Really Tears

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El silencio, es un buen compañero, nunca te deja solo, siempre te toma la mano, aunque no quieras, aunque no lo pidas ni lo busques, él está ahí. A veces hace daño, a veces ayuda mucho, puede enfermarte tanto como puede curarte, no sabe cuando no es necesario.

El silencio está casado con la soledad, una dama fría y que no para de hablar, son polos opuestos y a la vez tan compatibles, es por esas razones que ambos son tan felices. Ellos tienen tres hijos; Sueño, Ansiedad y Depresión, comprometidos con su trabajo, todos ellos son una familia muy unida, pero son igual una familia muy tóxica, cuando habitan en una sola persona es porque esa persona ha sido rota hasta el punto de desear la muerte. —Matias A.

She Li está muy cerca de ellos.

Han pasado casi 3 semanas desde que She Li salió del hospital, había muchas mejoras en su herido cuerpo y eso alegraba a He Tian y GuanShan, que ya pudiera moverse, que ya pudiera caminar, pero nada parecía querer mejorar dentro de ese corazón roto.

Todos ellos estaban intentando reunir cada pedacito del alma de She Li y arreglarla pero cada vez que unían uno se rompían dos más, era un arduo e imposible trabajo.

Ya estaban entrando en el mes de noviembre, ya comenzaba a hacer frío en la ciudad, cada uno andaba con abrigo, en las calles y en el hogar, pero She Li no tenía algo que lo caliente, había salido de casa sin su ropa, aunque había ido a comprar un poco con Jian Yi, nada para ese clima.

Si era sincero tampoco la quería, el frío era el único clima que lo hacía sentirse vivo, calando sus huesos de forma extrema, cada vez que esa temporada llegaba su estado de animo decaía de forma rápida.

Obviamente eso no pasó desapercibido para los chicos de la casa, en especial para GuanShan, quién antes había visto un ligero cambio positivo en la actitud del albino.

Justamente en ese momento y a esa hora ten temprana de la mañana, porque sí, su bebé pateaba puntual su vientre hasta despertarlo, 7 am, GuanShan estaba dirigiéndose a la habitación de She Li para ver si estaba despierto, pero al abrir la puerta de forma silenciosa se halló con She Li saltando por la ventana y bajando por un árbol que había ahí, estaba escapando, pero no era permanente, no llevaba nada, era probable que regresara, pero al pelirrojo le preocupaba el hecho de que She Li no estaba bien mentalmente, tenía miedo de lo que pudiera hacer.

Apresurado GuanShan entró a su habitación para despertar a su esposo. He Tian era un hombre con el sueño muy pesado, lo estuvo moviendo de forma brusca y desesperada, en vista de que no reaccionaba no se le ocurrió otra cosa más que asustarlo.

—¡He Tian! ¡El bebé ya viene! ¡Ah! ¡Despierta!— Gimió el pelirrojo fingiendo dolor y exasperación para hacer reaccionar al azabache.

El mafioso, como alma que se lo lleva el diablo despertó presuroso y dio un brinco de la cama examinando que todo estuviera en orden y su esposo estuviera bien. Al observar la escena y el lugar su expresión preocupada pasó a ser de desconcierto al notar que su pareja estaba en perfecto estado y el bebé seguía dentro de su madre, tranquilo, probablemente durmiendo de nuevo.

— ¿GuanShan? ¿Qué pasa? ¿Por qué me despiertas así? — Cuestionó He Tian acercándose a su pareja y poniendo sus manos en su redondo vientre.

— Tian... She Li se fue por la ventana, se veía deprimido e iba presuroso, hay que ir a buscarlo, recuerda de que no está bien mentalmente — Advirtió preocupado liberando la tensión de su cuerpo.

— Ponte tus zapatos de meter , vamos a buscarlo — Dijo He Tian colocándose sus tenis y tomando las llaves de su auto junto a su celular.

GuanShan regresó rápido con las llaves de la casa en manos y así ambos bajaron con cuidado pero presurosos por las escaleras, con ese mismo paso subieron al deportivo de He Tian y avanzaron.

Ambos estaban pendientes de cualquier lugar al que She Li pudiera haber ido, no debería estar lejos puesto que su cuerpo aún no estaba al cien por ciento.

Distraído y sin querer He Tian lo vio comprando un ramo de flores y después de pagar caminar apresurado.

El cielo frío y nublado daba mucho de que hablar y nada bueno que ofrecer, fue cuestión de tiempo para que comenzara a llover, algo que GuanShan ya había predicho y por algo tenía un paraguas junto a él en el auto.

Lo vieron entrar a un cementerio y desaparecer, bajaron del auto ya aparcado en la orilla y caminaron hasta él o al menos a un lugar cercano cubriéndose de la fría lluvia.

Entonces supieron todo, frente a ellos estaba She Li a los pies de una tumba que en su lápida tenía un ángel esculpido a mano totalmente hermoso, el bebé no tenía nombre, eso les dijo She Li, sin embargo en la tumba yacía su apellido.

A pesar de la locura que She Li sentía por He Cheng el bebé difunto no llevaba el apellido del padre, llevaba el apellido She, junto a la fecha de muerte.

Se acercaron poco a poco mientras escuchaban los gritos y sollozos del albino quien estaba recargado en la lápida ocultando su rostro entre sus brazos cruzados. Parecía como si lo estuvieran matando porque sus gritos eran tan desgarradores que lastimaban a todas las personas que estuvieran pasando por el cementerio dejando flores y es que las flores que el albino eligió eran realmente hermosas, un ramo de lilas frescas humedecidas ahora por la lluvia.

Cuando ellos estuvieron lo suficientemente cerca de la tumba lograron ver un triste mensaje poético que era claramente del interior del corazón de She Li.

"Ángel mío, te han cortado las  alas que con tanto amor formé para ti, dios te tenga entre su ejercito mi amor, preferiría tenerte en mis brazos, el día de hoy te digo adiós, no puedo regresarte a mí, ni darte un abrazo, mis brazos han fallado al protegerte como era mi obligación. Ángel mío sé que me has de estar viendo, no me juzgues por favor, sin ti he perdido mi camino, dame las fuerzas hijo mío para continuar, mamá te ama, sé que papá igual, no lo odies por favor, él no te odia, sus errores los va a pagar, por favor cariño mío trata de guiarme desde el más allá, trata de ayudar a papá, rezaré por ti hasta que me duela hacerlo o hasta que mi agonía vaya a terminar, te amo ángel hermoso a quien han privado de conocer el mundo, te han de haber necesitado tanto si te han alejado de mí, mamá te amará siempre, amor mío cuida igual de mí".

GuanShan se abrazó a He Tian dejando sus lágrimas resbalar por sus mejillas, su corazón se había sentido tan aplastado cuando comenzó y cuando terminó de leer ese texto creado desde el destrozado corazón de alguien a quien se le impidió conocer a su hijo.

He Tian fortaleció ese abrazo, dejando al vientre de Shan bajó la protección de ambos, fue un momento de confort mutuo hasta que ambos decidieron que quien más necesitaba ese confort, ese apoyo era el chico que nuevamente volvía a romperse ante ellos.

— Te extraño... Por favor vuelve — Las palabras de She Li eran tan dolorosas, tan filosas y cargadas de emociones que era obvio que hicieran llorar a GuanShan quien con mucho cuidado se arrodilló hasta quedar a la altura de She Li y lo abrazó con fuerza sintiendo como el albino le regresaba el abrazo, gimiendo y llorando apretando con ganas la chaqueta que cubría su cuerpo.

He Tian puso su mano en el hombro del albino brindando apoyo, lo necesitaba y ellos estarían ahí para él.

Un lindo y triste momento que creyeron que sólo ellos estaban viviendo, pero alejado y con buena vista a la escena un devastado He Cheng observaba cada acción del albino, cada grito y cada maldición que por su culpa estaba viviendo.

He Cheng en ese transcurso de tiempo entendió que sin She Li no podía vivir, que no fue más que un bastardo con la única persona que era dulce con él, que siempre estaba ahí, esperando su regreso a casa o con una sonrisa y la cena lista en los días donde había tenido más trabajo y nunca se lo agradeció, en ningún momento, a pesar de todo lo que le hizo a She Li él siempre estuvo a su lado hasta que lo alejó por completo, ahora era tan miserable sin él, quería recuperarlo y las lágrimas cayendo de su abatido rostro lo decía todo.

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Quisiera ser capaz de remediar mis errores, de poder cambiar cada daño que te he hecho, imposible, lo sé, pero haré hasta lo imposible por recuperar te, por recuperar tu confianza en mí, por ganarme tu perdón, porque si no estás en mi vida ¿Yo que soy?

Matias A.

Esposo de un mafioso || 19 DAYS || TIANSHANDonde viven las historias. Descúbrelo ahora