Esposo de un mafioso || 19 DAYS || TIANSHAN

Pánico

<<No importa qué suceda, yo voy a protegerlos de todo>>

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He Tian estaba demasiado serio viendo el computador, seguramente había algo que pudiera rastrear, había algo que él pudiera hacer para evitar que su familia quedara en medio de esa guerra, no lo merecían.

GuanShan por su parte miraba la imagen con miedo, miedo porque era una foto de él con su bebé momentos atrás, justo cuando el pelinegro salió serio hablando por teléfono, ¿Qué estaba sucediendo? No obtenía respuestas de su esposo y eso comenzaba a preocuparle porque He Tian se veía tan enojado, tan frustrado y tan serio a la vez.

—GuanShan.... No te separes del bebé en ningún momento por favor... Moveré su cuna a nuestro cuarto — Ordenó He Tian y cerró con fuerza la tapa del computador portátil, tanto que el pelirrojo pensó que se rompió.

—D-De acuerdo... Pero dime qué está sucediendo, He Tian—Pidió el pelirrojo y abrazó a su bebé con cariño, estaba asustado y no sabía que ocurría, por instinto solamente se le ocurría proteger a su bebé.

—Haz lo que te digo y ve a nuestro cuarto, iré enseguida y entonces hablaremos, ¿De acuerdo?—GuanShan asintió y se levantó rápidamente del sillón para subir apresurado pero con cuidado a su cuarto donde se metió en la cama calmando a su bebé quien en esos momentos amenazaba con llorar.

He Tian con todo su esfuerzo movió la cuna de su bebé hacia su cuarto arrastrándola por los pisos del gran pasillo. Cuando lo consiguió por completo cerró la puerta y se sentó a un lado de GuanShan.

Había estado tan sumergido en sus pensamientos que no había notado el estridente llanto de Dishi el cual posiblemente sentía la tensión provenientes de ambos padres.

—¿Ahora sí vas a decirme qué diablos está ocurriendo, He Tian?—El pelirrojo quería respuestas, ese ambiente tenso no lo gustaba.

—¿Recuerdas el correo que viste?—Le preguntó al pelirrojo más sin embargo no le estaba viendo.

—Sí... ¿Qué con eso? ¿Qué sucede? —Cuestionó preocupado.

—Mi padre, eso sucede... Amenazó con matarlos a ustedes si no le entregaba a mi hermano y a She Li ... Los quiere matar —Respondió haciendo puños sus manos y bajando la mirada con desesperación.

—Oh dios... ¿Y qué vamos a hacer?—Preguntó GuanShan abrazando a su lloroso bebé quien en esos momentos incluso estaba rojo por el llanto.

—Debo sacarlos de la ciudad... del país mejor dicho— He Tian se estaba desesperando, no era capaz de mantener la cabeza fría y encontrar una salida, todo porque se trataba de su familia a quién habían amenazado.

—¡¿De qué rayos hablas, Tian?!— Gritó el pelirrojo y eso logró que su esposo volteara a verlo.

—Necesito sacarlos, sólo así estarán a salvo, no importa lo que me pase a mí ustedes deben irse—Repitió mirando a su esposo a quien se le comenzaban a cristalizar sus ojos —Por favor no llores—Pidió He Tian colocando con suavidad su mano en la mejilla de su esposo.

—Tian... Por favor mira a tu hijo y dile que nos vas a alejar de tu lado... ¡Díselo!— Gritó desesperado mientras las lágrimas desesperadas comenzaban a resbalar de sus ojos.

Fue entonces cuando He Tian miró a los ojos llorosos de su bebé, ese que estiraba sus brazos hacia él de forma desesperada por su atención, porque quería sentir su calor y su amor. El pelinegro mayor no pudo decirlo, porque esos ojitos tan curiosos ahora se veían tan deprimidos aunque no entendieran que ocurría, no quería ver así de tristes a sus padres y no podía decirle que no iba a verle crecer.

El pelinegro simplemente tomó a su hijo en brazos y lo abrazó con cariño, no podía dejarlo, no quería perderse su crecimiento ni su primer día de escuela, su época adolescente o su primera cita, el día que se graduara de la preparatoria y estudiara la universidad, cuando se comprometiera y se casara con quien quisiera y dónde quisiera sin importar qué.

—No puedes ¿Cierto? —Preguntó Mo mordiendo su labio intentando dejar de sollozar.

—No... No puedo, no voy a dejarlos, él es mi hijo... Mi tesoro, no aseguro que sea el único que tengamos pero ahora, en este momento son mi familia y no voy a dejarlos a la deriva... Los amo demasiado —Respondió besando la mejilla de su bebé el cual, no supo en que momento se había acurrucado en su pecho y había cerrado sus ojos para dormir.

Tampoco lo interrumpió, simplemente se levantó despacio de la cama y lo acostó en la cuna para luego cubrirlo con la sabanita que tenía.

—No nos dejes... Por favor, podemos armar un mejor plan... Uno que no involucre alejarnos de ti—Susurró el pelirrojo y He Tian se acercó a él para luego agacharse a la altura de su cama y besarle los labios.

—No los voy a abandonar
... Perdoname por haber dicho eso... Es que no encontré una mejor solución, me bloqué, me sumergí mucho en todos los posibles escenarios trágicos donde ustedes morían por mi culpa que simplemente pensé que alejarlos de mí llevándolos a un lugar seguro era lo mejor ... Pero no es así, si quiero que las cosas se hagan bien las haré yo mismo... Los voy a proteger aunque me cueste la vida ganar— Sus palabras fueron marcadas debido a su innegable decisión.

—Ahí discrepo yo, vas a sobrevivir y nos llevaras a conocer América, a Dishi y a mí ... En unas vacaciones de invierto... Juntos y patinaremos en la pista de hielo más grande... —Dijo avergonzado bajando la vista, era un sueño que tenía con He Tian cuando recién formalizaron su relación.

—Tienes razón—Asintió y ambos se acostaron en la cama abrazados tratando de alejar el miedo que asechaba a sus corazones.

Esa noche ambos no pudieron dormir estando pendientes de velar los dulces sueños de su bebé. Porque ellos como padres se encargarían de vencer al pánico que dominaba sus cuerpos y salvarían el futuro de su relación y de lo más importante, salvarían el futuro que su amor creo, a su pequeño Dishi.

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Los ama Matt ❤