Esposo de un mafioso || 19 DAYS || TIANSHAN

He's gone

<<Perdona por haber dejado que te toquen... Pero prometo que voy a recuperarte... Nada me va impedir verte otra vez>>

—Matias A.

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¿Cómo había sucedido todo eso? No tenía ni la menor idea, pero ahora las llamas ardientes quemaban parte de su piel así como el humo impedía a sus pulmones recibir aire y aún de esa forma se arrastraba por los suelos llenos de escombros que caían del techo para evitar que se lo llevaran.

Porque escuchaba los gritos de GuanShan por la casa y los disparos al frente de ésta pero no era capaz de ver a donde se iban los que se llevaron al tesoro más grande de sus vidas, tampoco era capaz de ver dónde estaba el dueño de su corazón... Le era imposible seguir consciente y poco a poco las llamas consumían todo el lugar, les había fallado.

Han de preguntarse ¿De qué estoy hablando? Por supuesto... Todo había comenzado un día después de que los hermanos He planearan casi a la perfección cada movimiento de su padre convencidos de que era imposible que fallen.

Esa misma noche la pareja regresó a su casa y más tranquila volvió a hacer sus actividades normales como familia, desde ir al súper para comprar algo para cenar hasta el momento en el que hicieron la cena.

Cómo la música invadía la cocina de forma relajante mientras que GuanShan bailaba suavemente en esta moviendo traste por traste para evitar que la comida se pegara y todo el lugar ardiera en llamas.

Cuando se sentaron a cenar y bromearon con temas sexuales ambos adultos y que alimentaran al bebé de un año el cual no dejaba de verlos.

Pero dicen que la felicidad no dura para siempre y que aquel que te da la vida inconscientemente reconocerá el patrón de vida en ti aún si se ha mantenido alejado todo el tiempo, bien, pues eso era asquerosamente cierto, cada maldita palabra, cada maldita letra era muy acertada pues si hubieran hecho caso nada de la tragedia hubiera sucedido.

Si tan sólo hubiera sido capaz de prever todo, de asegurar sus puertas, de encender las cercas eléctricas en esa noche, de estar un paso adelante de Jianza no hubieran perdido a aquel ser que fue producto de su amor, no hubiera permitido que se lo llevara.

Sólo fue capaz de notar cuando la puerta de su cuarto se hizo añicos y de esa forma se levantó apresurado tomando su arma para dispararle al psicópata que había intentado entrar a su habitación. GuanShan asustado se levantó de golpe para tomar a su hijo en brazos evitando que algo o alguien lo tocara siquiera y siguió a He Tian a la salida de la casa.

No contaban con que una granada iba a explotar, no contaban con que quedarían en medio del incendio, no previeron que él estaría frente a ellos en persona dejando oír esa psicótica risa enferma que denotaba toda la ira que tenía acumulada.

El sonido de un arma de alto calibre se escuchó al perforar la piel del azabache a que literalmente le destrozó un costado pero no quería rendirse aún así y por eso aruñando la madera y la destrozada tela de la que en algún momento fue su alfombra comenzó a arrastrarse intentando acercarse a su esposo que era arrinconado por Jianza el cual estaba apuntando a la cabeza del pelirrojo amenazando con matarlo en cuestión de un tiro.

Luego la segunda granada explotó, tan cerca del pelirrojo que quedó aturdido soltando a su hijo un momento, momento que le sirvió a Jianza para tomarlo en sus brazos y huir del destrozado lugar.

GuanShan al darse cuenta de lo que había sucedido gritó con todas sus fuerzas que se lo devolvieran intentando alcanzarlo, más sin embargo unos escombros cayeron de lo que quedaba del techo de la casa y golpeando su espalda lo llevaron al suelo haciéndolo aullar de dolor, un horrible e inaguantable dolor en su espina dorsal.

Y así es como regresamos al inicio. La sangre manchando el suelo mientras él seguía intentando arrastrarse haciendo que la piel que quedaba cerca de la herida comenzará a alzarse y a abrirse dejando ver el hueso de una de las costillas. Se aguantaba el dolor como podía intentando llegar hasta GuanShan, sin embargo la perdida de sangre más el humo del lugar producido por el fuego que las granadas habían provocado le impedían respirar por lo que poco a poco se fue sumiendo en la inconsciencia.

Había fallado a sus promesas, había dejado que se llevaran a su hijo, GuanShan había salido herido y él estaba a nada de la muerte, lo más horrible era que no podía hacer nada, ya no quedaba nada por hacer, estaba muriendo desangrado y sentía las llamas arrasar con su cuerpo lentamente, sólo deseaba que su esposo estuviera bien y que fuera capaz de encontrar a su hijo.

De esa forma cerró los ojos y se sumergió en la profunda oscuridad.

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GuanShan parecía estar en un trance, sus brazos se sentían tan vacíos debido a la falta de su hijo en ellos. Le habían quitado todo, su casa, a su hijo y ahora su esposo estaba en el borde de la vida y la muerte debido a una bala perforando uno de sus pulmones.

No era así como debieron haber salido las cosas, no era así como quería seguir, no quería estar solo, quería a su hijo, quería a su esposo, ese hombre al que ahora veía a través de un cristal pues la piel de su rostro y extremidades estaba quemada y su torso estaba vendado por una gran cantidad de telas que detenían el sangrado que aún con la sutura salía de su piel.

Dejó que al fin las gotas saladas resbalaran de sus ojos y poco a poco la intensidad con la que sus gritos y sollozos salían se hacía más fuerte. Ahora sólo se recriminaba una cosa... El no haber podido disparar el arma de su esposo en cuando escuchó la puerta principal romperse, se recriminaba haber sido un cobarde.

Y por los dos amores de su vida estaban lejos de él, su bebé estaba lejos de él, no sabía si seguía vivo ... Y si lo estaba... ¿Por cuánto tiempo?

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Ah sí, antes de irme quiero decirles que no me van a quitar nada pues dejé mi ansiedad de lado para enfrentarme a mi padre y decirle que reprobé, estaba tan serio y decidido que supongo yo que él lo notó y me la pasó... Es decir, la primera materia que repruebo, prometí que no volvería a suceder y por eso estoy feliz.

Bueno, aclarado esto hasta luego.