No entiendo nada

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-¿Creen qué despertará luego?- escuché una voz que me sonaba conocida pero no tenía ni idea quien era.

-No lo sé Peridot, está muy herida...- Otra vez ese nombre...

-Pero Perla ya va casi una semana que no despierta...

Abrí lentamente los ojos ya que me costaba hacerlo, me dolía todo el cuerpo esto era tan horrible, al abrirlo vi a una chica de pelo rubio y corto, con una polera negra y una chaqueta verde, sus ojos me miraban fijamente se acomodó las gafas circulares y me sonrió.

-Lapis, por fin despiertas, me tenías tan preocupa.- La mire desconcertada.

-Mmm, ¿Quién eres?- La chica me miró algo sorprendida y luego se rió, Perla estaba detrás de ella observando atentamente.

-Vamos Lapis, no te hagas la olvidadiza, soy Peridot, tu amiga.-La observé cómo si no entendiera quien era y realmente no tenía ni idea, trataba de recordar su cara o su voz pero no podía recordar, se parecía a alguien conocida pero que había olvidado hacía mucho tiempo.- ¿No te acuerdas de mí?

-Lo siento pero no. Perla ¿cuánto tiempo llevo dormida y dónde estoy?

-Una semana y estamos en el granero donde estabas viviendo hace poco.- Tampoco recordaba eso.

-Creo que me iré a mi casa...- Perla y Peridot me observaron pero no me dijeron nada, todo era muy raro.

Mientras caminaba con toda la poca fuerza que me quedaba, pensaba sobre la chica había un sentimiento que no podía identificar en mi, al llegar a mi casa observé un papel que decía desalojada, me quedé observando el papel con ganas de golpearle a alguien, me calme y me senté en la puerta volví a observar el papel y en la parte de atrás decía "Tus pertenencias las tiene tu amiga Esmeralda" me sentí un poco más aliviada ya que eso significaba que mis cosas estaban en buenas manos, ahora sólo debía ir a su casa en ir a buscarlas, pero estaba tan cansada que no podía pararme, creo que debí de haberme quedado a descansar en ese granero...

-Mmm, Lapis, ¿qué haces aquí afuera? ¿No deberías estar dentro de tu casa?- observé a la figura pero no lo veía bien por la luz que le daba en la espalda.

-Estoy disfrutando el esquisto frío de la baldosa, claro que estaría adentro  si no fuera porque ya no puedo vivir allí.- La figura se corrió y observé que era la chica rubia, realmente me dio igual contestarle así aunque ella se vio algo dolida, se sentó al lado mío.

-Okey, ¿por qué no vienes conmigo al granero?- La observé y puse los ojos en blanco, quería mi casa no vivir con una extraña.

-Disculpa pero tengo que irme a la casa de mi amiga.- Ella me miró confundida y dolida, me pare con dificultad y trate de caminar, al dar el segundo paso me caí pero la chica logro tomarme para que no me diese de cara contra el suelo.

-¿Estas bien? No, ¡claro que no lo estás, se te abrieron las heridas!- Con su grito me dolió la cabeza, ella era demasiado histérica pero no pude evitar hacer una media sonrisa aunque parecía más una mueca de asco.

-Te llevaré al granero y Perla te curará.

-No yo me iré a la casa de Esmeralda y déjame que yo puedo caminar sola.

-¡Claro que no! ¡Ahora cállate, y si quieres duerme, que te hará bien!- La chica me subió a su espalda y comenzó a caminar con un poco de dificultad pero después de un rato comenzó a caminar mejor, me sentía algo frustrada por la situación pero tal vez sería bueno si me quedase dormida en su espalda hasta que Perla me curase, cerré mis ojos y observé un lugar de color azul.

Parecía el mar, por todos lados caía agua y yo también estaba hecha de agua, estaba sola en ese lugar, mientras caminaba sentía que todo el agua se caía al vacío, mientras más me acercaba la corriente me llevaba, en un momento la corriente me arrastro hasta el borde pero apareció una figura de metal al lado mío, el un chica, la chica me tomo de la mano para que no me fuese a caer, nos observamos intensamente, de la nada todo cambio excepto nosotras, estábamos en un lugar lleno de piedras preciosas, habían Lapislázuli, Perlas, Amatistas, Cuarzos negros y de todos los colores, Peridoto, entre otras piedras. Ella saco una Peridoto, y me la entrego en la mano, observé la piedra y vi que en la cabeza de metal de la chica de comenzaba a formar un agujero en su frente donde encajaba perfectamente la piedra, por alguna razón yo tomé una Lapislázuli y se la di a la chica sentí como algo se formaba en mi espalda parecido a una gota de lluvia, me di la vuelta y la chica encajo la piedra en mi espalda observé cómo la chica se transformaba, como en un alienígena ella era toda verde y tenía un peinado algo chistoso, ocupaba unos lentes de color amarillo, y ocupaba unos pantalones con una polera verde y un pequeño triángulo amarillo. Y yo era azul, llevaba un peto azul con un pequeño triángulo negro y una falda algo larga y azul. Cuando la chica estaba apunto de decirme algo de sus labios sólo salió un "¡Peridot! ¡¿Qué haces?!" Sentí algo cálido en mis labios y luego desperté por el grito, observé a la chica rubia sumamente roja y miraba al suelo, y a Perla igual de roja, realmente no entendía lo que pasaba, y ni siquiera comprendía mi sueño.

Holiiii otra vez xD, acabo de ver la capítulo "un lugar para Rubí" y por un momento ame mucho a Navy y luego la odie :c, pero wenoh.

Espero que les haya gustado este mini especial :3. Y como notarán esté es el último capítulo del especial, y como dije anteriormente trataré de ser un poco más organizada y subirles por lo menos un capítulo a la semana.

¡Espero que tengan una hermosa y buen semana! 😊😀

Con cariño Nathy<3

Lapidot- Mostrandote Un Nuevo MundoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora