GuanShan veía con frustración como los días pasaban de forma lenta y lo único que realmente podía hacer era observar como He Tian iba y venía de su casa a su trabajo y viceversa.
Justamente cuando él se sentía más necesitado He Tian parecía estar tan ocupado y eso lo hacía sentirse desplazado.
El pelirrojo siempre había tenido en mente que cualquier tipo de pensamiento de esa forma no era más que un juego de su mente y que él ya no estaba sólo, pero las hormonas jugaban sucio y no podía evitar sentirse de esa forma.
Mirando hacia el techo de su habitación, estando recostado en su suave cama con una expresión deprimida suspiró.
GuanShan estaba entrando en esa etapa del embarazo en la que se sentía demasiado feo e inseguro, pensando en que la razón por la que He Tian realmente no estaba era porque ahora le parecía disgustante, sin quererlo soltó un leve gemido en el momento en el que las lágrimas comenzaban a acumularse en sus ojos.
Necesitaba de sus besos, necesitaba de sus abrazos, de sus caricias, de sus expresiones, necesitaba de su amor. Por esa clase de pensamientos las lágrimas de GuanShan comenzaron a resbalar a los costados de su rostro mientras intentaba detenerlas, como si mordiendo su labio inferior eso fuera a detenerse.
Justamente en ese momento se abrió la puerta de su habitación, por un momento pensó que podían ser Jian yi y Xixi pero se sorprendió cuando vio a He Tian parado frente a él con una expresión preocupada, haciendo preguntas que en un momento no lograba comprender, solamente supo que en cuanto He Tian le abrazó comenzó a llorar con fuerza.
—Mo, ¿Estás bien? ¿Qué tienes?—Cuestionaba He Tian en medio del abrazo mientras acariciaba el cabello rojo de su pareja —¿Te sientes mal? ¿Te duele algo?—La preocupación en su voz era latente, esa voz que ocupaba solamente con él.
—No te vayas— Susurró abrazando la espalda del azabache para sentirse reconfortado por lo menos un momento.
—No iré a ningún lado, GuanShan, ahora dime ¿Qué sucede? ¿Por qué lloras?
—Tian... ¿Aún te parezco atractivo?— Cuestionó dudoso, negándose a ver al de cabellos negros directo a los ojos.
—¿Ah? Por supuesto, ¿Por qué lo dudas?—Cuestionó despegando a GuanShan de sí para poder verlo a los ojos.
El pelirrojo se negó a decir la verdad por un momento, pero al final se decidió a hablar.
— No me... no me siento... atractivo... He Tian... ¿En serio aún me amas? ¿En serio te parezco atractivo? ... ¿Aún si estoy gordo?—Su voz estaba temblorosa y sus ojos volvían a llenarse de lágrimas.
He Tian sonrió levemente de forma cálida para acercarse un poco más a GuanShan y darle un beso en los labios, uno tierno y lleno de amor, alejando su miedos y preocupaciones.
Cuando el beso se terminó GuanShan miró fijamente al azabache y con las mejillas sonrojadas sonrió.
—Escucha, Mo, tú siempre, siempre serás perfecto ante mis ojos, no importa que suceda, me he involucrado tanto contigo en todo sentido que simplemente sin ti no puedo vivir, solamente tú haz logrado hacerme sentir de esta forma y por eso me casé contigo, por eso estoy feliz de tener un hijo contigo, no lo dudes jamás, nunca otra vez, por favor—Las palabras del chico mafioso habían sido almohadas para el corazón de GuanShan quien nuevamente se abrazó a el azabache y besó su mejilla.
—Te amo tanto—Susurró GuanShan ocultando su rostro en el hombro del azabache quien lo tenía enredado en un abrazo, GuanShan llevó una de sus manos a su vientre y lo acarició con suavidad, en esos momentos ya se sentía más tranquilo.
No quería decirlo en voz alta y no iba a hacerlo, pero si algo amaba GuanShan de su inesperado embarazo era ser mimado por el de cabellos negros, en cualquier momento, aunque sabía que embarazado o no, He Tian estaría para él.
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Esposo de un mafioso || 19 DAYS || TIANSHAN
RandomHe Tian y Mo GuanShan están casados y tienen un hijo por el cual pasaron por muchos problemas al haberse enterado, pero pudieron resolverlos. Una vida llena de conflictos y delitos que los lleva a pasar una infinidad de sucesos traumáticos y peligro...