Esposo de un mafioso || 19 DAYS || TIANSHAN

Te detesto

Nada en esta vida está por escrito, nada es cierto ni es eterno, si quieres algo se debe luchar por conseguirlo, si algo se ama debe ser cuidado, hay que recordar que nosotros pagamos lo que hacemos aquí y no en el más allá, son cosas complicadas de entender, pero sí hay algo que nos debe quedar claro a todos, cuando perdemos lo que queremos nos vamos a arrepentir por no valorarlo.

—Matias A.

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She Li estaba en brazos de Jian Yi mientras Zhang estaba tomando algunas cosas que habían quedado sueltas y las acomodaba en una pequeña mochila.

Resultó que Jian Yi conocía al albino desde hacía bastante tiempo, solamente que llevaba  años sin verlo, ese estado tan deplorable, lo hacía sentir culpable por abandonarlo.

El Albino estaba abrazado al rubio, con sus manos al rededor del cuello y su cabeza recargada entre su hombro y su pecho. En otra ocasión podría mal interpretarse o tal vez Zhang se hubiera puesto celoso, pero en ese momento no había razón, simplemente porque She Li no estaba viendo nada realmente, sabían que estaba consciente pero su mirada estaba vacía, sin emoción alguna y estaba en silencio.

He Tian regresó momentos después de haber firmado por la salida de Li.

Los tres chicos salieron del hospital con cuidado, a paso lento por las heridas del albino quien seguía sin hablar, entre ratos sus ojos de llenaban de lágrimas pero su expresión no cambiaba, era una expresión vacía y sin alma.

Subieron al auto de He Tian y se acomodaron, She Li no quiso separarse del rubio, en ese momento necesitaba de ese abrazo protector y lleno de cariño que su amigo le proporcionaba. Jian Yi tuvo que subir en la parte de atrás junto a She Li, lo mantuvo entre sus brazos, sentándolo en sus piernas y dejando que las del albino estuvieran estiradas en los asientos del auto, sin depegar la cabeza de su pecho y acariciando con suavidad los cabellos de She Li.

He Tian avanzó para poder ir a casa, debía estar igual junto a su pareja y dejar descansar a She Li.

Cuando llegaron ayudaron a Jian Yi a salir de la parte trasera con un dormido albino en brazos, pobre She Li, había huido de esa realidad nuevamente hacia un mundo donde sus recuerdos no lo afectaran y sus sueños fueran su realidad.

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He Cheng al fin había despertado, la mujer rubia se había ido como ya era costumbre para no hacer "pleito" con su "pareja". Con la expresión de siempre decidió bajar de la cama y caminar hacia el sótano donde She Li siempre se ocultaba y donde era probable que estuviera con su "víctima".

Vaya sorpresa que se llevó al encontrar el lugar vacío, molesto y preocupado corrió escaleras arriba nuevamente y abrió la puerta de cada habitación de la casa para encontrar a She Li, pero lo único que halló fue una nota en la mesa de su estudio, por la caligrafía supo que se trataba de She Li por lo que decidió leerla.

"Querido He Cheng...

No sabes cuánto me duele hacer esto a pesar de que sé de ante mano que no te interesan mis opiniones... Pero ya no puedo seguir con esto, han pasado años desde lo que hiciste, han pasado años que he intentado superarlo y no consigo nada, los recuerdos siguen ahí... Aún no entiendo cómo es que no te interesa, por qué no sientes remordimiento, ¿Por qué no me dejaste quitarme la vida? ¿Cuánto te divierte hacerme esto? ... Hacerme sufrir, mantenerme convida después de acabar con la de él...

Cada día se me hace más difícil despertar a tu lado, verte con otros, saber que sigo ahí. Sabes... Llegué a un punto sin retorno donde tus golpes ya no duelen, donde ya ni siquiera siento fuerzas para respirar, constantemente me duele el corazón... Hace poco me encontré una foto de la última ecografía que tuve... Observala detenidamente por favor, ¿Puedes ver lo que yo? Era... Un pequeño ángel en formación, lleno de pureza e inocencia que algún día pudo haberte llamado papá... Me he dado cuenta por años de que nunca has ido a visitar su tumba ¿Si quiera recuerdas que pudo haber existido? ¿Recuerdas que le privaste el nacer? ¿Qué su pequeño cuerpo en formación se halla dentro de una lápida? ¿Qué podría estar cumpliendo sus siete años con nosotros? ... Cheng... Pudiste haberlo sentido...

Yo no soy como tú, me reservé siempre, sólo para ti, para sentir tus toques sobre mi piel y tus besos sobre mis labios... A pesar de que tú tuvieras a muchos para satisfacerte yo sólo te tenía a ti.

Pero ahora... Ya no puedo hacerlo, ya no quiero seguirme lastimando... Ya no quiero vivir, ya no puedo seguir, menos a tu lado. Cuando veo a tu hermano y a su pareja puedo ver claramente, con todo lujo y detalle lo que nunca voy a tener, lo que me ha sido arrebatado sin piedad... No sé si lo entiendas, pero quiero mi vida de regreso, lo quiero a él de regreso... Y como eso nunca sucederá quiero hacer una vida nueva... Por él.

Porque me harté de llorar en silencio, me cansé de esperar todas las noches a que llegaras y me abrazaras con cariño, a que saliéramos a citas y tuviéramos momentos íntimos con cariño, porque siempre quise hacer el amor contigo de forma lenta, suave, con besos y abrazos... En cambió siempre teníamos un momento rápido, pasional... Sin amor.

Ahora sé... Que te amo tanto pero me has destruido... Ya no quiero estar contigo... Mi corazón late con tanta fuerza por ti... He Cheng... Pero te detesto tanto... Con toda mi razón... Mataste a mi hijo, me lastimaste... No me busques.

No quiero verte nunca más...

Atentamente... Un alma rota que quiere ser libre".

He Cheng tiró la nota al suelo, no sabía cuál era la razón por la cual se sentía tan frustrado pero ahí estaba, golpeando con fuerza la pared de la cocina.

Su corazón parecía hecho pedazos por la franqueza con la que esas letras fueron escritas, She Li tenía razón, nunca se había preocupado en cómo se sentía el Albino, tan golpeado, tan destruido y el nunca le hizo caso, ¿Qué clase de persona era?

Respiró para tranquilizarse, quiso pensar que eso no era más que pura basura y que no tenía por qué sentirse afectado, al final de cuentas, él era He Cheng, el mafioso más peligroso y temido de toda China, ¿Entonces por qué no se sentía así?, no se daba cuenta de que sus manos ya habían tomando la pequeña foto de la ecografía, no la estaba viendo, pero ahí estaba, entre las mismas manos que habían arrebatado una vida inocente.

Comprenderás que todo en esta vida se paga, a veces tarda años y a veces es casi inmediato, pero tus acciones no se van a olvidar.

—Matias A.