19

2K 240 10
                                        

...

Malditos idiotas.
Les habían cogido. A los dos.
Si quería las cosas sin errores no le quedaba más remedio que hacerlas él mismo.
-Muy bien, Alexa Jones. Me toca mover. Veremos como te salva tu héroe ahora.
Guardó su arma tras comprobar que estuviese cargada, dentro de su maletín y lo cerró a tes de poner en marcha el coche.
Era hora de hacer las cosas bien de una vez.

*****

Alexa

-¿Nos vamos a casa?- estaba alucinando.
-Te lo prometí y es lo mejor. No podemos quedarnos aquí. Tengo que mantenerte a salvo. Es lo único que me importa.
-Garreth...
-Recoge tus cosas. Nos vamos ahora mismo.
Stella llamó poco después para avisar de que alguien vendría a entregar su hermoso Audi.
-Nos marchamos, Stella. Ten mucho cuidado por aquí.
La mujer le había caído bien y realmente había sido de gran ayuda. No quería que nada le ocurriese.
Poco después, un servicio de grúa dejó el amado coche de Garreth.
Tras cargar sus cosas en él y asegurarse de que llevaban todos los papeles con ellos, se dirigieron al aeropuerto.

-¿Que pasará con el coche? ¿Lo dejaras en el aparcamiento?
-Stella e Ian vendrán a por él. Ellos se lo llevarán.
-Has pensado en todo.
-No voy a jugármela con tu seguridad.
-Hablaba de tu coche.
-Lo sé. Es el otro amor de mi vida.
-¿Y cual es el primero?
-Tú. Solo tu, nena.

*****

Garreth

Stella e Ian ya estaban allí, esperándoles.
Ambos les abrazaron, incluso aunque Ian jamás había visto a Alexa.
Imaginaba que ese gesto era lo mismo que decir que ella era bienvenida.
-Tened cuidado.
-Si. Volved pronto. Los dos.- y esa era Stella.
Para ella era todo blanco o negro. No había grises. Sencillamente ella decía lo que pensaba.

Mirándoles atentamente, no se sorprendió al ver la decisión en sus ojos.
Ambos le seguirían si las cosas se ponían difíciles y apreciaba eso.

Sin embargo, un vistazo a Alexa y la vio pensativa. Decaída. Y su chica no era así.

Una vez en el avión, se aseguro de que ella entendiese que a partir de ese momento, eran dos personas distintas. Otro nombre. Otra historia.
Y al parecer, un matrimonio.
Señor y señora Thompson.

*****

Alexa

La presión en el pecho no disminuía.
Lo que no terminaba de entender era el motivo.
¿Acaso quería dejarla?

No podía dejar de pensar en que había algo que se había perdido.
Quizá era el gesto o la mirada en si que sus amigos le hicieron a Garreth, pero sin duda, algo pasó por alto.
Y lo primero que le venia a la mente era que él la llevaba a casa y después desaparecería.

-Abby.
Por otro lado, ¿por que iba a molestarse?
Él había admitido que la quería, y sin duda ella no podía pensar que él fuese un cabrón soplapollas.
Debería darle el beneficio de la duda.
Un pellizco en su brazo la obligó a volverse hacia él.
-¿Que quieres?
-Tienes que aprender a responder al nombre de Abby. No puedes olvidarlo.
-Ya.
-¿Que te pasa?
-No es nada, Garreth.
-Debes llamarme Ron.
-No es nada, Ron.
-¿Que demonios te pasa? Creí que esto era lo que querías. Estabas como loca por ir a ver a tus padres.
-Y lo estoy. No es por eso.
-Entonces dime por qué.
Se volvió hacia él con el corazón en un puño.
-¿Vas a dejarme?
-¡¿Qué?!
Algunos pasajeros se volvieron hacia ellos.
Garreth/Ron, no les prestó atención aunque si bajó la voz.
-¿Por que crees eso?
-Antes, cuando nos despedimos de Stella y su marido...- negó con la cabeza.- Hubo algo en vuestra forma de interactuar que me hizo pensar que quizá tu...
-¡Dios no! Stella e Ian vendrán en el próximo vuelo. Stella no va a dejarme solo y el buenazo de Ian tampoco. Poco importa que le dijésemos que no viniese. Argumentó que somos su familia y donde sea que vayamos, él nos seguirá. No lo parece pero es condenada mente exigente. Es imposible contradecirle.
-¿No me vas a dejar?
-Jamás.
La presión disminuyó de golpe y en su lugar, se encontró sonriendo y abrazándolo.
-Te amo señor Thompson.
-Y yo a ti, señora Thompson.

*****

Garreth

Ahora que ella estaba más relajada y dormía a su lado, él se permitió pensar que en realidad si había algo que no le había dicho a su mujer.
Y era uno de los motivos por los que Stella e Ian viajarían también.
Era hora de enfrentar al padre de Alexa y arrodillarse para pedir su mano, porque cuando todo esto terminase, iba a hacerla su esposa.

Savi'n me (Serie Love 11) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora