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Taylor

Antes de que las ganas de estrangularla aumentaran, el sonido del montacargas subiendo y posteriormente que alguien llamase a la puerta, le obligó a calmarse y pedirle que guardase silencio mientras desenfundaba el arma que llevaba en el cinturón.
-Yo...
-Alexa, si pasa algo, quiero que huyas lo más lejos posible. Ten.
Le entregó las llaves de su coche y se acercó a la puerta.
-Jefe, abre de una vez. La chica debe querer cambiarse de ropa.
Solo entonces él guardó el arma y abrió la puerta.
-¿Comprobaste que no había nadie? ¿Te han seguido?
-Todo en orden, jefe.- cerró la puerta tras de si, dejó las bolsas en el suelo y le besó.

El ruido de cristal rompiéndose llamó la atención de ambos quienes volviéndose hacia Alexa, comprobaron que tenía las manos llenas de sangre.
Estuvo a su lado mientras Stella iba al cuarto de baño por el botiquín.
-Alexa, nena, estás sangrando.
Con cuidado le quitó los restos del vaso de las manos y luego se las puso bajo el grifo del fregadero para ver cuan malo era.
>>Alexa, mírame.
Ella se volvió hacia él y pestañeo un par de veces tras las gafas.
-Te ha besado.
La miró enarcando una ceja hasta que comprendió sus palabras. Entonces se permitió sonreír.
-Estás celosa.
-No.
-Me gusta que lo estés.- entonces la besó. La devoró.
Y ella se lo permitió.

-Si interrumpo solo tenéis que pedirme que me vaya.
Taylor se apartó despacio, respirando con dificultad.
-Tenemos un gran problema, gatita. No puedo prometerte esperar a que esto termine. Necesito tocarte, sentirte, hacerte mía. Ahora.
-Chicos,yo...
-¡Desaparece, Evan!
Ni siquiera la miró. Ella rompió a reír, dejó el botiquín encima de la mesa y se marchó.
Antes de que la puerta se cerrase del todo, sus labios volvieron a posarse sobre los de ella.
-Espera... Por favor... Espera.- colocando las manos sobre su pecho, le apartó un poco.
-¿Que ocurre?
-Mis manos- todavía tenían unos pocos cristales incrustados y sangraba. Bastante.
Maldiciendo su poca consideración, la sostuvo en sus brazos cuando ella se desmayó.

*****

Alexa

Despertó algo más tarde.
Ya estaba oscureciendo y Taylor se encontraba a su lado.
-¿Estás bien?
-Si. ¿Que ha pasado?- miró sus manos, ahora vendadas.
-Me diste un buen susto. Te desmayaste.
-Perdona. Es por la sangre.
-Perdóname tú. Debí atender las heridas antes. Perdí la cabeza.
-Creo que ambos lo hicimos.
-No volveré a tocarte, Alexa. No puedo permitirme perder la cabeza así por nadie y menos cuando se supone que debo mantenerte a salvo.
-¿Me protegerías menos si mantuvieses una relación conmigo?
-Me volvería loco si te pasase algo y llevo contigo veinticuatro horas. Esto se está volviendo peligroso, nena. Para los dos.
Llevo unas de sus manos herida a la cara de él y le acaricio.
-Cuando todo esto termine, no nos veremos más. Si quieres que controle mis sueños, cúmplelos en la realidad.

Ella nunca había sido tan directa, pero quería aquello.
Lo quería como nada en el mundo y si algo les llegase a ocurrir, no quería tener que arrepentirse de nada.
Aquella, aunque peligrosa, podía ser la mayor aventura de su vida.

Savi'n me (Serie Love 11) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora