Conociéndonos De Nuevo ||Quinta temporada de Conociéndonos|| Narry|| Ziam||

Capítulo 7: La resaca tras la fiesta

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La resaca no era algo que fuese a detener a Niall.

Despertó en el viejo sofá y miró bien alrededor.

Todo estaba cubierto de una capa de polvo. Le dolía muchísimo la cabeza pero en el botiquín sólo había pastillas caducadas seis meses atrás.

Y había que abrir el agua. No podía ducharse y necesitaba vomitar. Y fregar el suelo.

Buscó la puerta bajo el fregadero y abrió el agua.

Salía agua sucia, genial.

¿Por qué habían dejado ese piso abandonado?

Porque habían empezado a ganar dinero.

Tenía un nudo en la garganta cuando fue al cuarto. La cama estaba deshecha. Como cuando se fueron por última vez.

Entró al baño. No aguantaba más sin sacar toda esa mierda que había bebido.

Después bajó a la calle y buscó un supermercado. Agarró un carrito y empezó a meter cosas.

Harry despertó y miró a su alrededor.

Estaba en casa.

Se levantó. El dolor le estalló en toda la cabeza.

La noche anterior había sido...  muchas cosas pero la resaca era de las históricas.

Volvió a tumbarse. Tenía los pantalones medio desabrochados.

No. No podía moverse.

Eructó y le ardió la garganta.

Miró su teléfono. Sin batería.

Abrió el cajón de la mesita. Mierda, ¿por qué el cargador no estaba ahí?. Palpó con la mano. Ropa interior. No recordaba guardar putos calzoncillos en el primer cajón. La señora de la limpieza había movido todo...

Dios, de verdad era una resaca de mierda. Apretó los ojos.

Había salido de casa de Bradley.  Había caminado hasta una parada de taxis, dando tumbos, mareado.

El taxi le había dejado a casa. Entonces la borrachera estaba en su peor fase. Recordaba haber caminado como pudo hasta la puerta y las malditas llaves que no entraban.

Había tratado de abrir la puerta más de quince minutos pero no encajaba.

Pero luego probó otra y sí abrio. Mierda, estaba tan borracho que ni sabía usar las llaves.

Luego había entrado en la casa.

Y caído sobre la cama.

Iba a vomitar. Otra vez. Corrió al baño. Mierda, había ensuciado de pis la tapa y apestaba. Joder, había vomitado el plato de ducha.

La señora de la limpieza le iba a matar.

Pero la fiesta había sido de puta madre, sonrió para sí.

Niall miró a su alrededor.

El apartamento estaba limpio.

Y todo lo que había comprado, colocado.

Ahora tenía que llevar a cabo la segunda parte de su plan.

Localizar a Harry y convencerle para que le escuchase, para que fuesen a un sitio tranquilo. Y llevarle allí.

Lo primero que notó al llegar a su casa fue que había una maceta rota. Bueno. Abrió la puerta. La alarma no estaba conectada.

Iba a tener que hablar seriamente con las empleadas de servicio.

Ahora tenía que darse una buena ducha y arreglarse.

Abrió la puerta de su cuarto y durante diez segundos dudó sobre si lo que estaba viendo era cierto.

Harry estaba dormido sobre la cama, vestido con la camisa de corazones y los jeans e incluso los zapatos, con el cabello revuelto y sudado y tumbado hacia el mismo lado que había ocupado siempre.

Niall se acercó. Le tocó el hombro.

-¿Harry?

-No grites... ¿Niall? ¿Qué haces en mi casa?

-Harry, es mi casa. Has venido a mi casa.

-Ay, mierda... joder... perdón.

-No importa, es decir... las casas se parecen y están en el mismo barrio y mierda vaya cara de muerto que tienes.

-Bebí mucho.

-Y acabaste en mi casa.

-Ya me voy...

-No vas a ir a ningún sitio así. Duerme un poco, tengo que darme una ducha y hacer algo de café y voy a por ibuprofeno porque...

-Yo que tú no usaría ese baño...

-¡Joder, Harry, qué asco!

-Ya lo sé.

Niall salió del cuarto de baño y se plantó frente a Harry. Que aplastó la cara contra la almohada.

-Lo siento, no pongas esa cara, ya me voy.

-Quiero saber quien mierda te acompañó a casa.

-Yo... vine sólo...

- Viniste sólo.

-Sí –gimió Harry. –estuve con un chico y me fui...

-Quiero hablar con la mierda de amigos que no te pararon antes de que llegases a ese estado o que al menos luego no te trajeron a casa en lugar de dejarte ir con un puto desconocido y luego venir solo. Tienes un golpe en la frente y has meado la pared y vomitado casi todo el baño.

-Perdón, lo limpiaré.

-¡Me importa una mierda el baño! ¿Cómo te golpeaste la frente?

-Me desmayé contra la ducha.

-Debieron cuidarte, debieron traerte a casa y vigilado que no te hicieses daño. Uno no es amigo solo para darte copas.

-Niall...

-Quédate ahí, voy a prepararte un baño, café y pastillas.  Y te traeré ropa limpia.