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Alexa

El sonido de su teléfono impidió que él respondiese.
Miró la pantalla y su expresión se iluminó.
-Es mi padre- descolgó.- ¡Papá!
-Tú padre no está aquí, señorita Jones.
-¿Quien eres?
-Será mejor que salgas de donde cojones te hayas escondido. Solo así dejaré a tu padre libre.
Taylor le quitó el teléfono de las manos y colgó.
-Tiene a mi padre.
-No es cierto-le enseñó su propio teléfono.- He hablado con mi gente. Tu padre está bien. Está en casa con tu madre. Están intentando rastrear desde donde te llamaron.
-Pero...¿como consiguió su teléfono?
-Tan simple como un duplicado de tarjeta. Tus padres están bien. Toda tu familia está a salvo.
Sin embargo tenía la sensación de que estaba ocultándole algo y aun así, le abrazó.
Necesitaba el contacto. Sentía su incomodidad pero lo necesitaba.
-Por favor, no te apartes.
-No lo haré- la rodeó con sus brazos y la llevó a la cama.- No te dejaré.

Le quitó la ropa despacio, sin dejar de acariciarla, de besarla, de consolarla.
Cuando la tuvo en ropa interior, empezó a desnudarse él.
-Tócame, Alexa.
Levantó las manos hacia su pecho y lo acarició. El pecho, los brazos, la cintura, la boca.
Él le besó los dedos, introduciendo uno en su boca y lo lamió.
-¿Aun quieres que otro agente cuide de ti?
-¡Dios! No puedo pensar ahora.
-Bien.

Esta vez se introdujo lentamente en su interior.
Aquello acallaba todas las dudas que tenía acerca de lo que sentía.

No se apartó de ella.
No la dejó, pero Alexa tenía que hacerlo.
Teniendo mucho cuidado de no despertarle, cogió su ropa, las llaves del coche y se despidió.
-Espero que puedas perdonarme algún día.

Cuando se dirigía a la puerta, vio las esposas sobre el escritorio. Las cogió, volvió a la habitación y le esposó a los pies de la cama. Luego desapareció.

*****

Taylor

El ruido de un motor le despertó. Un motor familiar. Su Audi.
Se movió hacia un lado descubriendo lo que ya temía.
Estaba solo. ¡Y esposado!
-¡Alexa!
Forcejeó con la cama para soltarse. Rompería la cama si era necesario, la encontraría y luego la mataría con sus propias manos.

Golpeó con el pie libre, la madera de los pies de la cama hasta romperla lo suficiente y así soltarse.

Se apresuró a ponerse un pantalón y los zapatos. Cogió la camiseta y la pistola y se apresuró a llegar a la calle.

*****

Alexa

Le temblaban las manos.
¿Aquella dichosa puerta de metal no pensaba abrirse nunca?
Había pulsado el botón una decena de veces y todavía no había subido ni la mitad.
Algo dentro de ella sabía que Taylor estaba despierto, y peor aun, enfadado.
¿Habría logrado soltarse?

Por fin la puerta se abrió lo suficientes como para que pudiese pasar.

Aceleró justo a tiempo para ver a Taylor por el retrovisor corriendo tras ella.
Perdóname.

Savi'n me (Serie Love 11) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora