07

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Alexa

El olor a café recién hecho la despertó.
Buscó algo que ponerse, pero como no lo encontró, decidió cubrirse con la sábana.
¿Donde estaban las bolsas que había traído consigo la compañera de Taylor?
Las encontró junto al sofá.
Realmente había pensado en todo porque no faltaba de nada.
Incluso su muy extensa  colección de ropa interior de encaje negro.
Un pequeño fetiche que compartía con su hermana mayor, Audrey.

Miró hacia ambos lados en busca de Taylor, hasta que escuchó correr el agua.
Eso le daría algo de tiempo para vestirse.

Acababa de ponerse la ropa interior cuando él entró en la habitación.
-Perdona,creí que aún dormías.
-Siempre madrugo. Es la costumbre.
-De acuerdo. Solo voy a coger algo de ropa y salgo.
Ni siquiera la miró.
¿Significaba aquello que se arrepentía de lo ocurrido entre ellos?
Algo dentro de ella se rompió, pero no estaba dispuesta a que él supiera hasta que punto la había lastimado.
-Muy bien-salió de la habitación aun vestida solo con dos pedazos de encaje que apenas la cubrían y entró en el baño para asearse.
Por lo menos, él cumplió en lo de poner una cortina como puerta.

*****

Taylor

Suspiró exasperado.
Tenía que ser fuerte, pero joder, no era fácil con aquella visión de buena mañana.
No era de piedra.
Cogió sus cosas y se vistió antes de que ella regresara.
¿Por qué no se había acercado a él, ni le había tocado?
¿Por qué se mostraba indiferente?
Quizá ha llegado a la misma conclusión que yo.
Suspiró de nuevo antes de ir a por una taza de café y plantearse porque la sola idea de que de algún modo ella le rechazase, le dolía como el infierno.

*****

Alexa

Entre una decena de opciones, decidió ser práctica.
Lo cierto es que en el caso de tener que correr, ninguno de sus vestiditos iba a ser una buena opción.

Por primera vez en mucho tiempo, agradeció tener un par de tejanos en su armario, que Stella había tenido la prevención de traer.
Una vez vestida y con los ánimos algo subidos, fue al comedor a por café.
-¿Taylor?- se volvió a mirarla, pero ni siquiera pudo mantener los ojos en ella más de un segundo.
-¿Que quieres?
-¿Crees que podría ponerme en contacto con mis padres? Sé que dijiste que están al corriente, pero se quedarán más tranquilos si pueden hablar conmigo. Y lo cierto es que yo también.
-No puede ser, Alexa. No podemos estar completamente seguros de si sus teléfonos han sido intervenidos.
-Parece que has olvidado con quien estás hablando. Mi teléfono y sobretodo mi ordenador, están protegidos ante cualquier intrusión.
-Es simplemente por precaución. Lo siento.
-Si. Ya se nota.
-¿Que quieres decir?
-Da lo mismo.- se alejó de él. De nuevo.
Le dolía mucho que hiciese como si nada.
La trataba como a una desconocida.
¿Acaso mantenía relaciones con todas las mujeres que debía proteger?

La sola idea le repugnaba.
Solo era una más.
Se acabaría en cuanto ella estuviese a salvo, sino antes.
Por ella podía terminar ya mismo.
Esperaría, y se marcharía.

*****

Llevaba cerca de media hora en el sofá ojeando un libro que había cogido prestado de la estantería, cuando él se sentó a su lado e inició una conversación.
-¿Como sabes que no dejaste en la ciudad a un chico enamorado de ti?
La sola idea era graciosa, pero por como la miraba él, parecía más bien dispuesto a arrancar cabezas.
-Si lo hay, debió decírmelo antes de que me marchase, pero lo dudo.
-¿Te has enamorado alguna vez?
Bueno, no se sentía exactamente cómoda con esa pregunta, porque Taylor despertaba sentimientos en ella que jamás había sentido.
-No.
-Pareces tenerlo muy claro.
-He vivido rodeada de amor. Primero mis padres y luego mi hermana mayor con sus maridos y...
-Espera, ¿dijiste maridos?
Era difícil no sonreír al ver la cara de confusión de él.
-Si. Se casó con ambos y tienen una hija,Valeria.
A falta de algo que decir, se levantó y volvió a su vigilancia junto a la ventana.
-¿Sabes, Taylor? No te he pedido que te enamores de mi, ni que pases tu vida conmigo.
-Entiendo.
-Pero fingir que lo de ayer no ocurrió no nos hace ningún bien. A ninguno.
>>Si quieres alejarte de mi para evitar tentaciones, o si crees que puede volver a ocurrir, aunque sólo sea una pequeña duda, manda a otro agente para que me proteja.
-Nadie que no sea yo te protegerá. Nadie.
-Entonces deja de fingir que no estoy aquí y ten el valor de mirarme cuando me hables.
La miró y lo vio en sus ojos. Deseo. Confusión. Peligro.
-Si te miro, nada me detendrá. Me estoy controlando como no tienes idea y no me siento bien con ello.
-¿Que significó lo de anoche para ti, Taylor?

Savi'n me (Serie Love 11) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora