Savi'n me (Serie Love 11)

06

Taylor

No podía dejar de besarla.
Ansiaba su boca, sus manos.
Le conmovía el modo en el que lo tocaba.

Le quitó la ropa con manos temblorosas y aguantó la respiración cuando la vio completamente desnuda.
-Detesto tener que preguntar esto, pero ¿es tu primera vez?
-No.
Apretó los puños a ambos lados de la cabeza de ella.
-Hubiese preferido que mintieras.
-¿Por qué?- ¿Era tan descabellado que una mujer que treinta y dos años fuese virgen?
-No quiero pensar en que otro te haya tocado.
La sola idea le hacia apretar los dientes para no gritar.
-Ahora mismo, cuando estamos tan cerca el uno del otro, cuando estas a punto de hacerme tuya- movió las caderas hacia arriba, rozando su sexo contra su poderosa erección.- ahora mismo, no importa nada más.
-No hagas eso, Alexa- gimió cuando ella volvió a moverse.- Por favor- una vez más.- No podré contenerme si sigues.
-No quiero que te contengas.
Liberó su erección y la penetró. Fuerte, rápido, salvaje.
Tal y como debía haberlo hecho en sus sueños.

Sus cuerpos se fundieron en uno solo.
Sus respiraciones se aceleraron.
Hizo lo que quiso con ella, tomándola de mil formas distintas.

*****

Alexa

Taylor tenía razón en algo.
Estaban en peligro. Al menos, pensó Alexa, su corazón lo estaba.
Aquella noche, compartieron algo más que la cama.
Se había entregado completamente a él, dando todo de si misma y aunque él no quisiera reconocerlo, se había entregado del mismo modo.

*****

Taylor

Su corazón ya no latía del mismo modo.
Algo había cambiado.
Veinticuatro horas junto a una desconocida, bueno, no tan desconocida,a la que debía proteger con su vida, lo habían cambiado.

Lo había sabido cuando la calmaba durante sus pesadillas, y lo supo antes, al secar sus lágrimas cuando hablaba con su madre mientras escapaban, pero no quiso verlo.
Sin embargo, en aquel momento, mientras ella dormía en sus brazos en medio de la oscuridad, no le importaba nada más que ella. Nada.

Saliendo de la cama con cuidado para no despertarla, se vistió y colocó junto a la ventana, pero no podía pensar.
Miró hacia el mientras decidía que hacer.
Le dio vueltas a su teléfono varias veces antes de decidir hacer la llamada.
-Phillips.
-Buenas noches, señor.
-Taylor, es más de medianoche. Espero que tengas un buen motivo para llamarme estas horas.
-Estoy con la chica.
En más de un sentido.
-Lo sé. Yo te autorice a ello. Ahora dime algo que no sepa para que pueda volver a la cama con mi mujer.
-Solicito permiso para llevarla con su familia.
-Hacer eso podría ponerles en peligro. A todos.
-Señor,está asustada. Necesita a su familia.
-Es una mujer adulta.
-Por favor,señor.
-Taylor, sé que me arrepentiré de esto, pero dado la hora que es, me voy a arriesgar. No te impliques.
Demasiado tarde.
>>No es más que otro caso. En cuanto lo resolvamos, no volverás a verla.
-Lo sé, señor.
Y ese era el problema.
-Buenas noches, Taylor.

Aquella noche se obligó a si mismo a no volver a la cama con ella.
Por muy tarde que fuese, no podía implicarse más.