganas de comer, ni hamburguesas, ni pizza, ni nada.
-Hamburguesas.
-Genial, hace poco abrieron un local que no está muy lejos de aquí, te lo recomiendo, el otro día fui con mi hermano y wow... son geniales.
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Terminamos de comer y dividimos a la mitad la cuenta. Yo pagué en efectivo y Niall con su tarjeta de débito. Recogimos nuestras cosas y salimos del restaurante, que, a decir verdad, era muy bueno.
Buena recomendación, rubio, pensé. Si alguien sabía sobre locales de comida de todo tipo, ese era Niall. Tenía mis sospechas de que en Internet, había buscado cada uno de los sitios para comer de toda la ciudad, los había anotado en una hoja de papel, e iba a uno diferente cada fin de semana.
-¿Y? ¿Te gustó?- Me preguntó Niall mientras conducía.
-Si, genial. Eres todo un experto, rubiecita- Lo alabé. Él soltó una carcajada contagiosa, la cual yo no pude evitar. Ambos estallamos en un ataque de risa. Lo disfruté al máximo, ya que hacía muchísmo tiempo de que no reía así, y sabía que no volvería a hacerlo, al menos en unas semanas o días. Y es que, después de haber sido víctima de la pérdida de una persona tan importante y cercana para mí como lo era Louis, aprendí a disfrutar cada momento que la vida me ofrece; porque no sé si mañana mi corazón siga latiendo, y mucho menos sé si Niall tenga algún accidente de tránsito y muera mientras yo no esté con él.
Algunos me llamarían loco o paranoico, pero yo creo que cada momento que vivimos y cada persona que conocemos tiene algo que enseñarnos, y no podemos desaprovecharlo bajo ninguna circunstancia.
-Entonces, me imagino que buscaste sitios de trabajo, ¿verdad?- Cuestionó Niall. Parecía un padre a veces, incluso más que Liam. Busqué el papel en mis bolsillos traseros y lo desdoblé.
-Aquí están algunos.- Niall no vio el papel, pero igual asintió.
-¿Vamos al centro comercial, cierto?
-Sí, ahí podemos conseguir más opciones.
-¿Tienes lo que piden, la cédula, la partida de nacimiento...?
-Tengo los archivos en un pendrive, debo imprimirlos.-Niall volvió a asentir por enésima vez en el día. Ya estábamos llegando al centro comercial. Entramos al estacionamiento y unos quince minutos después, encontramos puesto. Estaba increíblemente lleno. Nos bajamos.
-Niall- Lo llamé.
-¿Sí?
-Quería darte las gracias, no deberías estar haciendo esto, sobretodo después de la vez que te golpeé...- Él se acercó a mí y puso una mano en mi hombro.
-Tranquilo, eso es tema olvidado.- Dijo, intentando tranquilizarme, pero yo seguía creyendo que él aún me guardaba rencor.
Fuimos a un cyber café y pude imprimir los requisitos. Ambos comenzamos a caminar por todo el centro comercial, entrando en cada tienda en la cual anunciaran que buscaban trabajo. Preguntamos en restaurantes, zapaterías y tiendas de ropa de marca, y todas decían que me llamarían después. Incluso, aquél local que había visto en Internet el día anterior. Después de cuatro horas en aquel lugar, los dos decidimos que sería justo sentarnos a tomar algo.
Había una heladaría en la primera planta, y nos dirigimos hasta allá. Niall pidió un helado de chocolate con galletas, y yo uno de limón. Nos sentamos en una de las mesas del local a comer. La mesa estaba bastante apartada de las demás, pero igual se escuchaban a las familias cercanas a nosotros hablar y reír. A unos metros de la heladaría, había un pequeño carrusel para los niños pequeños.
Pude ver como Niall se quedaba observando a los niños pequeños, pero yo no quise desviar mi mirada hacia ese lugar. Me concentré en mi helado color verde claro. Ninguno habló ni dijo palabra alguna. Estábamos cansados, la verdad es que agotaba todo eso de buscar empleo en una ciudad tan poblada como lo es Londres.
-¿Y... alguno de los trabajos te gustó más que los demás?- Preguntó Niall.
-La verdad, es que con cualquiera estaría feliz. Necesito ese dinero.- Suspiré después de decir aquello y terminé de comer el poco helado que quedaba.
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La otra parte del maratón la subo mañana en la mañana, hora de Venezuela :) Las dedicaciones las pongo cuando esté en la computadora. Voten y comenten, las amo ♡
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cartas para harry ; stylinson
Fanfiction"dice que, a pesar de que ya no piensa en el suicidio, la muerte es lo mejor que le podría pasar"