Capitulo 13

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No quería levantar, por mucho que odiara las pesadillas (como las había nombrado papá) era mejor que despertar y saber que realmente paso.

No me sentía con ánimos, este día siempre era deplorable para mí.

Había pasado una semana desde la carrera, y los gemelos aún no me dirigían la palabra. Hoy viernes también se cumplen dos años del accidente en donde mamá y Violet habían muerto. 

Dos años de pesadillas cada noche sin descanso. 

Dos años de dudas. 

Dos años de arrepentimiento. 

Dos años sin ella.

Me encontraba en el tejado de la casa, justo en mi balcón. Después de la peor pesadilla que pude tener no pude volver a dormir, así que decidí salir y subir a hacer algo que me recordará a ella. Solía esconderme de ella en un lugar como este en la casa de Londres. También solía subir con Violet cuando me encontraba feliz. Juntas observábamos las estrellas, la Luna. El amanecer y la calma que se sentía. Ahora lo hacía para recordar y no sentirme tan alejada de ellas. Odio mis decisiones, las estúpidas decisiones que llevaron a aquel estúpido accidente donde no sólo ella se fueron...

Comenzaba a amanecer, tendría que ir a la escuela, pensaba en faltar. A estas alturas el Instituto ya sabría lo de mi madre y lo del accidente que ocasione.

No quería ser juzgada.

No de nuevo.

No.

Escuché la puerta de mi habitación ser abierta, lo más posible es que fuera papá. Me quedé en silencio conteniendo los sollozos que se escapaban de mi boca y limpiando mis lágrimas.

- ¿Alex? - se escuchó la voz de Cameron.

No quería hablar con él, no después de lo estúpido que se habían comportado conmigo durante la semana. Yo no parecía su hermana, sino un maldito estorbo para ellos.

- ¿Alex? - se escuchó su suspiro - sé que me escuchas donde quiera que te encuentres. ¿Podemos hablar?

No. No. Jodidamente no. No justo cuando estoy pésimo, no cuando ellos saben que este día me afectaba más que a ellos. No. Me negaba a creer que él quería hablar justamente hoy.

- Esta bien - se escuchaba desanimado - Lo entiendo

Escuche como se encaminaba a la puerta, baje al balcón.

- ¿Porque justamente hoy? - pregunté antes de arrepentirme.

Dio un saltito, suspiro y se giró en mi dirección.

- ¿Porque justamente cuando mis emociones son un asco? - eleve el volumen de mis voz - ¿Porque después de una semana en la que tú y tu estúpido gemelo me hicieron sentir como la mierda? ¿Porque?

No esperaba respuesta, no la quería. No la necesitaba.

Estaba a punto de hablar cuando lo interrumpí.

- No necesito que me contestes - solté caminado al interior de mi habitación - ahora necesito que te vayas porque tengo que alistarme para el Instituto

- Alex yo...

- No Cameron, tú no me dejaste explicarme.

- Pero, yo enserio...

- Que no Camero, No. ¿No entiendes un no?

Suspiró y salió de mi habitación. Me dejé caer en mi cama, comencé a sollozar. No me gustaba pelar con ellos, pero a ellos no les importaba hacerme sentir mal. La puerta de mi habitación se abrió. Alguien se sentó junto a mí.

Los BennettDonde viven las historias. Descúbrelo ahora